Esto Que Siento ¿Es Amor? (SebastianxTu) (Terminada) [Editando]

Mi Ultimo Deseo Pt 2

Esa mañana camine rumbo al altar, todo era precioso, la banda sonora, los arreglos, mi vestido pero sin duda alguna lo que más me hacia feliz era ver a los dos hombres más importantes de mi vida uno llevándome de la mano y el otro esperando por mi al final del pasillo.

Era profano casarnos siendo demonios pero eso la verdad no importaba. Cuando el sacerdote dijo:
"Hasta que la muerte los separe"
Realmente fue hilarante ya que eramos seres inmortales.

Ese dia me uni a Sebastian y estaba muy feliz, mi padre estaba orgulloso y muy satisfecho. Esa noche Sebastian me demostró su amor una vez más.

- Ahora solo somos tu y yo. Susurro sensualmente en mi oido.

- Lo sé y no esperaba menos. Contesté retandolo con mis ojos.

El me tomo con delicadeza y me acostó en la cama empezó a desamarrar mi corsé lentamente. Se puso sobre mi y comenzó a besarme, su lengua me exitaba y yo le devolvía el juego. en un dos por tres me despojo del vestido dejando mi cuerpo totalmente desnudo, me besaba delicadamente, cuando el se quito la ropa sentí el gran deseo de hacerlo mío. Su miembro estaba erecto y duro y comence a lamerlo con ansiedad, me puse en cuatro para que me penetrara poco a poco, mis gritos eran muy fuertes y lo exitaban y me embestia más rápido, me cargo y me penetró una y otra vez. Me besaba con ternura y apretaba mi seno derecho, susurraba en mi oído que me amaba, y yo le contestaba de la misma manera, nuestros cuerpos eran uno sólo, entre gemidos y jadeos nos entregabamos a nuestro deseo.

Los días al lado de Sebastian eran tesoros para mi. Mi padre estaba feliz y se veía muy saludable y sano. Eso me hacia muy feliz.

Un mes después comence a tener nauseas y mareos, era obvio estaba embarazada, y pronto tendríamos una hermosa niña. Sebastian estaba emocionado para el ser padre era algo totalmente nuevo. Mi papá estaba más emocionado que nadie por su nieta.

Los meses pasaron rápidamente y llegó el día del parto, no fue fácil ni siendo mitad demonio. Era hermosa una bebé fuerte y llena de energia.

Pasaron días para decidirnos por su nombre hasta que un día en una noche lluviosa decidimos llamarla Miree. Era un bello nombre. Ella crecía constantemente era normal al ser demonio.

Los momentos en familia eran maravillosos. Yo aprendía de la empresa y Sebastian cuidaba a Miree, un día mi padre cayo enfermo del corazón se me rompía al verlo cada dia empeorar más. Nunca olvidaré la noche de su muerte y sus palabras.

"Me perdi muchas de las cosas mas preciadas para un padre contigo, pero pude vivirlas con mi bella nieta, he sido un viejo muy feliz pero es hora de alcanzar a tu madre en ese universo infinito te amo hija mía tu eres mi más grande tesoro, Sebastian protegelas solo eso te pido, en el umbral de los muertos vagare como una luz para ti querida Raven fui muy feliz"

Sentí que un pedazo más de mi corazón se había ido, pero debía seguir adelante, mi unico pesar era que quizás jamás los volvería a ver. Pero tenía dos personas por las cuales vivir.

- Mami ¿El abuelo estara bien?. Preguntó Miree triste.

- Si lo estará el siempre estará con ustedes. Contestó Sebastian abrazandola.

- Asi es, por eso debemos ser felices por el. Dije abrazandolos a ambos.

- ¿Hay alguna cosa que desee mi Lady?. Preguntó Sebastian haciendo reverencia.

- Tal vez mi último deseo sea, no ya tengo todo lo que siempre desee. Dije sonriendo para después besarlo.

- Sebastian te daré una última orden, quedate conmigo para siempre. Dije recordando nuestros primeros encuentros aquella vez.

- Yes, my lady. Contestó haciendo reverencia.

- Por cierto madre, padre ¿Cómo se conocieron?. Pregunto Miree curiosa.

- Jamás lo creerias. Dijimos al mismo tiempo los dos.

Era muy difícil de creer que Sebastian  quien habia sido un personaje ficticio alguna vez ahora era de carne y hueso completamente real. Hasta para nosotros era algo maravilloso, pero Miree tenia derecho a saberlo.

- Bueno es algo muy difícil de creer, hace unos años cuando estaba leyendo un libro de hechizos. Decía mientras Miree me prestaba atención.

- Si entiendo ¿Que paso después?. Preguntó entusiasmada.

Ese dia caminamos a casa, con la promesa de seguir juntos eternamente.

"En las historias de nuestros corazones guardamos secretos que jamás son escuchados, sufrimos y hacemos sufrir a los demás con el solo hecho de importarle a alguien, pero siempre todo se supera cuando el amor de quienes creíamos perdidos nos abraza y nos dice calidamente para siempre"