Cap XXII

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No se expresarme bien, los demás con tanta facilidad, ¿Porque yo no puedo?

El sol alumbraba con su mejor rostro, y tres muchachos caminaban con tranquilidad entre risas y burlas.

Mafuyu: les diré a quien escogí en unos días, espero lo entiendan, y no dejen de ser amigos, por favor.

Ambos chicos se vieron para rascarse las nuevas mientras reían.

Yuki: en lo personal no me molesta, me encariñe con este tonto– dijo el rubio mientras se cubría por la ventisca fría. No tenía puesto una camiseta pero si un ligero polar sin mangas.

Uenoyama: lo mismo podría decir, de todas formas ya me estaba rindiendo– el pelinaranja lo vio con tranquilidad, valdría la pena.

El silencio se hacía presente mientras el parque de iba haciendo cada vez más cercano.

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Un azabache de ojos bicolor seguía en aquel sotano donde tenía todo lo relacionado a su pequeño amado. Ya no faltaba mucho. El plan seguiría en pie. No pensaba parar.

Routa: Kasai, prepárate con el dinero o créeme te irá mal. Muy mal, por ahora ten de por hecho que Ritsuka ya es tuyo. Tengo un plan perfecto.

Kasai: espero sea así maldito feno–

El azabache colgó la llamada para seguir sumergiéndose en ese pequeño espacio, donde la felicidad para él era sumamente brava. Y sus deseos hacia aquel niño eran más fuertes.

X: me das asco, ¿sabes?– soltó una voz ronca de un hombre de no más 40 años– pero saber que veré a ese pequeño nuevamente es lo que no me hace odiarte–esbozo con un pequeño suspiro.

Routa: viejo estúpido, de por mi te mataría, no entiendo porque te tuve tantos años aquí– esbozo igualmente el azabache con molestia– aparte mi Mafuyu ni siquiera querrá verte, debe odiarte.

X: Mafuyu no odia estúpido, solo debes tener todo bien claro, y evitar hacerle daño, quiero verlo bien

Routa: eres el primero en hacerle daño a lo que me dijiste– el azabache rodó los ojos mientras se aferraba a un peluche con forma del pelinaranja

X: ya te he dicho que estoy arrepentido, y si no hubiera sido por mí ni siquiera sabrías que él era el chico que buscabas desde años– el hombre tenía los cabellos naranjas oscuros.

Routa: mira viejo, si no fuese que seas una pieza clave para mí, te habría matado– rápidamente saco de su bolsillo un revólver apuntando al hombre– Kohaku Sato...

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Tres jóvenes se divertían en el parque, como si fueran niños se divertían a la par en los columpios.

Mafuyu: Uenoyama-kun empujame de nuevo– menciono con calidez al pelinegro que inmediatamente lo empezó a mecer en la pequeña atracción.

Uenoyama: ¿está bien ahí? ¿O quieres ir más alto?– Mafuyu volteó con una mirada brillante.

Mafuyu: ¿Se podía ir más alto?– el pelinegro carcajeo mientras lo empujaba Lara que gane más altura, el rubio bajándose del lugar lo detuvo.

Nuestro Error (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora