Parte 2:
Ese mismo fin de semana estuvimos en casa de los padres de Poncho, me ofrecí a ayudar a Linett la nueva cocinera con los postres, bueno la verdad es que quería robarme un poco del pay, los serví en los platos y tome un trozo que me lleve a la boca saboreándolo, la mujer solo sonrió y eso solo pudo ser por alguna expresión extraña pero no importaba ¡estaba delicioso!
—Ya entiendo porque quisiste ayudar—salte dejando caer una cuchara al escuchar la voz de mi esposo en mi oído
—No hagas eso—dije aun con la mano en el pecho, acuno mi rostro y me beso apasionadamente olvidando que no estábamos solos, escuche la puerta de la cocina abrir y supe que había sido Linett que había salido dejándonos solos. Lo cual no fue la mejor idea ya que me permití profundizar el beso, mis manos apretaron la tela de su camisa en la cintura, deje escapar un jadeo apenas imperceptible, un aclaramiento de garganta nos hizo separarnos
—Agradezcan que fui yo y no alguno de sus padres—sonrió Alba de manera cómplice, sentí que me sonrojaba peligrosamente— Se comportan como un par de adolescentes, dejen eso para después y regresen a la sala donde los estamos esperando.
—Como podre ver a Alba de nuevo a los ojos después de que nos encontró en su cocina demasiados entretenidos—murmure avergonzada
—Ella no está molesta y tampoco dirá nada, además eres mi esposa así que no estábamos haciendo nada malo, no es como si fuéramos un par de adolescentes hormonales—levanto mi mentón
—Habla por ti Herrerar, yo volveré a ser una mujer hormonal—le recordé haciéndolo sonreír
—Bueno mi adorada esposa hormonal le parece bien si les damos ahora la noticia a nuestros padres—como negarme ante esa cara tan tierna que había puesto, eso solo tenía un nombre Chantaje, asentí con un simple movimiento de cabeza, tomo mi mano y me guio de vuelta hacia la sala donde estaban todos esperándonos.
—¿Porque tardaron?—pregunto mi madre divertida, odiaba que esta mujer fuera tan intuitiva y además su poco tacto para preguntar las cosas
—Estaba evitando que alguien terminara con el Pay—beso mi coronilla logrando que yo lo pisara para que me soltara
—¡Any! —Gruño ante mi acción, me observo por unos segundo para después sonreír—Hay algo que Any y yo queremos compartir con ustedes
—¿Se irán nuevamente de vacaciones? —pregunto mi madre
—No lo había pensado pero puede que lo hagamos, ella necesita estar relajada durante unas semanas—deslizo sus dedos por mi costado para detenerse en mi cadera y dejar su dedo dibujar pequeños círculos sobre la tela
—¡Por dios! —chillo Alba y mi madre levantándose y viniendo hacia nosotros para abrazarnos, me aferre al cuerpo de mi madre comenzando a llorar junto con ella, solo la escuchaba decir cosas como estoy muy feliz por ustedes, esta vez será diferente
—¿Alguien quiere explicarnos que es lo que sucede? —pidió Carlos
—¿Es que no se dan cuenta de lo que sucede? —Enarco una ceja mi madre, a lo que ellos negaron—vaya que son lentos, es que no se dan cuenta de que serán abuelos
—¿Abuelos? —pregunto mi padre viéndome con dulzura
—Si, abuelo papá—me arroje a sus brazos
—No se imaginan lo feliz que nos hacen—vi a Carlos abrazar feliz a mi esposo
—Bueno ahora hablemos de las vacaciones, ¿nos permitirán ausentarnos por un par de semanas?—ellos no dudaron en decir que sí, que Poncho debía de permanecer a mi lado y que yo tenía que permanecer lo más tranquila posible.
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El trato que unió nuestras vidas
FanfictionSIPNOSIS Anahi Puente deseaba encontrar el hombre perfecto era Joven, Inteligente y única heredera de las empresas Puente que solo veían un problema en su prospero futuro. Alfonso Herrera no creía en el amor además por que lo buscaría era Guapo, Muj...