Mamá canta mientras miro por la ventana acostado en la cama. Las luces se prenden en el cielo, los coches encienden el suelo y los focos de grandes edificios se confunden con las estrellas. Un coche rojo se estaciona afuera. Los autos al pasar acompañan la dulce canción de mi mamá; su canto es lindo, su voz es linda, mi mamá es linda. Un hombre se asoma al cuarto, él llama a mamá con la mano, llama a mamá para que salga del cuarto y la llama con mucha prisa. Ella calla, lo miro mal por separarla de mí, por hacerla sacarle ese feo gesto en su linda boca. Mamá aprieta mi mano, como diciéndome que volverá. El hombre la llama molesto, molestando a mi dulce y cansada mamá. Ella sale y yo la miro hasta que se va. Mamá ya no me hace caso desde hace meses, mamá solo le hace caso a él y cuando recibo su dulce cantar, el hombre llega y se la lleva. Ellos salen de la casa, se van a otro lugar, a una cita según mamá. Mamá dice que lo necesitamos, pero solo me necesita a mí.
Triste y solo, el silencio me molesta, pide que una voz que lo llene de dulzura, de amor, de la voz de mamá, del canto de mamá, de las palabras de mamá. Mi voz no lo llena, suena rara, no es lo que quiero. Suena tan diferente que no encaja con la música que llega de los cielos, que llega de la ciudad, que llega del resto de la casa. No se siente como los suaves silbidos que se escuchan en la distancia y no bailan con los olores que se encuentran en el cuarto, formando una imagen con las palabras, como lo hace el cantar de mamá.
Pero el silencio sigue, el olor a madera, a tierra, a talco, a juguetes, no bailan con mis palabras, no forman la imagen que quiero, no forman ninguna. Toco el suelo, ahí presente a mi lado, intentando buscar las palabras, la letra de una nueva canción o tal vez algo que por descuido se le cayo a mi mamá, para ponerlas en mi boca y cantar como ella, con esa voz dulce, esas palabras extrañas que seguramente sean mágicas, de esa magia que te hace olvidar. De repente siento algo en las yemas de los dedos, deben ser parte de la canción que mamá olvidó, porque me acuerdo de algunas frases. Cantó.
Me despierto por causa de un ruido, me doy cuenta que mamá esta en el cuarto, como siempre llega llorando. Salgo de la cama para abrazarla, protegerla. Mamá me abraza fuerte, veo sus brazo nuevas manchas moradas, yo le pregunto por ellas, mamá me responde que se ha caído, yo no le creo. Pregunto por él, ella contesta que no importa, que no lo volveríamos a ver, que ella solo me quiere a mi. Canto para calmarla y ella como puede, canta para mí. Cantamos hasta que se duerme, me entristece verla así, pero yo sé que él volverá a aparecer, ella se irá con él y yo no podré hacer nada para evitarlo.
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De amor y otras muertes
RandomEsta es una colección de cuentos que he escrito sin un fin y por el gusto de escribir, por lo que exploro diferentes temáticas y técnicas de narración. Advertencia: Los cuentos son totalmente independientes por lo que se pueden leer en cualquier or...