Capítulo 6 Ruptura ¡Formaremos nuestro propio equipo!

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Capítulo 6

Ruptura ¡Formaremos nuestro propio equipo!

El silencio se tomó por completo el complejo deportivo. Adriana, con cronómetro en mano, miraba con ojos desorbitados el resultado de la competencia.

...dos fracciones de segundo, sólo dos... sin embargo, esas dos fracciones de segundo marcaban a Julián Santos, el omega novato, como el ganador indiscutible de la carrera. Todos los miembros del equipo de natación estaban completamente estupefactos. William, con su cabeza fuera del agua y resoplando por el esfuerzo parecía el más desconcertado de todos.

—¡Sí! ¡Sí! —exclamó de repente Alejandro, saltando a la piscina para encontrarse con Julián. El resto de los chicos se acercó a la pileta y Julián pudo por fin encontrar, en el abrazo del Alpha, la sacudida que necesitaba para volver a la realidad.

¡Había ganado! ¡Por Dios, lo había hecho! ¡Había logrado lo que parecía imposible!

—Julián, esto es asombroso. No lo puedo creer —le felicitó Susana, abrazándolo apenas salió del agua.

—Amigo, eres un bárbaro —le sonrió Zully, abrazándolo también.

—Sabía que podías lograrlo —le acarició el cabello Daniel, mirándolo encantado.

Julián sonrió a todos y devolvió los efusivos abrazos. Cuando giró su cuerpo, en búsqueda de la figura de William, se encontró con que el chico aún permanecía dentro del agua y su cuerpo evidentemente temblaba. Sintió un gran placer al verlo así; derrotado y humillado. Nunca se había considerado una persona de malos sentimientos pero ese engreído y pedante chico había despertado su lado más cruel. Le gustaba verlo recibir un poco de su propia medicina; eso no era maldad, era justicia. De haber pasado lo contrario, seguramente ese idiota se estaría regocijando en su triunfo con todo su desdén. Pues bien, él haría lo mismo; se ufanaría de su triunfo y se lo restregaría en la cara.

—¿Qué pasó? ¿Ahora te comió la lengua el ratón? —le preguntó, acercándose. William alzó la mirada y lo fulminó con esta; con sus brazos intento hacer palanca para salir del agua pero su cuerpo volvió a fallar, ocasionándole un intenso dolor.

—¿William, te pasa algo? —se acercó Daniel, colocándose en cuclillas al borde de la pileta—. Ven, dame la mano —invitó, extendiendo su diestra.

—¡Déjame! —se opuso William, dándole un manotón como respuesta. Daniel frunció el ceño y se puso otra vez de pie.

—Entonces, sal como puedas —le devolvió, dándole la espalda.

—¡¿No entiendes?! ¡¿Es que acaso no entiendes nada?! ¡Me ganó! ¡Ese maldito omega me ganó!

William volvió a impulsarse con sus brazos y esta vez salió de la piscina en un solo movimiento. Con su cuerpo completamente en tensión se acercó peligrosamente a Julián, colocándose a pocos pasos de distancia. Julián no retrocedió, confrontándolo con su cuerpo y con su mirada. Daniel y Alejandro se acercaron al tiempo; presentían lo peor.

—¿Qué truco usaste para ganarme, omega idiota? ¡Contesta!

—¡Oye, no lo toques! —se interpuso Alejandro al ver que William le daba un empujón a Julián.

—William, ya basta... —le advirtió Daniel, con un brillo peligroso en la mirada. William olisqueó el aire y sintió un fuerte golpe de feromonas que lo paralizaron. Era muy extraño; como Alpha dominante que era, las feromonas de un Alpha mestizo como Daniel no deberían fastidiarle; ni siquiera ponerle nervioso. De todos modos, era la primera vez que Daniel usaba feromonas territoriales contra él y por eso estaba sorprendido. De repente, otro olor se sobrepuso al de Daniel y tanto él como Alejandro voltearon a mirar.

Cruel summerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora