Esto Que Siento ¿Es Amor? (SebastianxTu) (Terminada) [Editando]

Te Amo

"La vida, los deseos, los sueños, son efímeros, como las flores cuando se marchitan, cada dia es un paso mas al fin."

SEBASTIAN

Al fin ella me habia permitido lo que tanto quería, su aroma era irresistible, el aroma de una virgen perdiendo su inocencia, su pureza, la virtud de seguir siendo representación de castidad.

- Quiero que me hagas tuya.- ella me dijo y mis sentidos se aturdieron.

Saboreaba cada parte, cada rincón, su piel palida, sus ojos miel, su cuerpo era cálido como un rayo de sol en mi cara, sus gemidos me exitaban a tal grado que quería hacerla sentir más y más placer.

Era diferente de haber estado con otras mujeres, ella era diferente, una humana que ocultaba un gran dolor, pero que siempre parecía estar bien, note cicatrices a penas visibles en sus muñecas, habían sido profundas.

- Más, más Sebastian.- me pedia revolcandose de placer.

Me hervia la sangre de no ser por el plazo del contrato la hubiera devorado en ese momento, sin embargo para ser sincero no quería hacerlo.

- Los humanos son tan frágiles, pero cuando quieren algo olvidan tal cosa.- pensaba.

Algo cálido me llenaba el pecho sin saber cual era el significado.

RAVEN HALL

- Este sentimiento es amor, esta calidez, este deseo, el anhelo.- pensaba.

Sebastian jugaba con mis pechos, la verdad era de pecho algo abundante y siempre lo habia detestado, pero a el le gustaban, acariciaba mi cabello y me besaba con ansias, separó nuestros labios para que pudiera recuperar el aliento y jugaba con mi lengua.

- Ah...ah... más más, me gusta, se siente bien ah...- decia entre gemidos.

El gruñia de placer al escucharme y ver mis expresiones, bajé a su miembro comencé a lamerlo lentamente.

- Sebastian quiero que goces esto.- sonrei pícara.

Me sentía más confiada, comence a moverme, lamia, chupaba y acariciaba su miembro erecto.

- Señorita no sabia que podia ser tan provocativa.- dijo soltando un pequeño gruñido.

- Disfrútalo Sebastian.- puse mi dedo en su boca y luego el lo lamio.

El se veía muy exitado y yo estaba demasiado mojada anhelando ser penetrada por su pene firme y grande, que haría que mis piernas temblaran, el se puso sobre mi otra vez.

- ¿Esta lista señorita?.- sonrio malicioso.

- Si adelante Sebastian.- el me dio su brazo para que lo apretara.

El froto su pene en mi vagina y poco a poco lo introdujo, era doloroso, cada vez más, cada vez más.

- Ahhhhhh...- solte un grito.

- Ya está adentro mi lady, comenzare a moverme ¿si?.- se saboreo.

Comenzó a embestirme despacio, de pronto ya no dolia se sentia muy bien, realmente bien, el placer era tal que amarre mis piernas al rededor de Sebastian y comenzó a besarme, sus empujones eran cada vez más rapidos.

Mis gritos y deseo aumentaban.

- Bien mi lady voy a terminar ¿si?.- sonrio.

- ¡Si! ¡Si! ¡Hazlo!.- Grite exitada.

Quede exhausta, con la respiración agitada y Sebastian se dejo caer a mi lado, el parecía ni siquiera haber sudado, yo si estaba hecha un desastre, vi una mancha de sangre en la cama.

- Cambiaré las sábanas de inmediato mi lady.- Dijo para ponerse de pie.

- Te amo Sebastian.- dije al fin.

El se sorprendió mucho, su expresión de asombro era mas que obvia.

El atardecer habia llegado, mi virtud se había ido, mis sentimientos habían sido revelados, me sentía feliz y aliviada por haber confesado lo que sentía sin importar cual seria la respuesta de Sebastian.