Han pasado aproximadamente quince años desde la coronación del Emperador "Jeon YoonGi". El bello omega de ahora treinta y tres años dio a luz a cuatro hijos, todos varones. Y actualmente se encontraba en estado de embarazo de un quinto.
Sin embargo...
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Todo parecía estar mejorando y ambis príncipes parecían estar llevándose mejor desde aquel discurso de su padre omega. Pero, aún el mayor de los príncipes no sabia con exactitud como recomponer la situación de incomodidad y desconfianza que se mantenía latente de su relación con YoungSoo
Por lo tanto, había estado recibiendo los valiosos consejos de alguien que con el pasar de los días le demodtro au lealtad y sinceridad, además de su amistad. Las manifestaciones sinceras de aquellas características de forma sincera no eran muy comunes en el Palacio
Es por eso que decidió confiar en esa persona, además de que todos y cada uno de sus consejos habian funcionado a cabalidad y de la mejor manera. Aquella persona era bastante positivo y siempre encontraba una solución a los problemas
Sin embargo, gracias al neutralizador no pudo sentir el aroma, pero en las cortas charlas que tuvieron llego a la conclusión de que era un omega. Pues en muchas ocasiones salía a relucir su parte sumisa
Ahora se encontraba en el establo admirando a las majestuosas yeguas del lugar, y a aquellos pequeños potrillos que al tener poco tiempo de haber nacido ya se aventuraban a caminar y aunque con pasaos torpes avanzaban
El sol estaba en pleno descenso, dando paso a un atardecer hermoso. Pronto llegaría la noche, pero a DaeHyun no le preocupaba en lo absoluto, él seguía esperando a aquella persona con una sonrisa regularmente bella, pues se asemejaba a un corazón
Después de unos cortos segundos escucho el sonido de unos pasos, por por que giro sobre sus talones y poder contemplar a quien habia estado esperando
Por su parte, aqulla persona hizo la reverencia correspondiente y se acerco al príncipe con una mueca de dolor
-Príncipe es bueno verlo nuevamente -sonrio -¿Cómo ha estado? -cuestionó suavemente
-Bien, y ¿tú Jung? -la pregunta era directa, pero esperaba que la respuesta a obtener fuera sincera, pues últimamente habia estado notando que con cada día que pasaba aquella persona estaba un poco con ciertos cólicos, que cada vez eran más fuertes
-Gracias a la Diosa Luna estoy bien -sonrío, a lo que únicamente el menor asintió aún con preocupación -Y.... ¿estuvo pensando en lo que hablamos la vez pasada? -cuestionó con.genuino interés
-Si -susurró para ver como sus manos se volvían puños, pero segundos después la tensión se alejaba de su cuerpo -Y... ya estoy listo -dijo firme, pues ya estaba listo para dar el siguiente paso para mejorar la relación con su hermano
-Perfecto -elevó la voz emocionado e hizo un corto baile un tanto extraño pero divertido a la vez, logrando hacer reír al menor del lugar
-¿Por qué hizo eso? -cuestionó sonriente el menor
-Porqué es algo de celebrar, el hecho de que usted este listo para mejorar la relación con su hermano hay que celebrarlo y ese es mi baile de celebración -sonrío
