Contra todo mal |JASPER HALE|

Capítulo 10

Desde haber sabido lo que son, los Cullen han cambiado muchísimo su forma de actuar en mi presencia, ahora todos se muestran tal y como son. Cosa que hizo, justo hace una semana, cuando llegué de haber pasado esa noche con Jasper, que Edward me preguntase el por qué no puede escucharme.

—No es como Bella, a ti puedo escucharte, pero como si tu frecuencia estuviese tan baja que no logro entender lo que piensas. —Dijo Edward en cuanto me vio desayunando. La única salida que vieron, más concretamente Emmett, fue que estoy loca.

Pero durante esta semana, he tenido otro problema aún mayor, y no me refiero a los mensajes que no cesan de llegarme o las llamadas perdidas del número privado. No, me refiero a que Jasper me ha estado ignorando desde que casi nos besásemos en mi cama. No entiendo su actitud, ni el porqué se ha alejado tanto. Es decir, ni si quiera llegamos a besarnos, así que técnicamente no ocurrió nada.

—Hola, te traigo un poco de fruta. —Dice Rosalie entrando en la habitación de dibujo, donde Esme tiene un montón de material para dibujar y pintar a gusto y con vistas al bosque. —Quería hablar contigo.

—Claro, y gracias por la fruta. —Respondo, me limpio las manos manchadas de pintura en el paño y me quito la camisa vieja de Emmett que me sirve para pintar sin preocuparme por mancharme. —¿Qué pasa?

—Bueno, quería preguntarte si sabes el porqué Jasper lleva dos días en Seattle. —Dice Rosalie ojeando mis pinturas de reojo. —Es que, se le veía tan bien, pero cuando te dijo que éramos vampiros, simplemente ¡puf! Volvió a ser el antiguo.

—¿Qué Jasper está en Seattle? —Pregunto atragantándome con un trozo de naranja. —¿Por qué nadie me ha dicho nada?

—Pensé que se despidió de ti antes de irse. —Dice con un tono de disculpa y encogiéndose de hombros. —Pero ¿pasó algo? ¿Es qué no aceptas lo que somos?

—¡Para nada! Me encanta que seáis, bueno, vampiros. —Digo la última palabra en un susurro. —Pero... Puede que Jasper estuviese a punto de besarme.

—¡LO SABÍA! —Exclama Emmett desde un punto de la casa, llegando a la sala de pintura en un segundo, seguido por el resto de la familia. —Te lo dije, Rose, te acuerdas de que te lo dije.

—Oh, ¿estabais todos escuchando? —Pregunto tapándome la cara avergonzada, Bella me hace quitar las manos de mi rostro y me sonríe. —Mirad, no pasó nada. Nessie entró y lo que iba a pasar, no pasó.

—Esto no puede ser... —Dice Carlisle con la mirada baja, colocando las manos en sus caderas. —Ya sé por qué Jasper se ha ido a Seattle.

—¿A qué? —Pregunta Esme con preocupación. —¿Por qué ha dejado a Cherry sola?

—Ha ido a buscar a Alice. —Responde Edward por Carlisle. —Quiere hablar con ella.