¡Bokuaka de Octubre!

Abrazos

Si había un misterio en el club de volleyball que todos sabían, más no todos llegaban a entender por completo, eran los cambios de humor de Bokuto.

Todos sabían que, si empezaba a ser bloqueado, o si sus remates empezaban salir mal, se empezaría a sentir mal y comenzaría a errar constantemente por consecuencia de su estado de ánimo. Él era el tipo de jugador que según como se encontraba, podía jugar muy bien o muy mal, no había un intermedio.  De hecho, tenían un dicho; "Un Bokuto contento es un equipo feliz" Era la mejor manera de representar la situación.

Cuando eso sucedía, le dejaban el mando de las decisiones de quien remataba a Akaashi, quien era el colocador. Esto en un principio fue bastante confuso para él, y si bien era una persona con grandes habilidades para pensar rápidamente la opción más viable para ganar en cualquier condición, falló muchas veces en los primeros partidos al no poder leer de manera correcta la expresión de Bokuto, lo cual ocasionó que pasaran varios puntos antes de devolverle la pelota, y como el daño ya estaba hecho, este se desanimaba aún más en el caso de fallar. Fueron tres las únicas ocasiones que el pelinegro presenció como el otro chico se ponía debajo de una mesa o algo similar cuando eso pasaba, como si se refugiara.

La primera vez no sabia que hacer, y vio como Konoha se acercaba a el chico para darle palmadas en la espalda, tranquilizando un poco al chico. La segunda fue cuando eran más cercanos, y se sorprendió cuando Konoha le pidió que le animara con un abrazo. Al principio fue algo incomodo, pues no era común que se abrazaran, pero después se transformó en uno bastante energético, revelando que había funcionado correctamente. A la tercera ya estaba preparado, y en un segundo ya estaba abrazándolo mientras acariciaba su espalda, haciendo que Bokuto se animara en un tiempo récord.

Pero esto no sucedía solo por fallar jugadas, también por cosas bastante triviales como el número de personas viendo el partido o el lugar donde jugaban. El ace del Furukodani era una persona bastante orgullosa y vanidosa cuando se trataba de un partido oficial, sobre todo por las cámaras. Como su deseo era ser el mejor, todos debían de estar viéndole dar su cien por ciento. Akaashi clasificaba eso dentro de unas de sus debilidades, y era de hecho de las primeras que identificó.

El pelinegro, por otro lado, en los momentos que necesitaba animarse, que por lo general era en la epoca de examenes, Bokuto entraba en acción para ayudar como pudiera. Para él era fácil de diferenciar el estado normal y malhumorado de su colocador favorito, pues, en primer lugar, se la pasaba estudiando y con papeles o libros a la mano. En segundo lugar, se olvidaba de pequeñas cosas como sus rodilleras en su casillero, a veces de los pequeños hábitos de cada rematador. Y, por último, le notaba perdido en sus pensamientos, más de costumbre.

Todo eso le indicaba que algo estaba mal, pues usualmente era una persona muy ordenada y centrada.

En ese tipo de semanas le pedía a su madre que preparara onigiris extras para poder darle, especialmente los de relleno de pollo, esos eran los favoritos del chico. Una vez se los entregaba, podía notar como se veía más aliviado. El momento del abrazo era difícil de percibir, pues a diferencia de él, el pelinegro no parecía muy dispuesto a recibir uno de la nada. Así que decidió que al momento de separarse era el mejor. Durante el abrazo, le decía que era un estudiante excelente, y que le iría muy bien.

Eso siempre lograba animar a Akaashi.

Sin darse cuenta, los dos habían creado rutinas donde notaban en seguida el estado del otro al notar sus pequeños hábitos, e intentaban alegrarles con algo tan simple, como un abrazo.

(649 palabras)

✎﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏

MIS PANAS, ¡la historia llegó a las 100 estrellitas! No saben cuan feliz estoy ahora mismo, muchas gracias a todos :D!!! Nunca pensé que llegaría a tantos lmao

Estoy escuchando Dance,Baby! de boy pablo, hechale una mirada y baila conmigo! 

¡Gracias por leer!

♡(◕ᗜ◕✿) - WearyOwl