Han pasado aproximadamente quince años desde la coronación del Emperador "Jeon YoonGi". El bello omega de ahora treinta y tres años dio a luz a cuatro hijos, todos varones. Y actualmente se encontraba en estado de embarazo de un quinto.
Sin embargo...
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El sol finalmente hizo su aparición, anunciado con sigo la llegada del día y el alfa ya se encontraba consumiendo desayuno a gusto. Hasta que su lobo se despertó ansioso, pues esa noche por fin podria ver a su hermoso omega
"Puedes dejar de moverte como su tuvieras pulgas, lobo mugroso"
Pidió el peligro a su peludo compañero, ya que este no paraba de corretear; en un intentó de relajarse
"Y tú ¿puedes calmarte?, solo demuestro mi felicidad; después de estar tanto tiempo con ese omega"
Dijo con un poco de molestia el lobo, pues no se sentia bien al estar cerca de un omega que no fuera el suyo, por lo que la noche anterior no paraba de gruñir, pero su portador parecia ignorarlo
"Pues ahorra tu festejo hasta el anochecer, porque ahora es momento de trabajar"
Terminó con las ilusiones de su lobo
Una vez terminó su desayuno salió de su habitación, encontrándose a uno de sus hijos, lo cual lo sorprendió
-YoungSoo ¿qué haces levantado tan temprano? -cuestionó acercándose a su hijo
-Padre tenga buen día -sonrío, haciendo una reverencia -Una pequeña caminata antes de empezar el día, es bueno para rendir bien -ocultando la verdadera razón para sí mismo
-Es bueno ver que tomás en cuenta mis consejos -habló feliz por el actuar de su hijo -Iré a visitar a mi madre, estoy seguro de que ella se alegrará al verte ¿Gustas acompañarme?- preguntó con la clara intención de convencer a su hijo y al ver el asentimiento, entendió que lo consiguió
Es asi que, después de algunos segundos y una pequeña charla entre padre e hijo entraron a los aposentos de la señora que anteriormente era la encargada de dirigir el harem. Pero, por cuestiones de salud; ahora la encargada era Rose
A la mujer postrada en cama le brillaron los ojos al ver a su querido hijo y su nieto, porque realmente eran dos de las pocas personas que más quería
-Madre -saludo el alfa mayor, mientras dejaba un corto beso en el dorso de la mano de la mujer
En cambio el menor solo dedicó una bella sonrisa a la mujer y repitió el acto de su padre
-¿A que se debe esta hermosa visita? -sonrío la omega -Mis bellos alfas -terminó con los ojos llenos de lágrimas
Debido, a que ya tenia bastante tiempo que no veia a su hijo y el poder tenerlo en frente suyo la hacia muy feliz. Por otro lado, el joven YoungSoo era el propio reflejo de su hijo a esa edad, una edad en la que aun no habia tenido algún enamoramiento, una etapa sin problemas
Pero con el tiempo aprendió que todo en la vida tiene un final y esa epoca terminó, dando paso a una etapa llena de malos entendidos y problemas que la alejo no solo de Yoongi, sino de NamJoon. Es asi que perdió la confianza de sus dos únicos tesoros, y habia quedado completamente sola
Sin embargo ella atribuía su sufrimiento a un castigo que le fue impuesto por la Diosa Luna, para pagar todas y cada una de las maldades que realizó en contra de quiénes no eran de su agrado. Aunque sabia que unas simples disculpas no compensaria todo el mal que causo
Pero, con cada día que pasaba ella sentia su deceso acercarse más y más, por lo que, no podia darse el lujo de dejar las cosas así. Si eso pasará eso la haría arrepentirse y no la dejaría descansar
-Mirate nada más, eres igual a tu padre YoungSoo -sonrío con alegría la mujer
Aquellas palabras hicieron sonreír satisfecho al menor de los alfas, pues su padre era una inspiración para él
-¿Te cuento un secreto? -cuestionó la mujer, sabiendo que llenaría de curiosidad al pequeño alfa, el cual claramente asintió -Te pareces tanto a tu padre que hasta en el cortejo tienes las mismas elecciones - confesó mediante susurros que solo pudieron ser escuchados por el menor, que estaba tan sorprendido que sus ojos parecían haberse agregado en cuanto al tamaño
-Yo...
-No te preocupes por justificarte YoungSoo -tomó aire -Tengo ojos y oídos por todo el Harem y se de lo que habló -sonrío la mujer, pues sabia que al igual que su hijo, este lucharia por lo que quiere
Ella conocía a Yoongi mejor que muchos, pues ella lo crió y era bueno ver que su nieto tenia dotes similares; eso solo indicaba que Jimin había estado haciendo un buen trabajo en la crianza de los príncipes. ¿Entonces que estaba haciendo Yoongi?, ¿De qué se ocupaba que tenia tan descuidado a su omega?
-Solo espero que en el amor tomes mejores decisiones que tu padre alfa -concluyó la mujer observando fijamente a su hijo -Ahora debes ir a tus clases y por favor dile a Hani que espere unos minutos para entrar -finalizó de hablar con el pequeño alfa, quien inmediatamente la obedeció saliendo de la habitación
Una vez estuvieron completamente solos en aquella habitación de gran tamaño, la mujer observó a su hijo
-Me puedes explicar ¿Quéque es lo que estas hablando? -cuestionó molesta, pues como le mencionó anteriormente a su nieto ella tenia ojos y oídos por todo el Harem; en otras palabras, tenia mucha gente a su servicio que le otorgaban información acerca de los más relevante desde que comenzó a decaer
Por su parte Yoongi la observó con notable confusión
-Explicame ¿por qué tienes tan descuidado a tu omega? -volvió a cuestionar con molestia
Las explicaciones,y excusas salieron a flote, pero la mujer no era tonta y mencionando las palabras que jamás diría; recomendo a su hijo que buscase ayuda. Pues según su percepción Jimin ya habia sufrido demasiado, como para que él vaya y le ponga el cherri al pastel
Las palabras de su madre rondaron por su mente el resto del día. Hasta que finalmente se en encontraba adentrándose en la habitación de su omega, con la luna como testigo
Inhalo y exalo com fuerza una vez que tuvo a su omega frente a él, pues todas las palabras parecían haberse esfumado de su mente.....
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Asi es como concluye un capítulo más de esta bonita historia, espero les haya gustado
