VIII

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– ok, dime... ¿ahora quién?

– bueno – dijo distraída – Hmm... ella... ella quiere ser entrevistada hoy día

– no – se quejó

– sí – afirmó también con disgusto

– no – dijo serio

– dice que quiere que pase el huracán lo más antes posible – exageró Kelly, Brener en respuesta, contestó entre risas – ja, ja, ja, ¿por qué se llamó a sí misma "huracán"?

– no tengo idea, creo que es por lo que pasó hasta ahora – explicó – si no fuera por ella, no estarías aquí, no estarías ayudándome y tu universidad no estaría cerrada

– ¿perdón? – preguntó atónito por ese último comentario. Kelly solo cerró la boca, acomodó su comentario por lo que solo invitó a Brener a irse de su departamento que quería hablar con ella primero.

El Umbreon solo aceptó y salió avisando que iba a volver más tarde o que ella le avise y toque a su puerta, ella aceptó y vio a Brener irse. Habían pasado 2 horas desde que se despertaron y desayunaron, sí, en la misma casa luego de despertar juntos.

– ok, tenemos que hablar

– mira – prometió Skyler – te ruego que me dejes estar con él, por favor

– ¿prometes que no le harás nada?

– Hmm... tal vez

– no aceptaré un "tal vez" – le dijo Kelly

– ok, ok... pero, no nos vas a seguir, o sea, te vas a quedar aquí

– no me importa, solo prométeme que...

– no me acostaré con él, no lo voy a besar, no le diré nada... te lo juro

– bueno, ok – suspiró

Ya en el departamento de Brener, él escuchó que alguien tocaba la puerta, él se dirigió a abrir, pero se detuvo a pensar si era buena idea abrirle, aunque no tuvo otra opción.

– buenos... ¿días?

– buenos días señor Brener – saludó Skyler alegre con los ojos vendados con una tira de franela agua marina – ¿cómo estás?

– ¿por qué traes los ojos vendados?

– es que... bueno – atándose más la venda, le explicó – bueno, creo que podré estar mejor así si no te veo, así me lograré controlar

– ¿controlar? – preguntó aun algo confundido por verla así – sabes algo, mejor vámonos rápido

Brener salió de su departamento algo incomodado por ver que Skyler iba a caminar a ciegas, pero solo aceptó ir de todos modos – Ouch – se quejó ella de dolor al golpearse contra la puerta del ascensor.

– oye, ¿está bien? – preguntó preocupado al ver que, literalmente, se había golpeado la cara, ella solo se sobó su nariz y le respondió – sí, tu tranquilo... no es nada – aseguró entre risa.

Brener ya le fastidiaba que ella esté así y pues, aparte de tener que llevarla de brazo y tener que guiarle cómo si realmente tuviera ceguera, al fin dijo lo que tenía que decirle, unos minutos antes de subir el autobús.

– oye, ¿por qué tienes los ojos vendados?

– ya me llevas haciendo esa pregunta muchas veces

– y lo seguiré haciendo si no me respondes

– no necesito darte una respuesta, solo que es necesario, eso es todo

– no lo es – negó Brener

Eevee Del 204 [Resubido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora