¡Bokuaka de Octubre!

Visitando Nekoma

Los partidos amistosos entre los equipos de los institutos Furukodani y Nekoma eran muy comunes, pues además de estar a veinte minutos de distancia, tanto los jugadores como los entrenadores se llevaban muy bien. En ese momento se estaba desarrollando un partido amistoso entre las denominadas potencias de Tokio, en lugar de los gatos.

Por ciertas razones estas competiciones se realizaban, y era para incrementar la experiencia de ambos equipos al jugar contra jugadores al mismo nivel. Los dos equipos tenían a personas muy habilidosas, después de todo.

La relación que más destacaban entre equipos era la Bokuto y Kuroo, quienes eran mejores amigos a pesar de las diferencias que pudieran tener, como la diferencia en el... nivel académico, sí, digámoslo así. Mientras que Kuroo era uno de los mejores estudiantes de su instituto, Bokuto era uno de los peores de tercer año. Tampoco era algo que interfiriera con su amistad directamente, no les importaba a ellos, pero a veces el pelinegro hacia comentarios más haya del entendimiento del de pelo grisáceo y tenían que explicarlo y así perder la gracia de su comentario astuto e ingenioso. De todas formas, tenían más similitudes que diferencias.

Los dos eran los capitanes, apasionados y competitivos, de sus respectivos equipos, los dos tenían esa aura juguetona y de provocación que incitaba a las otras personas a actuar, al igual que sus carismas, la cual les hacían el dúo perfecto para cualquier broma. Todos agradecen en silencio que no fueran al mismo instituto, sería un desastre de ser así. Había veces que parecían que pensaban igual o que se comunicaban telepáticamente, lo cual hacía que a los otros se les pusieran los pelos de punta por lo que parecía venir a continuación.

Pero si había algo que apuntar, eso era como se tratan dentro de la chanca. Al entrar en esta ya no eran amigos, eran competidores, y cualquier amistad solo podía volver al finalizar el partido, cuando el ganador fuera determinado. Tenían una tensión constante entre ellos.

- ¿No les parece que a Kuroo parece irritarle mucho Bokuto cuando juegan en serio? -. Pregunto Washio, curioso en medio del descanso.

- Es verdad, pero bueno, ¿Quién no se pondría a la defensiva cuando juega contra unos de los mejores rematadores de Tokio? – le respondió Komi.

- Ya verás como estarán de mejores amigos al terminar -. Dijo Akaashi, estirando sus dedos para volver a jugar.

El final del entrenamiento fue bastante ceñido, pero el Furukodani terminó ganando por cuatro puntos, con el marcador en un 21-25.

Y justo como Akaashi dijo, los dos chicos se dieron la mano amistosamente y empezaron a hablar como antes.

- ¿Ves que con mi consejo tendrías a Akaashi entre tus brazos? -. Le molesto un poco.

- No te lo puedo negar, maestro.

- No tienes porque decirme así -. Dijo, para luego echarse a reír con su característica risa de hiena.

Unos cuántos voltearon para ver al chico de la peculiar risa, entre ellos, Kenma le miro cansado desde el rabillo de su mirada, comenzado a jugar con su Nintendo Switch. Detrás de él, el resto de los gatos revoloteaban por el lugar, Yaku y Lev discutiendo por algo como siempre, Yamamoto observando desde lejos a las managers, Kai y Fukunaga hablando despreocupadamente, y el resto tomando agua y secándose. Eran un equipo con miembros bastantes activos, más que los del Furukodani, estos incluso parecían más tranquilos si los ponías al lado de este.

- ¡Chicos, vengan por helado! -. Grito Suzumeda, llamando la atención de todos.

Entre que una multitud se balanceaba sobre la caja con helados, Kuroo se fue al lado de Akaashi, empezando una conversación.

- ¿Entonces tú y Bokuto están saliendo?

El menor le dirigió una mirada interrogativa.

- Se que no se le ocurrió por sí mismo, y viendo que lo preguntas de esa manera supongo que fuiste tu el de la idea -. Dijo, viendo como hacia una expresión que le confirmaba sus sospechas-. Gracias, fue un día muy bonito al final.

- Gracias a ti -. Le respondió -. Bokuto ha estado muy feliz últimamente, y solo me escribe de lo mucho que te quiere. Puede llegar a ser irritante, pero si está contento yo también lo estoy.

Y de esa forma, Kuroo le hizo saber que aceptaba y apoyaba en su totalidad a la pareja. Akaashi se sintió feliz, pues Bokuto tenía un gran amigo que vigilaba por su bien sin ninguna intención detrás. La historia entre ellos era más larga y se tenían mucha confianza. Era bueno saber que era tan querido, le tranquilizaba saber eso de su novio.

(768 palabras) 

✎﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏

Hola mis panas, espero que estén bien en este día miércoles uwu. Recién vi el capitulo del viernes, como siempre Kiyoko viéndose como una diosa 💅🌹

De verdad escuchen Crimen de Gustavo Cerati, vale mucho la pena, es una canción muy buena. Es rock en español.

¡Gracias por leer!

♡(◕ᗜ◕✿) - WearyOwl