¡Bokuaka de Octubre!

Consuelo

El día de hoy Akaashi estuvo más distanciado, quedándose quieto y mirando hacia algún punto en el espacio por unos segundos, casi de manera triste, habló menos de usual, al momento de jugar hizo menos movimientos que de costumbre, y, sobre todo, nadie le vio comiendo de sus queridos bocadillos de arroz. Lo cual era muy raro, pero no se creían que se pusiera así por solo olvidarlos.

Todos los del equipo se dieron cuenta, así que después del entrenamiento decidieron acercarse a él y preguntarle si estaba bien.

- Akaashi, si necesitas hablar con alguien puedes contar con nosotros, más que un equipo somos amigos -. Empezó diciendo Konoha-. Todos nosotros.

- Exactamente -. Le siguió Washio, el cual le pasó al pelinegro una caja envuelta en una tela celeste.

Akaashi abrió el regalo, curioso. Al destaparlo, vio lo que contenía esta. Conmovido por la amabilidad de sus amigos, y por lo que había dentro, empezó a llorar de manera suave, pero los leves gimoteos se empezaron a elevar. Tapo de vuelta la caja y la dejó en el suelo. Una vez con las manos libres trato de limpiarse la cara y tranquilizarse. En ese punto todos los chicos estaban alterados, algunos mirando mal a Washio, por si había hecho algo malo, cuando en realidad no había hecho nada.

Bokuto se apresuró para ir a su lado, dando suaves y lentas caricias en su espalda. No sabía lo que estaba pasando, pero se mantuvo a su lado hasta que se calmó y pudo hablar de vuelta.

- Siento que me hayan visto llorar, no han hecho nada malo. Ninguno de ustedes -. Dijo, mientras se limpiaba la cara. Sus ojos ligeramente rojos-. Muchas gracias, chicos.

Sonrió. No de manera exagerada, era de la misma manera que siempre. Una pequeña y elegante, pero que parecía agradecer a cada uno de ellos. Komi se apresuró a darle unos pañuelos que tenía a mano.

- ¿Está bien si te preguntamos qué pasó?

Pregunto el chico que le tenía entre brazos, a lo cual asintió levemente.

- Ayer murió mi gata, una que tenía desde que era pequeño. Era muy vieja.

- ¿Tenían una gata? Nunca la llegué a ver de todas las veces que fui a tu casa -. Dijo Bokuto sorprendido, sin saber que otra cosa decir.

- No, bueno, ella siempre estaba en el cuarto de mis padres. Siempre refirió la compañía de mi madre a que la mía o de mi padre.

Los chicos le dieron su pésame, dándole palabras de apoyo.

- Ella...

Akaashi se rio, confundiendo a los chicos. Su risa se prolongó unos segundos, hasta que cesó cuando posó su mirada en la caja.

- De pequeño la nombre "onigiri", pues era lo que más me gustaba. Hasta el día de hoy me encantan -. Su voz se volvía suave-. Bueno, ver los onigiris dentro de la caja me recordaron a ella...

- Lo sentimos -. Se escuchó una voz apenada.

- No, no hay ningún problema. Me siento mejor por decirle a alguien.

Después de eso acompañaron al chico hasta su casa, antes de llegar a esta, fueron a una florería para llevar a cabo el plan que Onaga había sugerido y que a todos les gusto. Una vez enfrente, pasaron directamente hacia el jardín trasero, en donde se reunieron alrededor de una pequeña piedra con el nombre "onigiri" escrito. Hicieron un pequeño agujero en la tierra al lado de esta y plantaron la flor que compraron. De esta manera la gata nunca estaría sola, del mismo modo que ella acompañó a Akaashi por tantos años.

Una vez terminada la pequeña ceremonia, los chicos se despidieron, quedando de último Bokuto, quien quería quedarse, si es que el pelinegro le dejaba.

- Bokuto san, no tienes que quedarte, no es necesario.

- ¿De verdad? Porque si eso es lo que quieres entonces me iré.

Se quedó callado, esperando una respuesta. El otro agarró la manga blanca de su camisa, mientras miraba la flor recién plantada.

- Quédate un poco más...

- Por supuesto.

Esa tarde solo hablo Akaashi, narrando los mejores recuerdos que tenía con su gata, mientras que el otro escuchaba al pie de la letra cada oración, con mayor atención que podía proporcionarle. 

Ese parecía el comienzo de un pequeño juramento, uno en el que prometían estar junto al otro en las buenas y en las malas.

(722 palabras) 

✎﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏

Este capítulo salió de mis inmensas ganas de tener un gatito u.u 

Quería recomendar Riptide de Vance Joy, aunque realmente no pega con lo que escribi. 

¡Gracias por leer!

♡(◕ᗜ◕✿) - WearyOwl