Anawond

Capítulo 19: Gemelas Legendarias

Hyoga

Hoy es el día límite para poder bloquear su golpe, mi orgullo no va a poder soportar la decepción de no detener su ataque dentro de los quince que me propuse como máximo para conseguirlo y así poder blandir a Crisaor nuevamente.
Así que luego de almorzar comencé a caminar hacia la arena, ya dentro, saqué a Crisaor, la clavé en el suelo y me senté al lado de ella, y así me quedé hasta que Isabella hizo su aparición. Esperé unos minutos y finalmente ella apareció por la puerta con su clásica armadura, se puso frente a mí, levantó sus manos y se emitió un brillo plateado que me obligó a desviar la mirada hacia otro lado, al volver la vista estaba sosteniendo una espadas de doble filo en cada mano, ambas de un plateado reluciente con una especie de runas dibujadas sobre el centro de la hoja. Eran completamente iguales, sólo las diferenciaba que la empuñadura de la derecha era de los colores del arcoiris, mientras que la de la izquierda era blanca de un lado y negra del otro. Sin emitir una palabra, las clavó en el suelo frente a ella, al igual que yo había hecho con mi espada y finalmente enfocó su vista en mí,
-"Cuando vuelvas a usar a Crisaor, tus oponentes van a ser las gemelas, Iris y Arce" dijo sonriendo
-"Ahora sí, ¿comenzamos?" dijo frotándose las manos
-"Estaba esperando que lo dijeras" dije sonriendo
Sin más preámbulo, me lancé al ataque y comencé la descarga de puñetazos y patadas intermitentes según el estilo de pelea que Deimos me había enseñado, pero aunque era un poco más rápido y fuerte, ella seguía bloqueando todos mis golpes con su brazo derecho. Así que salté hacia atrás para así retomar un poco de aire y repensar la estrategia. 
-"Que bueno que los elfos también sabemos algo de magia" pensé
Gracias a haber luchado seis meses al lado del novato, observé muchas veces como hacía para canalizar su energía y a pesar de que no soy muy hábil con la magia, supongo que bastará para mi objetivo actual. Pero cuando volví de lo profundo de mis pensamientos, me encontré con el puño derecho de ella a punto de hacer contacto con mi mentón, conseguí moverme un poco pero aún así consiguió golpearme,
-"Al menos ya te empezás a mover" dijo con una sonrisa burlona
Por lo que me limpié la sangre del labio con el brazo derecho y volví al ataque, pero esta vez intenté concentrar un poco de energía en mis brazos para volverlos más rápidos, y para mi sorpresa estaba funcionando, al principio seguía bloqueando mis ataques, pero ahora los estaba esquivando, y eso sólo podía significar que no se quería arriesgar a bloquearlo. Por lo que continué pero comencé a poner en práctica el estilo Deimos agregando mis piernas al juego, lancé un par de puñetazos, luego intenté barrerla pero ella saltó mi pierna, por lo que me impulsé hacia atrás sosteniéndome con mis manos, con las cuales hice fuerza para desprenderme del suelo y me lancé con ambos pies al frente hacia ella. Con ese ataque me di cuenta que podía ganar, al saltar con mis manos, ella se vió forzada a usar ambos brazos para bloquearme, finalmente los usé para impulsarme dando una vuelta hacia atrás y cayendo de pie frente a ella.
-"Usaste la izquierda" dije desbordando de confianza
-"Todavía tenés que bloquearlo vos" dijo corriendo hacia mí
Estando a un paso de mí ya comenzó, a lanzar patadas, varias veces vi pasar el taco de sus botas por delante de mis ojos. Por fin empezaba a igualar su velocidad, pero aún así sólo velocidad no es suficiente para poder bloquear uno de sus golpes. Al esquivar una de sus patadas, intenté asestarle un puñetazo el cual fallé a propósito para que mis manos terminen en el suelo, con ese soporte, me elevé y volví a asestar una patada que nuevamente volvió a bloquear con ambos brazos y fue arrastrada unos pasos hacia atrás.
Aproveché su retroceso para intentar tomar grandes bocanadas de aire, una vez lo hice, ella se lanzó de nuevo hacia mí y por primera vez pude leer su próximo movimiento, ya que no podía ganar sólo con velocidad me vi forzado a anticiparme a sus movimientos. Ella saltó a unos pasos de mí y vi como levemente desplazaba su peso hacia su lado izquierdo, ante eso, empecé a levantar mi brazo derecho a la altura de mi rostro, mientras ella acomodaba hacia atrás su pierna izquierda conseguí acomodar mi brazo y colocar el izquierdo por detrás para hacer de contención. Sin darme cuenta, recibí de lleno el golpe de su empeine contra mi muñeca derecha y para mi sorpresa, no salí despedido, sólo me movió unos pasos generando que se levante el polvo del suelo.
-"Volvés a sorprenderme haciendo las cosas en menos tiempo" dije chocando sus manos como quien busca limpiarse el polvo luego de un arduo trabajo
-"Te dije que podía" dije poniendo la espalda recta y cayendo mi brazo derecho a mi lado
No sentía ni una mísera célula del brazo derecho, pero del codo en adelante estaba rojo y coloreando de violeta, lo sacudí un poco y al ver cómo se movía, no tuve dudas, ese ataque me destrozó el antebrazo.
-"¿Sólo uno? Sos fuerte, eh" dijo riendo mientras me daba la espalda
-"Todavía estoy de pie, y soy zurdo" dije sacando a Crisaor del suelo y perfilando su punta hacia la cara de Isabella
-"Bueno, ya que insistís" dijo acercándose a sus espadas
Tomó ambas, se volteó nuevamente hacia mí y las alzó en el aire,
-"A mi derecha está Iris, a mi izquierda, Arce, son las espadas gemelas, son reliquias de mi familia. Es deber del ganador decirle a perdedor su nombre, ¿no?" dijo con su sonrisa de fanfarrona
-"Crisaor, mucho gusto" contesté elevándola
En cuanto la bajé, se lanzó hacia mi, pero se movía tan rápido que sólo pude intentar bloquear sus ataques, aunque varios penetraron mi defensa causandome cortes en ambos brazos, en la mejilla y varios en el torso. Luego de eso ella saltó hacia atrás, la volvió a guardar en sus respectivas fundas y se dispuso a salir, pero no podía quedarme de brazos cruzados ante esa demostración de fuerza. Entonces me abalancé sobre ella nuevamente, pero antes de darme cuenta volvió a sacar sus espadas, con una me quitó a Crisaor de las manos y la otra se posó en mi cuello, sobre la carótida.
-"No tientes tu suerte, muchacho. Andá a curarte eso que tenés que llegar al torneo, el entrenamiento terminó" dijo volviendo a guardar sus espadas y retirándose de la habitación
Por un momento volví a sentirme inútil, de la frustración que sentía cuando volví en mí me encontré mordiendo fuertemente mi labio inferior, finalmente suspiré y me fui de la arena en dirección a la enfermería.
Una vez allí Olivia estaba sentada como esperando que yo llegara, me recostó en una camilla y aplicó curaciones rápidas y superficiales sobre los cortes de mis brazos, torso y rostro, dejando solamente unas cuantas líneas casi imperceptibles a la vista sobre mi torso. Hecho eso, se dedicó a mi brazo derecho,
-”Deberías agradecerle que te lo rompió limpiamente, si te lo trato todos los días en un mes va a estar como nuevo” dijo mientras posaba sus manos sobre mi brazo
-”Pero, ¡el torneo!” dije exaltado
-”Agradecé que sos zurdo y tu poder está por encima de la media. ¿Te curo o no?” dijo impacientándose
-”Sí, por favor” dije desviando la mirada
Y así lo hizo, colocó los huesos en posición y realizó la primera curación, con la cual todo mi antebrazo volvió a su color pálido natural dejando la coloración violeta atrás, al ver eso dejé escapar un buen suspiro que me hizo sentir mejor. Luego de eso, me hizo incorporarme, me rodeó el brazo con unas vendas y me lo ató por detrás de la nuca,
-”Si te mantenés estos quince días con esto, te lo vas a poder sacar para el torneo, pero vas a seguir sin poder usarlo, ¡¿entendido?!” dije en tono de madre sobreprotectora
-”Sí, ya entendí. Gracias” dije incorporándome en la camilla
-”Andá a la arena, va a pasar algo que te interese ver” soltó mientras estaba cruzando el umbral de la puerta, a lo que me volteé, asentí y volví a la arena, pero esta vez fui por la entrada de las gradas.