Imprevisto

62 9 0
                                    

Estabamos allí ambos bajo la luz de la luna, envueltos en profundo silencio.

- Mi Lady, me siento raro-. Dijo tocando su pecho.

- Sebastian quiero entregarte mis recuerdos, se que no podrás devorar el alma de Ciel por eso. Suspire.

- ¿Sus recursos? ¿De que habla mi lady? Si usted hace eso no podrá volver a su hogar jamás. Dijo preocupado.

- Es la única manera de ayudarte, no hay tiempo. Dije al borde de las lágrimas.

- ¿Usted haría tal cosa?-. Pregunto.

- Quiero ayudarte a no sentir tanto dolor nada es más importante para mi. Dije feliz.

- Mi Lady usted no cambiará, siempre sacrificandose-. Parecía molesto.

- Por favor no hay tiempo, recibelos. Dije para empezar a susurrar el conjuro.

- Deténgase por favor. Dijo triste.

- Déjame hacer esto por favor no quiero que sufras. Agache la mirada.

- He sido un pésimo mayordomo-. Dijo serio.

- No lo eres, es sólo que estas encontrando cosas que antes no veias en ti. Acaricie su rostro.

- Claro que no, la abandone por un sueño sin sentido-. Suspiró.

- ¡No digas eso eres un estúpido! El que tengas un sueño para mi es importante quiere decir que no eres sólo un demonio come almas sin corazón-. Comencé a llorar.

- Señorita, ¿Usted?-. Se acercó a mi.

- ¿Tienes idea de lo que significas para mi? Me di cuenta de que estábamos destinados a encontrarnos y eso me hace feliz-. Seguí llorando.

- No lloré se lo suplico, hace que me duela el pecho-. Me abrazo.

- Lo siento no quería mostrar está parte de mi-. Lo abrace fuerte.

- Ya no es necesario que lloré porque yo me quedaré a su lado señorita-. Frotaba mi espalda tiernamente.

- ¿Que?-. Alce la mirada.

- El joven amo decidió hacerse a un lado y regreso a los brazos de la muerte en donde descansará en paz-. Me miro fijamente.

- ¿O sea que Ciel?-. Mire al cielo.

- El quiso que ambos seguieramos juntos-. Sonrió.

Al parecer Ciel había decidió irse y renunciar a Sebastian quien parecía algo triste, pero también aliviado.

En ese momento sentí un punzón en el pecho y perdí el equilibrio.

- ¿Qué me está pasando?-. Respiraba con dificultad.

- Mi Lady ¿Qué le pasa?. Se preocupó.

- Debe ser porque le entregue mis poderes al Demonio Supremo. Pensé.

Sebastian estaba preocupado el aun no sabía nada sobre que descubri que era una Nighter, ni que sabía que el y yo nos conocimos desde hace tiempo, aunque aún desconocía el porque no mencionaba nada sobre eso.

- Vaya parece que llegó a tiempo. Dijo el Demonio Supremo que apareció de repente.

- Padre no se que planees pero no dejare que te salgas con la tuya. Sebastian se colocó frente mío.

- Es obvio ella ahora es un demonio eso quiere decir que me pertenece. Se burló.

- Eso jamás ella es mía. Dijo Sebastian molesto.

- Por favor Sebastian aún estas débil-. Suplique que se detuviera.

Me sentía agitada, mi cuerpo devariaba, no pensé que mis poderes y el perderlos afectarían tanto mi ser.

- Bien Raven ahora serás mi fiel sirviente, si mi hijo no quiso tus recuerdos yo los reclamare. Dijo seguro.

- No te saldrás con la tuya. Me enoje.

Me enfrente a el, no pensé que tendría tanta fuerza, aún así la diferencia de poder era enorme, el Demonio Supremo era formidable, no por nada era el Rey del infierno.

- Prepárense porque no tendré piedad. Desenfundo su espada.

El Demonio Supremo fue donde Sebastian, sabía que matándolo ya no había nadie que se interpusiera.

- ¡Sebastian!-. Grite y corrí lo más rápido que pude.

La sangre recorría mi cuerpo, se sentía bastante fría, aquella espada me había atravesado el vientre, pero si era para salvarlo, lo habría hecho una y mil veces.

- ¿Mi Lady?-. Se preocupó.

- Yo seré quien te proteja está vez-. Sonreí.

- No me hagas reír, ¿Salvarlo? Si estás herida de muerte-. Dijo burlándose.

En ese momento crítico como si alguien me lo hubiese dicho al oído recordé el conjuro de mi madre, pero aun asi no podria usarlo, el Demonio Supremo me había arrebatado mis poderes. Entonces un extraño escalofrío recorrió mi cuerpo y vinieron a mi mente los momentos con ella, con Emilie mi verdadera madre.

- Tu poder viene de tu corazón, no importa si los pierdes eres una Nighter, tu eres el poder, mientras tu existas puedes usarlo. Decía mi madre entre mis recuerdos. Así que no lo pensé más y recite el conjuro. El poder recorria mis venas, las cadenas aparecieron y rodearon al Demonio Supremo apresandolo, después desapareció.

"Escucha estas palabras, escucha el susurro del viento, allí me encontrarás distante pero más cerca de lo que imaginas"

Esto Que Siento ¿Es Amor? (SebastianxTu) (Terminada) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora