🌟 Hope 🌟

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Mientras todo dentro del Palacio se derrumbaba un omega de cabello negro luchaba contra sus propios problemas

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Mientras todo dentro del Palacio se derrumbaba un omega de cabello negro luchaba contra sus propios problemas. El omega se encontraba escondiéndose de un hombre el cual conocía bastante bien y sabia que no se rendiria con tanta facilidad

El omega estba tan concentrado en escapar que no se dio cuenta que a unos pocos metros se encontraba un alfa esperando ya numerosos minutos por alguien. La distancia se fue acortando con cada segundo, hasta que ambos cuerpos colisionaron

El omega desde el suelo observó a un alfa de cabello castaño, que en aquel momento no pudo reconocer. Sin embargo, el alfa lo reconoció al instante, pues aquellos ojos marrones a pesar de expresar confución no podían emgañarlo

Sin perder tiempo lo ayudo a ponerse de pie, con preocupación intentó acercarlo a él, pero el menor se veia asustado, por lo que se alejó

-No tengas miedo, no te haré daño -habló con suavidad el alfa, pero el joven comenzó a retroceder -¿Qué haces aquí? Según recuerdo tu deberías estar en el Palacio -susurró

Pero de repente el omega salto en su lugar a causa del miedo por una tercera presencia en el lugar

-Disculpe si este estúpido le causó algún problema - el hombre tomó al pelinegro de la muñeca sin importarle hacerle daño -Levantate ahora -dijo con odio por la vergüenza que el omega estaba haciéndolo pasar, después observó al otro alfa y con el erróneo pensamiento de que compartían creencias habló -Usted sabe como es esto, estos inútiles omegas no sirven -dijo esperando la respuesta positiva del contrario, pero en lugar de eso lo único que recibió fue una mirada fue lo que recibió

El alfa castaño se acercó al omega que aún intentaba soltarse del desagradable agarré de aquél hombre. Esos bellos ojos marrones clamaban por ayuda, y él no tardo en responder al llamado, sugetandolo de la muñeca

-Es mejor que lo suelte -dijo entré dientes, al ver que el señor hacia caso omiso, simplemente lo empujó; obligándolo a soltar al omega para no caerse a la tierra

-¿Quién se creé? -habló con molestia el hombre, mientras recuperaba el equilibrio y posteriormente se acercó con la intención de sujetar nuevamente al omega

Pero no contaba con que el alfa se lo impediría, ocultando al omega detrás suyo

-Alejese o se arrepentira, este omega es mio -decir aquello le otorgó una sensación agridulce en su garganta -Así que a menos que quiera meterse en problemas lo mejor es que lo deje en paz  -ordenó el castaño con rabia, tal vez no sabia lo que le sucedió al omega; pero no lo dejaría en manos de gente que solo quiere dañarlo

Aquellas palabras asustaron al alfa mayor y provocó que se alejó del lugar, dejándolos en paz. Aquello permitió que el alfa castaño sintiera como el joven pelinegro que se encontraba tras suyo temblaba, por lo que se giró

Con una sonrisa no dudo en abrazarlo en un intento de calmarlo, sin saber que no solo logró su cometido, sino que también pudo sentir aquel exquisito aroma a uva que desprendía el contrario y que como con cada segundo este se volvía más dulce; lo cual le hacia regocijarse en aquella calidez y confort que le daba

DEL OTRO LADO DEL PALACIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora