Cap VII

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Un joven pelos naranjas oscuros avanzaba de lo más serio o *enojado* posible, le habían amargado el almuerzo.

Mafuyu: nunca me sentí con ganas de matar a alguien...

Busco un lugar donde creyó que no lo hallarían, y fue tan bueno el lugar que mientras estaba oculto escuchaba una voz conocida gritar su nombre.

Uenoyama: MAFUYU! TENEMOS QUE HABLAR!! ESTAS ENOJADO?? MAFUYU!!! MAFUYU!!!

No pensaba salir, estaba tan resentido con ambos que de por sí no saldría jamás de allí.

Uenoyama: que lástima no podré compartir ese pequeño jugo con él que ganas tenía.

A Mafuyu se le pararon las orejas y comenzó a asomarse delicadamente. El pelinegro lo notó rápidamente, Mafuyu comenzo a correr.

Uenoyama: NO CORRAS MAFUYU!! TENEMOS QUE HABLAR!!

Mafuyu: no tengo nada que hablar con usted Uenoyama-kun! Déjeme en paz!!

Ambos corrieron y corrieron por toda la sede. Ambos estaban agitados..

Uenoyama: un descanso.. estoy exhausto... -exhalaba rápidamente

Mafuyu; yo igual...-su corazón latía a mil por hora estaba súper cansado.

Uenoyama: mejor?

Mafuyu asintió y siguió corriendo, hubiera seguido así si un rubio no lo hubiera tomado.

Yuki: bien bueno a dónde vas con tanta prisa naranjita?-dijo para alzar al rubio en el aire

Mafuyu: Suelteme Yoshida-kun!

Yuki observó al pelinegro venir tras él

Yuki: a que juegan? También puedo unirme??

Uenoyama: tú idiota baja a Mafuyu!!!

El rubio hizo caso omiso y ahora era él la persona que corría pero con Mafuyu en brazos.

Uenoyama: devuélveme a Mafuyu!!!

Yuki: JAJAJA si me alcanzas te lo quedas—dicho esto seguía corriendo como un loco por el instituto

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Mientras tanto había cientos de alumnos que observaban la gran persecución entre el pelinaranja y el pelinegro, para luego pasar a observar a un rubio con el pelinaranja en brazos mientras el mismo pelinegro los perseguía.

Itaya: Ueki, ahora sí estoy convencido Sato se tiene algo con Uenoyama

Ueki: y ese rubio también mira nada más como corre con Sato

Waka: chicos él no es cualquier chico es alguien importante para Sato—dijo la azabache para observar a los dos rivales aún persiguiendose

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De tanto correr el rubio se detuvo y observó cómo un pelinaranja fuera de sí estaba mareado.

Yuki: te sientes bien naranjita?—dijo para chocar frente con frente con Mafuyu— si estás bien, ahora dime que tienes tu mochila—el pelinaranja no dijo nada—bueno no importa, porque nos fugamos!

Mafuyu: Yoshida-kun estás loco, bajeme, bajeme o lo golpeo—amenazo pasivamente Mafuyu

Yuki: con esa fuerza dudo que me hagas algo, y bien nos vamos?

Uenoyama: tú no te vas a ninguna parte, sueltalo Yoshida.

El rubio entre risas lo dejo en el suelo, el pelinaranja se sacudió la ropa y tomo aire.

Nuestro Error (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora