Pérdida

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Cuando voltee la mirada Sebastian estaba herido, no gravemente pero me preocupaba mucho su condición tenía miedo de perderlo justo en ese momento, sentí que el corazón se me salía.

- ¡Alto! Detente Undetaker, podemos llegar a un acuerdo-. Me interpuse.

- Mi Lady por favor póngase a salvo el es capaz de matarla-. Me advirtió Sebastian.

- Eres muy cruel demonio, yo no mataría a una chica tan agradable como ella-. Sonrió.

- ¿Entonces tenemos un acuerdo?-. Pregunté.

- Claro que si niña, puedo ver que tu mirada posee una gran determinación como la que poseía el conde-. Mencionó Undertaker.

- Quizás es por eso que bueno no importa-. Susurre.

- Señorita ¿Qué hará? Yo la protegere no haga ningún trató déjeme pelear-. Dijo serio Sebastian.

- No, yo quiero ser fuerte y enfrentar esto, ya conoces mis sentimientos, esto es por ambos no quiero que mueras-. Dije seria.

- Mi Lady.- Se asombró Sebastian.

- ¿Cuál es el trato Undertaker?-. Pregunté.

- El Limbo es un lugar muy duro, sólo aquellos que poseen un alma pura pueden entrar.- Dijo Undertaker.

- Entiendo-. Conteste.

- ¡No! Me niego señorita.- Se puso de pie.

- Alto Sebastian, es una orden no interfieras-. Alce la voz.

- No haga esto por favor.- suplico.

- Recuerdas esa vez cuando desperte de aquel sueño, me preguntaste que era lo que había pasado.- Mencioné.

- Si, lo recuerdo pero-. Dijo. - Así es ese sueño me mostraba que sufririas por una traición a los demonios-. Interrumpi. - Y es por eso que debo hacer esto-. Sonreí.

- Usted no es culpable de mis errores, yo soy quien debe pagarlos-. Insistió.

- No importa soy tu ama, y eres mi responsabilidad así que déjame esto a mi-. Dije convencida.

- Tienes agallas jovencita jiji-. Agregó Undertaker.

- Quédate al lado de tu antiguo amo, cuidalo es una orden, yo regresare lo prometo.- Le mire y le ofreci una sonrisa.

- Bien vámonos-. Undertaker me tomo en brazos.

- Lo siento mi Lady-. Se disculpó.

- No hace falta se cuanto quieres a Ciel aunque ni siquiera lo sepas, es por eso que yo los salvare a ambos-. Dije mientras nos alejabamos.

Nos alejamos, deje a Sebastián atrás, tenía miedo, mucho miedo, la verdad no tenía idea de como podría alguien como yo triunfar en esta misión a muerte.

- ¿A donde nos dirigimos?-. Pregunté.

- Hay un portal cerca de aquí, nos llevará a las tres puertas espirituales-. Explicó.

Un portal se abrió y entramos en el, me dijo que el camino sería algo largo, yo sólo pesaba en él y lo que tenía que haber sentido para hacer algo así.

SEBASTIAN

Mi Lady se había lanzado a los brazos de la muerte por mi, jamás pensé que ella pudiera hacer semejante cosa, y menos por un demonio que sólo piensa en comer como yo.

- Lo mismo le pasó a usted joven amo-. Dije.

Este dolor en el pecho seguía frustrandome, la verdad no sabía ni porque había querido salvar el alma de Ciel Phantomhive y porque aún lo llamaba joven amo, quizás en algún lugar de mi estaba surgiendo un sentimiento real, hasta humano, y ella había hecho que fuese más intenso.

Flashback

- Sebastian cuando llegue el momento liberame-. Ordenó el joven amo.

- Así será Bocchan le diría que no sentirá dolor pero estaría mintiendo-. Sonreí.

- ¿Alguna vez has revocado un contrato? O ¿Sentido compasión hacia un contratista antes?-. Pregunto haciendome sentir confusión.

- No que yo recuerde, un contrato demoníaco es lo más grande que hay en el inframundo romperlo por sentimentalismo es nefasto-. Explique.

- Ya veo, entonces no tengas piedad Sebastian, soy detestable y merezco eso-. Sonrió el joven amo.

- Yes, My lord-. Hice reverencia.

Fin del flashback.

Ese día cuando el me había preguntado aquello supuse que pensó que yo me arrepentiria de comerlo, quizás creyó que le había tomado afecto y desde ese día aquella conversación daba vueltas en mi cabeza, quería saber si esos sentimientos eran tan valiosos.

- Supongo que lo hice sin pensar, quizás hasta un demonio como yo puede amar-. Pensé en voz alta.

- ¿Amar? ¿Sentimientos? Me repugnas-. Escuche una voz.

- Padre diría que me agrada verte pero estaría mintiendo-. Sonreí.

- Eres un demonio patético, rompiste tu contrato por este humano, eres una deshonra-. Dijo mientras tiraba su puro al suelo.

Mi padre el Demonio Supremo era parecido a mi sólo que el poseía dos cuernos que no podían desaparecer por su alto rango.

- ¿Estas listo para pagar tu condena?-. Dijo maleficamente.

- Yo siempre estoy listo-. Me puse en guardia.

Pelear con el sería difícil pero lo haría de todos modos.

- ¿Hay manera de evitar está estupidez?-. Pregunté.

- Ni lo sueñes. Sonrió.

- Entonces esto está decidido-. Me lancé al ataque.

Raven Hall

Un extraño hormigueo me recorrió el cuerpo, sentía que algo malo le pasaría a Sebastian.

- Parece que ha empezado-. Dijo Undertaker.

- ¿Qué ha empezado?-. Pregunté angustiada.

- El Apocalipsis-. Dijo serio.

- ¿El Apocalipsis? Háblame claro-. Me altere.

- La batalla entre padre e hijo empezó, tu mayordomo corre peligro-. Explicó.

- Debemos darnos prisa, no puedo permitir que muera-. Dije decida.

Mis pesadillas se estaban haciendo realidad, la destrucción era inevitable pero podía cambiar el final, confiaba en Sebastian el no moriría así de fácil aunque fuera su padre quien lo enfrentará.

- Espera Sebastian te hice una promesa, no la voy a romper-. Pensé.

"Siempre estaré ahí, por y para ti, aunque deba sacrificarlo todo, porque los sentimientos nos hacen fuertes, es lo que nos hace humanos"

Esto Que Siento ¿Es Amor? (SebastianxTu) (Terminada) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora