Buenos Días A Todos

84 12 0
                                    

- Señorita es hora de levantarse.- escuche una voz mientras seguía cayendo.

La luz del sol invadía mi habitación, poco a poco abrí mis ojos, su melodiosa voz y ese aroma delicioso habían logrado que despertará de la caída libre que tenía, me di cuenta de que todas mis cosas estaban perfectamente ordenadas, era de esperarse de mi perfecto mayordomo.

- Buenos días mi lady.- tomó la taza de té y sirvió.

- Buenos días Sebastian.- estaba feliz.

El seguía allí, no tenia de que preocuparme el era cien por ciento real, mi alegría era infinita en ese momento, nada ni nadie podía arruinar mi día.

- El agua caliente esta perfecta señorita, en cuanto este lista puede entrar.- dijo amable.

- Enseguida iré a bañarme.- me levante.

Entre rápidamente al baño, me quite mi pijama y la arroje al cesto de ropa sucia, encendí la regadera y procedi a bañarme, el agua estaba perfecta, no tarde mas de veinte minutos y sali.

Sebastian había preparado mi ropa, un suéter negro, unos jeans de mezclilla y tenis blancos, al parecer habia recordado mis gustos, me recogí el cabello en dos colas que caían hacia el frente.

Note mis gafas junto a mi ropa, al parecer Sebastian se había percatado de que las estaba escondiendo, la verdad no me gustaba usarlas, pero si mi mayordomo lo ameritaba no iba a contradecir eso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Note mis gafas junto a mi ropa, al parecer Sebastian se había percatado de que las estaba escondiendo, la verdad no me gustaba usarlas, pero si mi mayordomo lo ameritaba no iba a contradecir eso.

- Se ve muy bien mi lady.- sonrió.

- Y tu también Sebastian.- lo miré.

Llevaba una playera a rayas, un saco negro encima, unos jeans, tenis oscuros y una bufanda del mismo tono.

El se veía demasiado bien en vestimenta actual, pero para ser honesta su traje de mayordomo era insuperable

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El se veía demasiado bien en vestimenta actual, pero para ser honesta su traje de mayordomo era insuperable.

- El desayuno esta listo señorita.- la mesa estaba hecha.

- ¡Vaya! Todo se ve delicioso.- me brillaron los ojos.

- Para su desayuno le prepare un filete acompañado con ensalada César y canapés de atún.- me acomodó la silla.

- ¿Y para el postre?.- pregunté ansiosa.

- Era de esperarse, el postre es una gelatina con yogurt y fruta.-

El permaneció de pie a mi lado hasta que termine de desayunar, todo estaba exquisito como era de esperarse.

Cuando terminé ordene mis cosas en la mochila, Sebastian me esperaba en el auto, tenía cada minuto planeado para algo, y al parecer había aprendido a manejar solo viéndome hacerlo, nos dirigimos hacia la Universidad.

- ¿Esta preocupada mi lady? La noto fuera de si.- volteó a verme.

- Para ser honesta, para mi venir aqui es una tortura.- suspire.

- Puedo imaginarme por que mi lady.- su mirada se torno seria.

- Ah Sebastian cuando estés ahi dirígete a mi como Raven, sonaría raro que me llamarás asi.- sonreí

- Claro mi... digo Raven.- corrigió.

El trayecto fue tranquilo y llegamos a tiempo, nunca había usado el auto para asistir a la Universidad ya que vivía a corta distancia antes.

Al fin habíamos llegado, Sebastian se bajó primero para abrir la puerta.

- Oh que chico tan apuesto.- escuchaba voces.

Al parecer mi mayordomo les había causado admiración, demasiada diría yo, cuando me di cuenta Sebastian estaba rodeado de chicas, entre ellas Sophie y Alice las gemelas, Sophie quiso acercarse más pero Zackary apareció y la detuvo, al parecer era más celoso de lo que aparentaba.

Sin querer el noto que los estaba mirando, yo aparte la mirada y senti que alguien me tomaba de la mano.

- Es hora de empezar con las apariencias señorita.- me halo hacia el.

- ¿S-Sebastian?.- tartamudee.

Los ojos de asombro no se hicieron esperar, era obvio todos me trataban como una peste, lo que se sabía sobre el arresto de los hermanos de una de las familias mas respetadas caía sobre mis hombros.

- Caminemos juntos seño... quiero decir Raven, es extraño pero debo admitir que me agrada.- decía mientras me abrazaba.

- Me alegra que lo disfrutes Sebastian, pero la verdad es un poco vergonzoso para mi.- me sonroje.

Pensé que todo aquello de la vergüenza habia quedado en el pasado, pero el tenía la culpa se veía tan guapo, y su perfume era irresistible para mi.

- ¡Raven! ¡Por aqui!.- vi a Albert acercarse.

- Hola Albert.- dije sin emoción

Sebastian me apretó más fuerte hacia el todavía, sus celos se activaban al ver a Albert cerca de mi.

- Buenos días espero que estes bien y que podamos convivir más.- dijo Albert animado.

- Espero que no haya olvidado que ella viene conmigo joven.- sonrió falsamente Sebastian.

- Te veo más tarde Albert.- corte la conversación.

Todo estaba muy tenso, nos dirigimos hacia el salón de historia, Sebastian se las habia ingeniado para estar en todas mis clases.

Por suerte Albert no estaría hasta mi clase de biología.

- Buenos días a todos, quisiera que recibieran a un nuevo estudiante.- anunció el profesor Write.

Sebastian se puso de pie frente a los demás.

- Su nombre es Sebastian Michaelis estara con nosotros de intercambio por un año-. Dijo el profesor.

Todas las alumnas susurraban de lo guapo que era y por si fuera poco, Sophie estaba ahí, notaba su mirada de interés en Sebastian.

- Mucho gusto a todos, espero que podamos llevarnos bien.- dijo Sebastian.

Las clases habían comenzado, senti por una vez que no estaría sola nunca más.

Por primera vez deseaba que los dias no corrieran y que fueran eternos.

"Sinceramente no hay soledad"

Esto Que Siento ¿Es Amor? (SebastianxTu) (Terminada) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora