Juegos Y Secretos

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Todo estaba cada vez más enredado, no tenía idea de que estaba pasando, todo lo que sabía era una mentira, mi padre llevo a mi madre al hospital, todo era caos, al parecer era grave.

- Señor Hall, debo informarle que no le queda mucho tiempo, por favor pase-. Dijo el doctor serio.

- Gracias doctor, esto era algo que tenía muy en mente-. Contestó mi padre.

Entramos a la habitación ahí estaba ella, casi muerta, débil y pálida, el doctor salió y nos dejó sólos.

- Emilie ¿Cómo te sientes cariño?-. Pregunto dulcemente mi padre.

- He estado mejor-. Rio.

- Es lo que temo ¿Verdad?-. Suspiró.

- Si así es tienes que protegerla, por su poder todos querrán lastimarla, ella atrae a seres de otras dimensiones. Tomo su mano.

- Lo sé pero no se si podré hacerlo sin ti Emilie. Derramo una lágrima.

- Ella es una "Nighter" como yo, no podemos permitir que las personas lo sepan-. Lloro tenuemente.

- Querida por favor resiste, no puedes dejarnos aún no-. Tomo fuerte su mano.

- Es hora de llamarla-. Sonrió.

- Pero no se si ella este en el país, recuerda que hace mucho no la vemos.- Se alteró.

- Yo se que ella vendrá inmediatamente-. Miro hacia mi como si pudiera verme.

El paisaje cambio de nuevo, al parecer mi madre había sido llevada a casa nuevamente, mi padre estaba a su lado parecía una escena sacada de una película trágica, tocaron la puerta y mi padre abrio, me quedé atónita, ahí estaba de pie una mujer idéntica a mi madre, aunque ella parecía más mi madre.

- Anne me alegro que hayas venido, es una emergencia-. Le ofreció asiento.

- Querida hermana, te ves muy mal-. Se acercó a mi madre preocupada.

- Anne, yo moriré innegablemente, llegó la hora-. Su mirada se entristecio.

- Emily no digas eso, eres fuerte y saldrás de esto, hermana por favor yo no herede el don de la familia.- Una lágrima recorrio su mejilla.

- Yo se que podrás es necesario, quizás no tengas el don pero sabes como sellarlo-. Explicó.

- Si, pero en algun momento ella liberará su poder y ni yo podré ayudarla-. Tomo su mano.

- Pero mientras dure Anne necesita una madre-. Suplicó.

- ¿Quieres que yo me haga pasar por ti?-. Pregunto.

- ¡¿Que?!-. Grito mi padre.

- Tranquilo Edward es por el bien de Raven, ella necesitara una madre, es inevitable en nuestro clan lo sabes-. Comenzó a toser.

- Emily por favor no te esfuerces-. Mi padre tomo su mano.

- Mi momento está por llegar, hagan que ella piense que eres su madre, ella no debe saberlo por favor-. Dijo mientras se desvaneció.

Estábamos en el funeral de mi madre, o ya realmente no sabía ni quien lo era, mi mente trataba de asimilar todo pero mi pecho ardía con rabia e impotencia, todo este tiempo había sido engañada por ellos, había muchas preguntas, no tenía ni idea de que era una "Nighter" las dudas me abrumaban.

- ¿Y bien? ¿Descubriste quien eres realmente?-. Se mofo el Demonio Supremo.

- ¡Cállate maldito bastardo!-. Grite molesta.

- Cuida tus palabras niña, puedo matarte moviendo un dedo-. Amenazó.

- Has lo que quieras pero deja en paz a Sebastian-. Dije decida.

- ¿Aún después de que te cambió por un mocoso piensas en el?-. Se carcajeo.

- Eso no me importa, sólo dime como puedo darle mis recuerdos. Cruce los brazos.

- ¿Crees que te lo diré? Soy yo quien comerá tus recuerdos. Cruzo las piernas.

- Eso no es a Sebastian a quien quiero dárselos. Dije en desacuerdo.

- Entonces entregame tus poderes de Nighter, sabes como demonios tenemos limites de hasta donde podemos ir, pero si me das tus poderes no tendré limites. Dijo sonriendo.

- ¿Mis poderes pueden hacer eso? ¿En que consisten específicamente?. Me intrigue.

- Los Nighters nacen con el don de abrir otras dimensiones, sin restricciones pueden ir a donde deseen. Explicó.

Todo aún me daba vueltas tenía que encontrar respuestas y mi madre o no se si tenía que llamarla así me daría, sin embargo al darle mi recuerdos a Sebastian ya no regresaría a mi mundo, por lo menos mi madre era feliz aunque no lo fuera realmente me educó y crio como pudo, ahora entiendo sus preocupaciones, tenía miedo de que mi poder despertará y los demás se dieran cuenta, sin embargo el sello debió romperse cuando invoque a Sebastian ese día, pero ella no se dio cuenta, de todos modos aun no sabía por qué Sebastian no me había mencionado que ya me conocía.

- ¿Y bien me darás tus poderes? Solo así te diré como puedes entregarle tus recuerdos a mi hijo. Preguntó impaciente.

- Dime como puedo darle mis recuerdos. Dije seria..

Al parecer tenía que recitar un conjuro que decía asi:

Cielo, tierra, sol, luna, lugares apartados, lugares más cercanos, el corazón, la cabeza puntos de reunión donde las miles de emociones se encuentran, me despido de aquello que me hizo feliz de aquello que me lastimó y que no necesito guardar.

- Después de recitar el conjuro debes besarlo, debes hacerlo en modo de susurro asi el no se dará cuenta. Explicó el Demonio Supremo.

- Entonces ahora toma mis poderes es el trato. Dije extendiendo mis brazos.

El Demonio Supremo se acercó a mi tomando mis manos, cerró los ojos y comenzó a susurrar algo que no entendía, sentí que entre en un trance y como algo se desprendía de mi corazón.

"Donde una luz tenue te alcance, donde tu voz resuene en mi corazón, donde el viento me lleve hasta ti, ahí podré encontrarme a mi misma una vez mas"

Esto Que Siento ¿Es Amor? (SebastianxTu) (Terminada) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora