3 meses después
-¡Mira Kara! Oh sí, eso es perfecto, ¡oh Dios mío, tienes que ver esto!- me reí con entusiasmo, mi pulgar pasando de una foto a la siguiente, admirando las instantáneas perfectas que había tomado de mi esposa en el agua. Junto a un delfín llamado Lola.
Ella se veía tan feliz. Pareció casi ahogarse con su chaleco naranja gigante, pero la señora de 'Dolphin Therapy' me aseguró que ella y Lola cuidarían muy bien de mi esposa.
-¡Lena, deberías volver adentro y guardar esa cámara!- me dijo, riendo, y pude ver la alegría en sus ojos. Esa chispa que no la había abandonado desde el día en que nos dijimos "Sí, quiero".
Llevábamos casadas tres meses y, aunque Kara estaba demasiado débil para viajar a cualquier parte durante nuestra luna de miel, habíamos intentado disfrutar cada día al máximo. Habíamos decorado juntas su silla de ruedas y la había hecho rodar por el parque, por el lago o donde ella quisiera ir. Lucy nos había revisado casi todas las noches, para asegurarse de que pudiera ayudar a Kara con el dolor.
Volví a la realidad cuando Lola arrojó un poco de agua en mi dirección, seguido por el sonido ridículamente lindo que pensé que debían haber sido risas tontas.
-Está bien, está bien, ya voy- le dije al animal, poniendo mi cámara de nuevo en mi bolso antes de subir con cuidado a la piscina.
-Ahí estás- susurró Kara, extendiendo su mano para que la agarrara, tratando de acercarme más. - Bésame.
Sonreí en el beso, disfrutando la piel húmeda de mi esposa por mi cuenta. Estaba feliz de haber encontrado la terapia con delfines, me di cuenta de que realmente estaba funcionando. Le permitió a Kara deshacerse de sus tubos de oxígeno durante una hora o dos y estaba rodeada de profesionales, lo que me hizo sentir mucho mejor con todo el asunto.
Kara también había insistido en que debería tomar terapia, fue difícil para mí aceptar la razón, ella quería que estuviera preparada para el momento en que el cáncer la venciera. Recuerdo haberme molestado con ella y gritarle que no se resignara, que tuviera esperanza.
Pero en el fondo, yo también sabía que tarde o temprano Kara ya no estaría más. El conocimiento de ello no lo hizo menos doloroso, pero traté siempre de empujar ese sentimiento lejos de mí, sabiendo que si me enfrascaba demasiado en él, no podría disfrutar de mí presente: mi esposa.
Uno de los empleados ayudó a Kara salir del agua y le entregó una toalla que ella envolvió alrededor de sus hombros, temblando. Se le puso la piel de gallina en sus delgadas piernas y sonaba como si le castañetearan los dientes, pero no pareció importarle.
-No puedo esperar por esta noche- dijo, tratando de reprimir la tos. -Va a ser mágico, Lee.
Sonreí.
Esta noche íbamos a ver los fuegos artificiales del 4 de julio en un helicóptero, algo que yo misma había organizado para nosotras. También pasamos una noche en el acuario de un colega y organizamos una alimentación privada de koala para Kara hace varios días. Había guardado la foto de Kara y el osito peludo en mi billetera desde entonces.
-Yo tampoco puedo esperar- le dije a mi mujer, frotándole los hombros con cuidado.
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Había sido un día cálido y soleado, no demasiado caluroso, e incluso ahora podíamos salir sin chaqueta y disfrutar de la suave brisa del verano en nuestra piel.
El copiloto nos ayudó a ajustar nuestros cascos y Kara tuvo que sonreír mientras me miraba con esa cosa verde gigante en la cabeza.
-Tenemos que tomar una foto ahora- me dijo mientras sostenía el teléfono frente a nuestras caras. -¡Sonríe!
Enviamos la selfie a Sam, Alex y Maggie quienes estaban cuidando a Tiger, agregando un mensaje corto.
A punto de tener una noche magnífica. Helicóptero. Fuegos artificiales. ¡Te extrañamos! ¡El amor está en el aire!
Recibimos una respuesta solo unos segundos después.
Las amamos chicas. Disfruten!
Agarré la mano de mi esposa cuando nos sentamos en el helicóptero, apretándola con fuerza cuando dejamos el suelo. El mundo debajo de nosotros se estaba haciendo más pequeño y la sensación era verdaderamente mágica y aterradora (al menos para mí, porque Kara parecía disfrutarlo demasiado)
-Mira a tu alrededor Lee, esto es absolutamente fantástico.
Y lo hice.
Estábamos colocados a una distancia segura cuando nuestra vista de repente se llenó de explosiones de color, la música que habíamos elegido de antemano zumbaba en nuestros oídos a través de nuestros auriculares.
Una ola de emoción atravesó a Kara mientras me miraba, las chispas de colores se reflejaban en sus ojos.
Había olvidado el dolor, había olvidado el nudo que solía sentir tan apretado en el pecho. El tiempo se había detenido. Esta se estaba convirtiendo fácilmente en la mejor noche de nuestras vidas.
-Te amo Lena
Sonreí.
-Yo también te amo, Kara Danvers.
Seguí acariciando su mano con mi pulgar durante todo el espectáculo, mientras ella saltaba con entusiasmo en su asiento cada vez que un escenario especialmente hermoso pintaba el cielo frente a nuestros ojos.
Aterrizamos sanas y salvas después de un rato y el piloto ayudó a Kara a salir del helicóptero. Su silla de ruedas ya la estaba esperando y no podía negar que pronto necesitaría un poco de oxígeno fresco.
-Sin embargo, hay una cosa que debemos hacer primero- dije con una sonrisa y sus ojos se llenaron de lágrimas al ver las dos linternas flotantes que uno de los miembros del personal ya había preparado mientras estábamos en el aire.
-Una manera perfecta de terminar esta noche. ¿Verdad Cariño?
Ella solo asintió mientras se limpiaba las lágrimas.
Cada una de nosotras agarró uno de los pequeños globos aerostáticos y señalé el pequeño trozo de papel que estaba pegado a ellos.
-Escribe un deseo.
Kara parecía agradecida cuando le entregué un bolígrafo. ¿Cuál era la posibilidad de que estos deseos se hicieran realidad? Sabía que probablemente no tenía sentido desear una vida larga y saludable, pero tal vez, si jugaba bien mis cartas, un poco de fe podría hacer que todo fuera posible. No es que fuera precisamente alguien religiosa, pero el conocimiento de que puedas perder a la persona que amas, simplemente agrega perspectiva a tu vida.
Miré a Kara de nuevo, estaba garabateando algo en su papel con entusiasmo, su lengua sobresalía en concentración.
Tenía lágrimas en los ojos cuando encendió la pequeña vela dentro del globo.
-A la cuenta de tres... - dije.
Y tres segundos después, las linternas comenzaron a flotar, bailando juntas en el cielo antes de desaparecer lentamente en la distancia.
-¿Qué deseabas? Espera, ¡no me lo digas o no se hará realidad! - exclamó, tomando mi mano.
Y quise decirle. Quise decirle había querido escribir "Tenerte en mi vida para siempre", pero "siempre" es algo tan subjetivo, que en su lugar escribí "Amar a mi esposa una noche más" porque al fin y al cabo el presente, nuestro presente, era lo único que importaba
Kara me miraba con una sonrisa triste, como si supiera exactamente cuál era mi deseo. Tuve que mirar para otro lado, cerrando los ojos mientras me mordía el labio inferior, tratando de ignorar el nudo en mi garganta y la punzada de dolor en mi corazón.
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The last breath of my heart
FanfictionEsta historia no me pertenece al 100%, es solo una adaptación/traducción de otro Fic. En esta historia Kara no es Supergirl, ni tiene nada que ver con el DEO Los personajes son totalmente propiedad de DC.