Es Mi Señorita

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"El deseo por alguien nos hace actuar irracionales a tal punto que sentimos la necesidad de apropiarnos de ese alguien"

La comida transcurrió algo tensa, Albert no dejaba de querer conversar conmigo a pesar de que yo hacía lo posible para cortar la conversación.

- Es verdad se me olvido mencionar que Albert entró como alumno de intercambio de Ambar College.- explicó Chris feliz.

Yo casi me atragantó con aquellas palabras, no creia lo que estaba escuchando.

- Que buena noticia, así mi Raven tendrá compañía, ella puede asesorarte, no lo aparenta pero es una genio.- dijo mi madre orgullosa.

- S-si claro estare feliz de ayudarlo joven Albert.- sonrei falsamente.

- No me hables de usted, hablame de tú por favor, después de todo tenemos la misma edad.- sonrió.

- Esta bien Albert y tu puedes llamarme Raven si gustas.- force de mas mis palabras.

- Y bien querida Anne tenemos que empezar ya con los preparativos de la boda.- añadio Chris.

Se me había olvidado eso por completo, mi madre y el habían decidido casarse.

- Es cierto querido mañana quede con la señorita Claire para ver lo de las invitaciones.- dijo animosa.

- Bien entonces me encargaré de lo demás después de todo no puedo dejar que una dama lo haga todo, no seria un caballero.- se regocijo Chris.

- Y Raven ¿Tienes algún tipo de compromiso? ¿Sales con alguien?.- preguntó curioso.

- ¡¿Qué?!.- pare en seco.

Todos se quedaron callados y asombrados.

- Disculpenme es que la pregunta me llegó de golpe.- baje la mirada.

Sentía una atmósfera oscura viniendo de una esquina del comedor y vi unos ojos carmesí escondidos entre las sombras y con sed de sangre.

- Disculpa no debi preguntar eso Raven.- se apenó Albert.

- No te preocupes, por ahora no hay nadie en mi vida ni creo que lo haya.- dije seria mirando hacia los ojos del demonio inoportuno.

- Raven no seas tan grosera hija.- se disculpó mi madre.

- Lo siento madre no pasará otra vez y disculpa Albert-. Seguí comiendo.

La comida terminó la verdad todo había estado delicioso, me ofrecí a lavar los platos, ojala no lo hubiera hecho Albert insistió en ayudarme.

- Raven, Chris y yo iremos a la iglesia para ver lo de las juntas, se amable con Chris.- Sonrió mi madre.

- Madre recuerda que mi mudanza llegará en cualquier momento.- dije seria.

- Oh si quieres puedo ayudarte con eso también Raven.- se ofreció el niño rico bien parecido.

- Te lo agradezco Albert cuida muy bien de mi hija.- se marchó con premura.

Me había quedado sola con Albert lavando los platos.

SEBASTIAN

Era infame, nauseabundo, repugnante, injusto, asqueroso, indignante, busque sinónimo tras sinónimo, lo que habia presenciado me había dejado molestó.

- ¿Pero de donde salía toda esta rabia?.- Me preguntaba a mi mismo.

Ese sujeto queria seducir a mi ama, mi señorita.

- ¡Ella es mia!.- pensaba furioso.

Me calme un poco, no comprendía, se supone que mis emociones jamás tomarían el control de mi ser.

- Soy un demonio no puedo ser capaz de sentir algo por un humano.- pensaba.

Sin embargo cada vez que ese tipo le sonreia e intentaba tocarla, senti que le arrancaria la cabeza en cualquier momento.

Mi ama seguia hablando con el, con tanta confianza, hasta rieron juntos, ella y yo no habíamos reído juntos.

- Vaya que eres interesante Raven.- le dijo ese sujeto mirándola fijamente.

- No creo que sea para tanto.- exclamó mi ama.

En ese momento tocaron el timbre, mi ama dio media vuelta y se mareo, casi cae, el la atrapó la toco con sus indignas manos.

Queria matarlo en ese momento, pero no debía ser imprudente, no se lo que me pasaba, no solía tener este tipo de descontrol.

- ¿Deseo? ¿Pasión? ¿Su alma? ¿Qué era?.- me preguntaba confundido.

Esto Que Siento ¿Es Amor? (SebastianxTu) (Terminada) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora