Contra todo mal |JASPER HALE|

EPÍLOGO

Respiro hondo y observo el brillante anillo que tengo en mi dedo anular, recordando como Jasper me pidió matrimonio delante de todo el mundo vampírico, en una fiesta organizada por los Vulturi. Y lo que más placer me dio fue, sin lugar a dudas, la cara que puso su exmujer al ver la pedida de matrimonio.

—¿Qué haces? —Pregunta Jasper tumbándose a mi lado, y no estoy en la cama por cansancio físico, simplemente por el cansancio mental que da el no poder dormir nunca. Es una de las cosas que más echo de menos. —Vaya cariño, siente añoranza, ¿echas de menos estar tumbada sola?

—No, solo pensaba en nuestro compromiso. —Digo con la voz baja, y una sonrisa divertida. —Y en la cara que puso Alice.

—Para Emmett lo más divertido fue cuando por poco le arrancas la cabeza. —Dice Jasper acariciando mi rostro antes de hacerme tumbarme sobre su pecho.

—Ah, pero no lo hice. —Digo divertida. —Aunque nuestro compromiso no fue mi mejor momento, ¿sabes cuál fue?

—¿Nuestra luna de miel? —Pregunta enarcando una ceja, pero niego y me río. —¿Las siguientes cuatro lunas de miel?

—No, tonto salido... Nuestra boda. —Respondo totalmente feliz y en paz. Tras cincuenta años viviendo como vampiro, he pasado numerosas situaciones con Jasper, siempre a su lado y siempre felices, por no contar por el incontable sexo que hemos tenido siempre.

—Suenas bastante enamorada de mí. —Dice Jasper divertido. —Aunque no es sorpresa, cariño. Yo lo estoy de ti, eres mi corazón y mi vida.