Capítulo 4

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Cuando Bella me pidió ayudar a Jasper, pensé que se refería a halar con él o algo parecido, no mudarme a su casa y tener el cuarto de al lado al suyo para poder estar a su lado en todo momento. Aunque lo extraño fue la forma en la cual me lo pidió, ya que Bella nunca ha sabido poner ojos de cachorro, pero diablos, esos nuevos ojos dorados hacen maravillas porque aquí estoy, en mi nueva casa deshaciendo mis escasas dos maletas.

Quería quedarme con Charlie, y él también lo esperaba. Pero Bella dijo que me necesitaba para cuidar a Nessie mientras los demás trabajaban, cosa que es mentira. Todos se quedan en casa o salen de vez en cuando al bosque a dar una vuelta. Lo que Charlie no sabe, es que Nessie siempre está con Jacob o en casa o en la Reserva, a la cual quiero ir. Aunque Bella me ha dicho que no es muy recomendable que vaya de momento, ya que quieren que comience primero con Jasper.

No entiendo que esperen que haga, ni que tuviese un superpoder o algo parecido que alegrase a Jasper con tan solo mi paciencia, la verdad. Todos tienen una fe en mí, como si hubiesen visto en Jasper que de verdad me necesita.

—¿Cómo va todo? —Pregunta Rosalie entrando por la puerta con una bandeja que tiene un café y unas pastas. La deja sobre una mesa que hay en el enorme cuarto y se acerca a mi maleta. —¿Dónde vas a meter esto?

—En el vestidor. Sé que quedará un poco triste que en todo ese cuarto solo haya poquita ropa, pero poco a poco. —Digo encogiéndome de hombros y sacando la última prenda de ropa de la maleta grande.

—Cielo, ¿no has abierto aún el vestidor? —Pregunta Rosalie sonriendo levemente. Camino hacia la puerta que da al vestidor, y al abrirla, mi boca se abre formando una perfecta o. —¡Sorpresa!

—¿Pero...? ¿Cómo habéis hecho en un día y medio? —Pregunto anonadada observando las caras piezas de ropa que me han regalado, así, sin más. —No puedo aceptar todo esto.

—Tómalo como un pago por ayudar a mi hermano. —Dice colocando una mano en mi hombro para que el impacto de miles de dólares en ropa para mí sola no me haga desmayarme del impacto. —De verdad que te necesita. No sabía que podría volver a sonreír tras la partida de Alice.

—Habéis depositado demasiada confianza en mí, Rosalie. —Digo saliendo para tomarme el café en su compañía.

—Edward piensa que Jasper te necesita. —Dice encogiéndose de hombros y sonriendo como si me hubiese perdido algo. Ni que Edward le hubiese leído la mente a Jasper. —Y llámame Rose, si quieres.

Paso el resto de la mañana en compañía de Rose y Esme, ya que Edward y Bella están en la universidad, Nessie suele pasarse el día con Jacob en la Reserva, y Carlisle en el hospital, ya que es médico. Cuando llegan Emmett y Jasper de su vuelta del bosque, estos vienen a la cocina donde Esme y yo estamos haciendo galletas con pepitas de chocolate y caramelo. Aunque lo extraño es que Jasper se ha puesto a mi lado y resulta complicado cocinar con una sombra pegada a tu espalda.

—Charlie, ¿te puedo buscar un mote nuevo? —Pregunta Emmett mientras cargamos el lavavajillas. Todos a nuestro alrededor están pendientes de las conversaciones de los demás. —Es que es extraño llamarte como al padre de Bella.

—Bueno, mi mote viene de ahí. Aunque él me llama Lott. —Respondo encogiéndome de hombros. —Charlie es como un segundo padre para mí. Y como siempre hemos estado muy unidos, mi mote es su nombre.

—¡YA LO TENGO! —Exclama Emmett asustándome. —Tu mote va a ser Cherry.

—¿Cómo los tomates? —Pregunto enarcando una ceja, observando de reojo como Jasper sonríe brevemente antes de volver a su rostro impasible.

—Como los tomates. —Dice Emmett levantando la mano para que choque con él. Ruedo los ojos y lo hago. —Bienvenida a la familia Cullen, tomatito Cherry.

Contra todo mal |JASPER HALE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora