Han pasado aproximadamente quince años desde la coronación del Emperador "Jeon YoonGi". El bello omega de ahora treinta y tres años dio a luz a cuatro hijos, todos varones. Y actualmente se encontraba en estado de embarazo de un quinto.
Sin embargo...
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Los besos duraban cada vez una cantidad mayor de tiempo, y los chasquidos que salían al encontrarse los labios de ambos eran cada vez más sonoros
El miedo de Hoseok se fue transformando poco a poco en pasión y necesidad, si necesidad de tener cada vez más cerca suyo al alfa. Estaba consciente que lo más probable era que este haciendo mal las cosas y posteriormente se arrepienta
Pero el calor de su cuerpo no le iba permitir frenar lo que estaba a punto de pasar. Asi que sin meditarlo detenidamente repartia suaves cariacias a lo largo de de la blanquecina espalda del alfa, disfrutando de la suavidad de su piel
Todo estaba yendo de forma apresurada, pero eso a ninguno parecia importarle, solo gozaban de su compañia mutua. Hasta que el más palido se alejó de los labios contrarios para hablar
-Hoseok...
El pálido se interrumpió asi mismo para contemplar aquellos ojos marrones que tenían un gran brillo, el cual reflejaba todo el deseo que tenia por el otro. Tragó con dificultad, pues el también tenia aquel deseo de probar su cuerpo, conocerlo más allá de los límites permitidos
Sin importar nada continuó repartiendo besos, hasta que estos llegaron al delgado cuello del joven; en donde el aroma habia buelto a ser completamente dulce. Sin tiempo para perder, tomó al omega de las caderas y lo alzo, para después depositarlo sobre las suaves frasadas de su cama
En el corto trayecto el omega se se deshizo de las prendas de la parte superior de su cuerpo
Los segundos pasaban con rapidez, al igual que las demás prendas del joven eran quitadas de su cuerpo, dejándolo completamente expuesto. Y el aroma de ambos de mezclaba en el aire, haciendolos perder aún más en sus deseos por el otro
Pero, lo que ambos ignoraban era que alguien se encontraba al otro lado de la puerta, cubriendo su boca con una de sus manos. Ya que, no podia asimilar lo que suponia que estaba pasando al otro lado de aquella habitación
Sin siguiera esperar algo que confirme sus sospechas se fue del lugar con dirección a su habitación. A pesar de que el agua fluyente en la habitación le impedía escuchar lo que sucedía, aquellos aromas eran suficiente prueba
Una vez en su habitación se encontraba en frente del espejo, tan perdida en sus pensamientos que no notó el momento en el que su hija entró al lugar
-Madre -llamo la princesa
En ese momento la femina la observó, y asintió, saliendo de sus pensamientos
-Hani ¿qué sucede? -cuestionó la omega mayor
-He estado pensando en pasar más tiempo con mis hermanos y me gustaria ir mañana con ellos a cabalgar al bosque -informó -¿Puedo ir junto a ellos? -cuestionó suplicando
La femima mayor la observó sin intenciones de acceder, pero algo curso por sus pensamientos
-Hija, tu no sabes montar a caballo -afirmó la mujer