Cap.1 " Lejos "

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<<El valor es el sustento del amor. Valiente es quien ama, aún a riesgo de perderlo todo>>




"Querido Marqués, hoy es nuestro último día en esta hermosa ciudad. Venecia me ha regalado mucho más de lo que esperaba encontrar a mi llegada, hace 18 meses ya. Siento un poco de nostalgia al imaginaros aquí conmigo, admirando los colores de la puesta de sol desde el gran canal. Estoy seguro de que os encantaría. Todo parece congelarse por unos segundos, cuando el último rayo de luz desaparece en el horizonte. Me gustaría verlo reflejando en vuestros ojos. Algún día, quizá.

El señor Benavides ha resultado ser un gran anfitrión, Juana dice que habla demasiado, pero para mí ha sido de gran ayuda su verborrea en los ratos de melancolía. Además, consiguió que nos abrieran las puertas del Palacio de Dux y de la academia de San Lucas. Poder ver de cerca "La Gloria" de Tintoretto ha sido todo un privilegio. Me sentí tan insignificante frente a semejante manifestación de talento.

Por eso no puedo esperar para ver lo que Roma* tiene reservado para mí. Vamos a intentar tener una audiencia con el Papa, para conseguir el acceso a la capilla Sixtina. Dicen que es la mayor obra de arte de todos los tiempos y yo necesito comprobarlo con mis propios ojos.

Ahora solo quiero seguir descubriendo cosas nuevas, aprender más, conocer hasta el detalle más nimio que guarden estas tierras para mí. Quiero conseguir que mis obras provoquen en los demás lo mismo que yo he sentido al admirar el trabajo de estos genios. Quiero que el día de mañana, alguien viaje para estudiar mi legado. Quiero que la historia recuerde mi nombre, quiero dejar de sentirme pequeño. Voy a conseguirlo Marqués.

En mi última carta os dije que seguía sin encontrarme, sin saber quién era realmente. Pues creo que empiezo a vislumbrar el que quiero que sea mi camino. Siento que, por primera vez en mucho tiempo, soy dueño de mis decisiones y de mi futuro. Solo me falta poder teneros conmigo. Cuanto más me reafirmo en mis convicciones, más cerca os siento. Creo que siempre estaré incompleto, puesto que os llevasteis una parte de mí. Y sinceramente, no quiero dejar de sentirme así, porque es lo único que me queda de vos. Este sentimiento de vacío me recuerda que exististeis de verdad, que no sois solo producto de mi imaginación, esa que cada noche proyecta vuestras manos sobre mi cuerpo. En el fondo, sigo teniendo la esperanza de que me sigáis teniendo tan presente como yo a vos."

Suspiró con resignación antes de doblar la carta, lacrarla y guardarla, bajo llave, junto a todas las demás.

"Algún día, reuniré el valor suficiente para enviarlas"

Con paso silencioso se dirigió a la cama, donde Juana dormía algo acurrucada, seguramente con frío, debido a la tormenta que arreciaba fuera. Se coló bajo las sabanas, procurando tapar bien a la morena y pegándose a su espalda para rodearla con sus brazos y compartir su calor con ella. Esta, no tardó en removerse para acoplarse a él.

- ¿Estás bien?.- la oyó susurrar medio dormida.

-Sí, duerme tranquila.- la besó en la cabeza.

-Has vuelto a escribirle, ¿verdad?.- preguntó algo más espabilada, girando para quedar frente a él.

El rubio afirmó, antes de dejar otro beso en su frente.

-¿Vas a mandarla?

-No.

-¿Pero por qué?.- preguntó frustrada como siempre que hablaban del tema.

-Ya sabes por qué. No me mires así.

-No te entiendo, de verdad. Estoy segura de que lo está esperando...

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