Han pasado aproximadamente quince años desde la coronación del Emperador "Jeon YoonGi". El bello omega de ahora treinta y tres años dio a luz a cuatro hijos, todos varones. Y actualmente se encontraba en estado de embarazo de un quinto.
Sin embargo...
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Los minutos pasaban sin respetar el dolor que del alfa. Pero lo único que Yoongi podía hacer era llorar a sabiendas de que eso no codificaría el pasado
El triste alfa se encontraba con los ojos hinchados y rojos de tanto derramar lágrimas, su único lugar de calidez era la posición en la que se encontraba, pues su cabeza estaba apoyada sobre los muslos de "su omega". Sin embargo, el rubio no le daba ni una caricia, pero ¿eso era lo que se merecía?
Aquel comportamiento no era propio del rubio, no era así como lo recordaba. Él necesitaba a aquel bello y sonriente omega, a quien no le importaba dar afecto si alguien lo necesitaba; pero al no encontrarlo decidió cerrar sus ojos, en un intento por dar vida a aquel bello omega al menos en sus pensamientos
Por su parte Jimin por su parte se tuvo que abstener en numerosas ocasiones para no pasar sus pequeños dedos por sobre la suave cabellera del alfa acostado sobre él. No era aquella escena que acontecía frente a sus ojos lo que tenía planeado cuando sacó al alfa de esa habitación
Por una parte, su lobo pedía que le diese consuelo a su destinado, pero él no se lo permitía a sí mismo, no podía caer otra vez. Pero cuando sintió que el pelinegro dijo de moverse asumió que se durmió, ignorando por completo que no era así
La situación le preocupaba y aunque intentase auto engañarse con la idea de que con su presencia sería suficiente para ayudar al alfa, la realidad era que solo estaba consiguiendo sentirse incomodo con su actuar; pues él no era así. Y fingir algo que no era en esos momentos lo estaba consumiendo por dentro, no podía negar su naturaleza.
Pero ¿Qué debía hacer entonces? ¿Seguir sus instintos y comportarse de la misma forma en la que siempre lo hace?
Después de todo el alfa estaba dormido, ¿Qué podría pasar?
Con los segundos pasando el omega inhalo profundamente, lleno sus pulmones y diafragma de aire para después soltarlo lentamente. Con delicadeza dirigió su mano izquierda hacia la suave cabellera de su acompañante y comenzó a pasarla pobre la misma con lentitud y gentileza
Si tan solo las cosas fueran como antes, cuando aún entre ambos reinaba aquel bello sentimiento, el omega estaba seguro de que todo sería más fácil y no existiría esta barrera de que ambos habían construido, la cual obstaculizaba la interacción entre ambos
-Si tan solo las cosas no hubiesen cambiado ahora mismo no dudaría en abrazarte y consolarte –susurro con nostalgia mientras seguía con su pequeño trabajo
Al escucha aquella frase el alfa soltó un pesado suspiro, pues sabía que era cierto, si él no se hubiese alejado, ni tratado mal su bello omega en primer lugar de seguro el rubio le estaría entregando todo su cariño. Pero, aun así, allí estaba, a su lado y lo más importante cuidando de que no haga ni una estupidez
Aquellas acciones le decían que le importaba. Entonces lo entendió, comprendió lo estúpido que fue al tratar tan mal a aquel hermoso omega que la Diosa Luna le había regalado para compartir su vida juntos
