Capítulo 14

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PDV DE JASPER

En cuanto Nessie entra hacia el cuarto de Charlotte, no puedo evitar alejarme de ella rápidamente. No se merece a alguien como yo, no se merece a un monstruo, Alice ya me dejó bastante claro que ninguna mujer puede amarme.

Sé que esquivarla es lo incorrecto, pero es la única manera que tengo de alejarla de mí y poder dejarla ser feliz con otra persona... ¡No! No puedo imaginar a Cherry con alguien que no sea yo, y eso es bastante egoísta. Alice dijo que yo no supe amarla, así que tampoco creo que pueda hacerlo con Charlotte.

Pero, ¿y si Alice me mintió? ¿Y si solo me dijo esas palabras horribles para marcharse con Vladimir? No, debo hablar con ella, Cherry no se merece que la aleje solo por unas palabras de un pequeño demonio.

Llamo a Alice y quedo con ella en Seattle, pero me sorprende que escoja justo el hotel donde nos besamos por primera vez, pero aún así, no le doy demasiadas vueltas. Quiero volver con Cherry antes de que se dé cuenta de que no estoy, por suerte para mí y por el alejamiento, no se habrá dado cuenta de que no estoy.

Me pone nervioso alejarme de ella, ya que, aunque ella no me vea, no significa que no esté vigilando que nada malo la ocurra. Sé que parezco un acosador, pero solo quiero tenerla segura y a salvo, aunque sea de mí mismo.

—¡Jazzy! —Exclama Alice en cuanto entro en el hotel, salta a mis brazos y me abraza efusivamente, pero cuando ve que no hago el amago de devolverle el abrazo, se separa de mí y hace un puchero bastante falso que, en su momento, hubiese conseguido hacerme hacer cualquier cosa. Pero ya no. —¿No me has echado de menos? ¿Para qué me has dicho de quedar?

—Lamento el malentendido, ¿cómo está Vladimir? —Pregunto mientras voy al recibidor y alquilo un cuarto para poder hablar más libremente. En el ascensor, veo que Alice vuelve a poner ese puchero tan irritable y me mira.

—No estamos juntos. —Dice Alice, como si no hablase de personas, sino de complementos. —Ahora estoy con Demetri.

—¿Demetri Vulturi? —Pregunto ligeramente sorprendido, pero cuando veo que en su cuello brilla la V de los Vulturi, todo concuerda en mi mente. —Te has unido a la Guardia.

—Si, soy la joya de la corona según Aro, tu podrías unirte si quieres, y acabar con todos los que entorpecen nuestro camino al éxito. —Dice orgullosa de ser la pieza principal de una colección y, ¿enserio habla así de la familia? ¿De la cual ha dado todo por ella? —Pero, ¿de qué querías hablar conmigo, Jazzy?

—Quería preguntarte sobre lo que dijiste antes de irte. —Digo sentándome en el sofá, Alice lo hace a mi lado y me incita a seguir hablando. —¿Realmente piensas que soy un monstruo que no puede ser amado?

—Oh, era eso... Pues si, es muy complicado llegar a quererte. Tienes demasiada carga personal, y yo prefiero lo ligero. —Dice encogiéndose de hombros, ¿dónde ha quedado la dulce y buena Alice de la cual me enamoré? —Pero sirves bien para otras cosas.

Me quedo quieto cuando veo que coloca su mano en mi pierna, demasiado cerca de mis partes. Se va acercando y besa mi cuello suavemente, pero no siento placer, me da asco. La separo de mi de golpe y cae en el sillón de al lado.

—No me toques. —Gruño mostrándole los dientes, pero Alice solo se ríe amargamente y me lanza una lampara que esquivo fácilmente.

—¿Quién es? —Pregunto con el ceño fruncido, pero cierra los ojos y mira la puerta con asco e ira. —¿Una maldita e insignificante humana?

—No hables así de Charlotte. —Respondo con un gruñido amenazador creciendo en mi pecho, pero ella solo sale apresuradamente hacia la puerta, pero antes de irse me mira con asco.

—No debí intentar hacerte manso, eres un monstruo que lo destroza todo a su paso. —Dice antes de irse.

Así que soy un monstruo que lo destroza todo a su paso, ¿no? Pues comienzo a destrozarlo todo, ajeno a lo que me rodea hasta que llega a mi nariz el aroma más dulce y delicioso del mundo. Mi mirada choca con unos preciosos ojos azules, y una tranquilidad y armonía invade mi cuerpo. Corro hacia la fuente de paz y me embriago con el aroma de Charlotte.

Contra todo mal |JASPER HALE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora