Capítulo 10 La fiesta

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Capítulo 10

La fiesta

El humo, las luces intermitentes y la música a todo volumen tenían a Susana un tanto mareada. La pobre había salido temprano de casa por recomendación de sus padres y había guardado hasta el último segundo la esperanza de no ser la primera de su grupo en llegar. Su deseo no se cumplió y en ese momento se encontraba sentada en un rincón con una bebida que se calentaba a cada instante. Quería que la tierra se la tragara y lo peor era que entre tanta gente desconocida se sentía bastante insegura. Le encantaban las fiestas, pero no sin su grupo de confianza a su lado. Siempre había sido de las personas que necesitaban un círculo de gente a su alrededor para tomar confianza. No era del todo tímida, pero sí bastante insegura fuera de su zona de confort.

—Parece que no te diviertes —Susana alzó el rostro y se encontró de repente con un chico alto de ensortijados cabellos castaños. Lo reconoció enseguida como uno de los chicos nuevos del sexto B; uno que había entrado al club de teatro al que ella solía pertenecer—. ¿Puedo? —preguntó el muchacho, señalando un pequeño espacio que sobraba en el sillón. Susana miró el lugar y asintió con rapidez. El chico se sentó y sonrió. En su diestra tenía también una bebida de cola que bebía despacio y a sorbos; tenía licor—. Tiene ron —admitió al darse cuenta que Susana había notado que la bebía despacio—. ¿Te gustaría una?

Susana se apresuró a negar con la cabeza. Si sus padres se enteraban que había estado bebiendo no la dejarían salir otra vez en su vida. Con modestia señaló su bebida sin terminar y sonrió tímida mientras bebía un sorbo. El recién llegado sonrió.

—Soy Manuel, por cierto. Mucho gusto.

—Susana.

Tenían que hablar casi a gritos para escucharse sobre el sonido de la música. Manuel parecía un chico simpático y extrovertido y al parecer había detallado en Susana desde que la vio llegar. De hecho, ya la había visto un par de veces en la escuela pero al verla rodeada siempre de tantos Alphas no se había querido acercar.

—¿Y tus amigos van a venir?

Susana asintió despacio. De hecho, ya se estaba preguntando lo mismo. Eran casi las ocho y treinta y no había rastro aún de ninguno de ellos. Por lo menos, ya no la estaba pasando tan mal.

—Si no estoy mal, tú te uniste al club de teatro, ¿verdad? —preguntó para retomar la conversación. Manuel dio un sorbo a su bebida y asintió. El ritmo de la música cambio.

—Así es, pero que tal si hablamos un poco más mientras bailamos. Me encanta esa canción.

Tomados de la mano, ambos chicos ingresaron a la pista de baile y se dejaron llevar por el ritmo de la música. Susana se olvidó por un rato de sus amigos, muy animada con su conversación con Manuel. Había algo de fascinante en tener que hablar con un extraño tan cerca al oído. También era genial estar tan cerca de alguien a quien no podías oler ni leer a través de sus hormonas.

Sí, así era. Manuel era un beta.

—¿Y entonces? ¿Eres amiga de Tere y Vivi?

Susana asintió. Teresa y Viviana también iban a estar en la fiesta pero tampoco habían llegado. Teresa muy probablemente llegaría con su novia, una Alpha universitaria de veinte años con la que llevaba saliendo hacía varios meses. Viviana, por su parte, muy seguramente llegaría acompañada de su hermano que pese a estudiar en otro instituto siempre era obligado a acompañar en todo a su hermana.

—¿Tu viniste con alguien? —preguntó esta vez Susana, alzando el rostro para ver a Manuel una vez superada la timidez inicial.

—Vine con Andrés y Jaime —anotó, dirigiendo una mirada hacia donde se encontraban los chicos.

Cruel summerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora