Sólo Ella

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RAVEN HALL

Camine por todos lados buscándolo, la verdad era una instalación muy grande era normal para mi no encontrarlo, habría usado la marca para llamarlo pero senti que llamaría la atención, en el camino me encontré a Albert.

- Raven al fin te veo y no estás con ese tipo-. Hizo mueca.

- Te pido que no lo llames asi Albert, el es muy especial para mi-. Dije.

- Lo siento Raven no puedo evitarlo, tu me atraes y...-.

- ¿En donde estará?-. Me pregunté en voz alta.

- Oye Raven, oye ¿Me estas escuchando?-. Trataba de llamar mi atención.

Albert tenia sus fans, y varias chicas se acercaron a el.

- No te es sufienciente andar con Sebastian y también quieres a Albert.- dijo una de las chicas.

No respondí sólo me di la vuelta y seguí el paso, en el camino me topé a Alice quien no estaba con Sophie como Zackary habia dicho.

- Hola Alice.- salude.

A pensar de que eran gemelas idénticas lo único que las diferenciaba era el color de cabello Shopie tenia el cabello castaño ya que se lo había teñido mientras que Alice mantenía su color natural rubio, ambas de ojos grises, en la actitud eran totalmente diferentes mientras Sophie era una bruja fría y superficial, Alice parecía ser la princesa del reino del azúcar, gentil y un poco tímida.

- Hola Raven, que gusto verte

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- Hola Raven, que gusto verte.- sonrió tímidamente.

- ¿No estas con tu hermana?.- pregunté confundida.

- No, ella me dijo que iba a ver al profesor Akerman.- puso su dedo índice en su menton.

Lo que me imaginaba no era nada de mi agrado.

- Gracias Alice te veré después-. Me despedí.

- De nada... Raven espera... el baile de invierno es este mes-. Grito mientras me alejaba.

No me apetecía pensar en bailes en ese momento, sólo queria encontrarlo.

SEBASTIAN

- ¿Qué dices? Soy mejor partido que Raven, ella es una antisocial y renegada ¿Por qué un hombre como tu esta con ella?-. Se acercó.

- Le pido que se detenga señorita, y también que no hable mal de Raven en mi presencia.-  di un paso atrás.

- ¿Le vas a dar preferencia a una rara como Raven?-. Rió.

- Si me disculpa debo irme ella me estará buscando.- me despedí con una reverencia.

- Espera ¿Qué le ves a esa desadaptada?-. Me detuvo.

- Eso no es algo que yo pueda responder-. Conteste.

- Es obvio, no hay nada bueno que decir de ella1-. Alzó la voz.

- Le pido no siga.- Pedi un poco molesto.

- No me des ordenes, nadie me da ordenes-. Dijo.

- ¿Quiere una respuesta? se la daré Raven es una chica como ninguna otra, carga sus demonios sola y no le hecha la culpa a nadie, sufre en silencio para no atormentar a otros, usted no tiene derecho a expresarse asi de ella. Dije que tono serio.

No sabía de donde habían salido aquellas palabras, pero el pecho me ardía y sentia el deseo incontrolable de verla.

- No importa, nadie me rechaza, serás mio Sebastian-. Sonrió pensativa.

- Para que yo sea suyo debe tener algo que me interese de otro modo es imposible-. Dije sin interés.

- ¿Eso que quiere decir?-. Puso sus manos sobre su cadera.

- Tengo que irme-. Camine alejandome.

RAVEN HALL

Escuche todo, estaba escondida entre las sombras, el jamas habia dicho algo así, no en mi presencia, lo vi dirigirse hacia el jardín, vi a Sophie contestar su teléfono y poco después se fue, queria enfrentarla, decirle que Sebastian era mío, pero no tenía el valor.

Lo seguí, lo vi en cuclillas junto a un arbusto, al parecer estaba atento a algo, al acercarme me di cuenta de que estaba jugando con un gato era blanco de ojos azules, bueno eso no era raro para mi sabía sobre su amor hacia ellos.

- Ahí estas-. Me acerqué.

- Hola señorita-. No me hizo mucho caso.

- Es hermoso ¿verdad?-. Me coloque a su lado para acariciar al gato.

- Lo es, es una criatura muy curiosa, sus suaves almohadillas y su naturaleza independiente me atrevo a decir que los amo-. Dijó.

- Vaya que suerte, ojala fuera un gato-. Sonreí.

- Lo que siento por usted es aún más complicado mi lady-. Se turbo serio por un momento.

- No te preocupes, ¿Quieres conservarlo?-. Pregunté.

- ¿De verdad joven ama?-. Abrió sus ojos asombrado y emocionado.

- Claro jamás jugaría así, además amo a los gatos, pero no podía tener ya que mi madre es alergica-. Cargue al gato.

- Se lo agradezco-. Reverencio.

Sebastian la escondió cerca de la bodega del club de fútbol para después regresar por ella, era una gatita.

"La astucia de un gato y la amabilidad de una chica son armas mortales"

"La astucia de un gato y la amabilidad de una chica son armas mortales"

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Esto Que Siento ¿Es Amor? (SebastianxTu) (Terminada) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora