Pequeñas miradas, así había comenzado todo.
Miradas llenas de emociones y sentimientos que todavía no tenían un nombre como tal, pero lo que sí tenían era una presencia que empezaba a ser común en la vida de Bokuto y Akaashi. Una que empezó a ser muy regular.
Miradas curiosas y de admiración al principio, la primera dirigida hacia el misterioso pelinegro de cara seria y serena, la cual daba un cierto aire a esas muñecas con expresión perpetua y eterna. Realmente le consideraba un chico lindo, pero no se podía quedar solo con el adjetivo de bonito, pues consideraba que era mucho más, y no conocer por completo todas sus caras le impacientaba y generaba curiosidad. Verle mostrando emociones por los pasillos o aulas no era muy común, sobre todo por su gusto a las formalidades que le hacían ser educado con todo el mundo, dándole el título de estudiante modelo por parte de sus profesores y compañeros. Pero todo eso era diferente dentro de la cancha de volleyball. Él era otro, pues ese era el lugar donde pertenecía, el lugar donde podía dejarse llevar por lo que sentía. Donde mostraba su alegría al ganar, su voz vociferante en los puntos ganados en los peores momentos de incertidumbre por el desenlace. Su frustración, ira e irritación al perder contra alguien, su coraje al ver jugadores mejores que él, más talentosos o atléticos. Su pasión por querer ganar.
El segundo tipo de miradas eran dirigida hacia el de pelo grisáceo. Pues desde el momento en que lo conoció, comprendió que le admiraba. Precisamente cuando le vio jugar por primera vez, como si pusiera todas sus energías en cada uno de los remates que hacía, junto a su perseverancia de acero, la cual avanzaba como una gran ola, dejando de lado cualquier duda externa que pudiera recibir, quedando solo en pie su codicia y hambre de victoria. Y si había algo que le maravillaba ver, era como dejaba todo de sí y alma en cada partido, para mejorar y prevalecer más tiempo en la cancha, luchando junto a su equipo. Tal y como decía el lema de su equipo que ondeaba en cada partido acompañándolos. Le hacía pensar en su propia situación, y lo que él ofrecía. No sentía que pudiera darlo todo de manera tan intensa como Bokuto, pero podía intentar dar su propio cien por ciento. Le inspiraba a ser mejor, y esa era una sensación que le hacía estremecerse.
Pero eso no se quedó ahí, fue evolucionando a más.
Esas miradas furtivas y sutiles fueron adquiriendo una gama nueva de emociones a medida que pasaba el tiempo. Unas que ya empezaban a ser obvias para sus compañeros, pero menos para ellos mismos. Vistazos avergonzados cuando se cambiaban, llenas de adrenalina en medio de un juego, de quietud en los descansos, y de cariño al ganar. En los descansos y en los pasillos si se llegaban a cruzar podían llegar a hablar de cualquier cosa con tal de quedarse mirando por mucho tiempo, como una necesidad, y si no lo hacían, el otro podría desaparecer y no dejar rastro. O eso es lo que sentían.
Y nos les importaba lo que el resto pudiera decir, pues cuando se miraban, solo estaban ellos dos solos, en un mismo espacio y tiempo.
(550 palabras)
✎﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏
¡Hola! AHHHHHHHH, mañana sale la segunda parte de Haikyuu To The Top, i'm going to cry.
No puedo esperar a ver a mis bebés de nuevo. No tengo mucho que decir, más que darle animos a mi yo del futuro para que complete esto.
¡Gracias por leer!
♡(◕ᗜ◕✿) - WearyOwl
ESTÁS LEYENDO
¡Bokuaka de Octubre!
FanfictionDurante el mes de octubre subiré pequeñas historias (OneShots) Bokuaka, como un Inktober, ¡pero escrito! *18/11 Número 50 en Bokuaka!!! NINGUNO de los personajes que aparecerán son de mi pertenencia, son del anime y manga Haikyuu!! de Haruichi Fur...