Capítulo 12 ⸙

1.7K 82 3
                                    

Me dirigía a la casa de Marc, pensando en lo mal que desperdiciaria esta tarde. Podría estar descansando en mí pieza, dejando que se cure mis heridas anteriores o hacer algo más productivo.

Aparte que toda la mañana intente llamar a Chase pero no me hacia caso alguno, hasta que me designe, capaz ya lo estaba molestando. Quiero saber si mi hermano va a venir o no, pero como es muy estupido no me deja si quiera saber si la respuesta es negativa.

Toque el timbre que estaba pegado a la enorme puerta de lo que parecía ser la casa de Marc. No hacía no falta ni preguntar donde era su casa, todo el instituto ya lo sabía, es el lugar más icónico para armar fiestas.

-Buenas tardes ¿que desea?- pregunto alguien sacándole de mis pensamientos mientras abría la puerta. ¿Cuanto dinero tiene esta gente?

-Buenas tardes, quisiera ver Marc, quede con él esta tarde para hacer unos trabajos del instituto- le respondí cordial.

-Dejeme preguntar- cerró la puerta en mi cara y volvió a los cinco minutos, donde no cambié mi cara de disgusto- me dijo que si podía pasar, adelante.

Se hizo a un lado y me dejó pasar, dejando ver un hermoso jardín con una mini fuente y flores bellas. De un momento a otro me sentí en la casa de una especie de rey.

-Puede esperar aquí hasta que el joven Marc baje y lo acompañe él- dijo sin más y se retiró.

Donde encontraba no era lo menos tampoco, era un enorme techo con varias pinturas en las paredes, había una infinidad de puerta y una escalera hermosa de forma de caracol que al parecer te llevaba a lo más alto. Me sentía en un palacio.

-¡Beb!- me llamó alguien abatido, Marc.

-Mierda Marc, ¿cuánto dinero manejan tus padres? Esto es maravilloso.

-La verdad no es gran cosa, es un mansión que pasa de generación en generación pero cada generación daba su toque ideal, por eso ahora esta muy extravagante.

-Pues cuidaron muy bien de su mansión- dije mirando el techo y la pinturas colgadas a la pared.

-¿Ya vamos a empezar? Es mejor que no vayamos en mi habitación, me siento mucho más cómodo allí- me dijo y yo asentí, por un momento me había olvidado la razón de estar en este lugar.

En el camino a su habitación sentía las ganas de salir corriendo que ahí. Soy muy torpe y puedo romper algo, seguramente la hormiga que paseaba por el suelo valía más que toda mi casa.

Cuando llegamos a su habitación me sorprendí. No era tan extravagante como el resto de la casa, no era ni grande ni pequeña, había varias fotos y cosas comunes. No espere que sea humilde, al parecer si lo era.

-Me gusta pasar más tiempo en lugares acogedores- se encogió de hombros, al parecer notó que estaba sorprendida por su habitación.

-Eso es genial... muy bien empecemos- de ese modo me puse enseñarle lo que a mi parecer era lo más sencillo de todo lo que el tarado no sabía: Ciencias.

Para mi sorpresa entendía todo muy rápido y prestaba atención lo que que ayudó a que terminaríamos rápido de hacer todo.

-Wow, no pensé que fueras un buen alumno- y era verdad.

-Si bueno, la verdad cuando estoy en clase es más difícil entender todo cuando lo explica un profesor amargado que no tiene paciencia en las cosas que cuando tu me explicas todo excelente,eres muy buena profesora- me sonrió amable.

Nunca en mi vida esperé escuchar esas palabras de parte de Marc, y no eran las palabras en sí, sino con la intención que lo dijo, nunca vi este lado de Marc.

-Gracias, supongo. No conté que fueras a entender todo muy rápido, ahora no tengo nada que hacer- suspire y me tire en su cama como si fuera la mía.

-Podemos hablar, conocernos y pasar el rato, yo tampoco tengo algo que hacer- se encogió de hombros.

-Muy bien.

Empezamos a preguntarnos cosas básicas, como el color favorito, nuestros gustos personales, nuetros pasatiempos, contando historias y demás. Claro está que si preguntaba algo demasiado personal o que implicara a mi "doble vida" mentía, yo ya tenía una vida preparada detrás de todo lo que se sabía realmente.

Se trataba que era una niña huérfana que vivía con su tía, hermana de su padre. Mi supuesta madre murió en el parto y luego de unos años mi supuesto padre murió por un infarto. Era hija única y no tenía casi ningún otro familiar, y los que tenía no se contactaban conmigo.

Es una historia más sigilosa, una que me ayudó para que la gente crea que tenía una vida común, la gente no me preguntaba mucho de mi vida privada después de todo, se quedaban callados a al escuchar que era huérfana. Cosa que de cierta forma me daba risa, supongo que lo hacen por respeto o algo así.

-A ver- Marc rasco la barbilla mientras miraba el techo, devolviendome al mundo y alejandome de mis pensamientos- ¿Haz tenido novio en algún momento de tu vida?

-Bueno, la verdad que salí con varios chicos- dije pensando en las misiones que implican algo por el estilo- pero nunca salí con alguien formalmente ¿y tu?

-¿Y nunca te haz sentido atraída por alguien?- me pregunto ignorandome completamente, rodé los ojos.

-Tampoco.

-Si te soy sincero tu y Marcos hacen linda pareja ¿no quieres intentar algo con él?- eso me tomo totalmente desprevenida.

¿Como se le ocurre algo así? Eso era muy descabellado, hasta me podría dar risa pero de todos modos era muy raro.

-¿Porqué piensas eso? Tal vez en futuro solo seamos amigos- le dije simple.

-¿No te gustaría estar con él?- ya me estaba poniendo nerviosa y el idota seguía y seguía.

-No, no, no, para nada- el nerviosismo era evidente en mi voz.

-Actuas raro, Beb ¿acaso Marcos te gusta?- ¿pero de dónde saca esas cosas?

-¡¿Qué?! ¡Claro que no!- me levante de su cama, vi que ya estaba en su casa un hora y media, me tenía que ir de inmediato- será mejor que ya me vaya.

-No te quería incomodar...

-¡No es eso! Solo que ya es tarde y no quiero ser una molestia, ya pasé mucho tiempo aquí.

-No eres una molestia- frunció el ceño y solté un risa nerviosa.

-De todos modos, me voy- cruce la puerta y me despedí, dando por terminado el día.

Pov. Marc.

Ne sentía un poco molesto por que se fue Beb, sin razón alguna, desearía que se hubiera quedado un poco más, me la pase muy bien con ella toda la tarde aparte que aprendí varias cosas del colegio, hasta ya me arrepentía por haberle preguntado sobre Marcos tan rápido, capaz ella se sintió incómoda y no quiso pasar más tiempo aquí.

Esperen... ¿Qué estoy diciendo? ¿Desde cuando quiero que Beb pase más tiempo conmigo? ¿La acabó de conocer y ya la trató así? ¿Que me pasa? Claramente se me zafó un tornillo.

Dejando eso de lado  la razón de mi insistencia con lo de Marcos es porque fue idea de Lila. Fue su idea que Beb sea mi tutora, para así yo poder sacarle cualquier cosa.

Y por mí criterio actuo muy nerviosa. Si te emparejan con alguien que no conoces no te importaría ¿cierto?. Si la conoces te incomodaria o te podrías nervioso.

Ella actuó muy raro, pero al parecer ella siempre actua raro.

¡¿La Nerd Es Espia?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora