Han pasado aproximadamente quince años desde la coronación del Emperador "Jeon YoonGi". El bello omega de ahora treinta y tres años dio a luz a cuatro hijos, todos varones. Y actualmente se encontraba en estado de embarazo de un quinto.
Sin embargo...
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El sol inundo por completo el interior y exterior del Palacio y Jimin no podia calmar su llanto, se seguía aferrandose al cuerpo ya frio y palido de su bebé
-Jimin tienes que separarte del pequeño Sook -dijo secandose las lagrimas su mejor amigo, a lo que el nombrado negó
Sin esperar a alguien que pudiese deterlo o hacer caso a los llamados de sus amigos se dirigió a paso rapido a una habitación que no se encontraba tan lejos de la suya y que gracias a Rose conoció. No le importaba nada en esos momentos, tampoco estaba pensando las cosas como debia ser, únicamente comenzó a actuar
La acciones parecian ser en automático, y solo habia una cosa en su mente, venganza, queria hacerle sentir dolor a quien para él era el culpable del desceso de su pequeño e inocente cachorro. De su pequeña criatura, que no tenia culpa, que jamás lastimó a alguien
Era difícil para el entender como alguien no podía por lo menos sentir el minimo de empatía, pudor o compasión por un pequeño cachorro. Pero él no dejaría las cosas así, esa persona pagaría las consecuencias y no le importaba hacer justicia por mano propia
Apenas llego a la habitación abrió la misma sin aviso, asustando a quien estaba su interior. El omega de pelo negro salto en su lugar ante el estruendoso ruido de la puerta al colisionar con la pared
Fue en cuestión de segundos, en los que ya tenia en frente suyo al rubio y por reflejo protegió su pecho con sus brazos. El pelinegro estaba asustado por no saber que hacia allí el rubio
En un abrir y cerrar de ojos lo único que el pelinegro sintio fue su espalda estamparse contra el suelo lastimandolo. Mientras observaba como el rubio se subia sobre el, con una pierna acada lado, inmovilizadolo
Las acciones del rubio fueron tan rapidas que el contrario no pudo defenderse, pues no le dio tiempo. Y lo único que podía sentir eran las manos del omega al rededor de su cuello, haciendo una fuerte presión sobre el mismo
El aire comenzó a dejar de llegar a sus pulmones. Miemtras el cintentaba vanamente retirar las manos del contrario. Clavaba sus uñas en los brazos y manos ajenas en un esfuerzo de sujerarlas y alejarlas, pero todo era esfuerzo era en vano
La vista del omega pelinegro comenzó a fallar, ya no veía nitidamente. Pero aún asi, podia distinguir perfectamente aquellos ojos llenos de irá
-Mereces morir -dijo con rabia el omega de ojos azules, mientras sentia que el agarre del contrario era cada vez más débil, pero el pelinegro lo escuchaba tan lejano que no logró entender muy bien las palabras
Hasta que finalmente el agarre se volvio nulo y las manos del omega ayeron al suelo. Aunque eso no aflojo la presión que Jimin ejercía sobre su cuellos
Mientras tanto en la habitación del Emperador, este se encontraba tratando de secar sus lagrimas con las manos. Pero todo era inútil, como si no hubiese suficiente el haber pefdido a su madre hace nada de tiempo