Han pasado aproximadamente quince años desde la coronación del Emperador "Jeon YoonGi". El bello omega de ahora treinta y tres años dio a luz a cuatro hijos, todos varones. Y actualmente se encontraba en estado de embarazo de un quinto.
Sin embargo...
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El sol se encontraba en el punto central, iluminando asi cada rincón del palacio. Jimin tenia sus pequeños ojos hinchados de tanto llorar
No sabía que más hacer para deshacerse, lo único que lo consolaba, era que sus hijos no podian ver como se desarmaba. Sus pequeños cachorros eran ahora lo más importante para él y el tenerlos bien tanto emocional, física y psicológicamente a cada uno se había convertido en su prioridad
Por lo tanto, lo que menos podia hacer era alejarlos de Yoongi, pues era su padre alfa, y era muy consciente de eso. Y eso le daba el derecho de verlos, cuidarlos y compartir junto a los cachorros; siempre y cuando los pequeños esten felices, sanos y salvos a su lado
Pero, su relación amorosa con el Emperador era otra historia, pues a pesar de los ruegos y lloriqueos que realizó su lobo durante toda la noche para que el rubio de retractara y vaya a disculparse y reconciliarse con su alfa
A pesar, de todo eso, e incluso sus propias dudas acerca de si tomó la decisión correcta; no se retractó. Pues no podía ser incoherente con su decisión. Aunque, eso no le quitaba el dolor y los recuerdos de cada uno de los bellos momentos que pasaron juntos
La pequeña SunHee estaba en sus brazos y cuando la elevó, acercandola a su mojado rosto. Entonces, la pequeña cachorrita lñevo sus manos a las mejillas de su padre, intentando limpiar sus lagrimas, pero esto solo provocó que el rubio soltara más lágrimas
-Lo siento -susurró abrazando el pequeño cuerpo con ternura y delicadeza -Te cuidaré mucho -sirvió su nariza, que ya estaba roja -Ustedes son mis más hermosos regalos -confesó refiriendose a sus hijos, para después darle un suave beso en su frente con todo el cariño
La puerta fue tocada con unos golpes suaves y apenas una de sus jovenes acompañantes la abrió, pudo ver un rostro familiar. La príncesa Hani hizo acto de presencia en la habitación, haciendo una reverencia
Con algo de torpeza Jimin limpió su rostro torpemente, para ocultar su pesar; que a pesar de los seis días que habían pasado no dejaba de estar alli
-Señor -sonrío con cierta tristeza por ver mal al rubio omega
-Hani siempre es bueno verte, ¿qué haces por aquí? -cuestionó
-Vine a... -tragó saliva -Vine a conocer a la pequeña SunHee, solo si esta de acuerdo -bajo la cabeza
El omega sonrío con ternura, pues al fin y al cabo, la joven princesa era hermana de todos y cada uno de sus hijos. Por lo mismo, él no era quién para prohibirle estar con ella
-Claro, no hay problema -extendió a la pequeña que tenia en sus brazos
-Es hermosa -susurró la joven con una bella y sincera sonrisa -Tan hermosa como usted -apagó al omega, quién solo agradeció
En eso, un llanto resono en la habitación habitación y el rubio sin perder un segundo fue con dirección a la cuna de su pequeño hijo. Apenas lo observó, el bebé estiro sus cortos abracitos; para que su padre omega lo alzará y asi lo hizo
