14. 𝐻𝑢𝑒𝑙𝑙𝑎𝑠

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El frío de la madrugada de junio golpeó la cara de Valentín al doblar en la esquina del colegio.

Se decidió a cruzar la calle una vez que dejó ir a su hermana, sentándose en el suelo cuando estuvo debajo de la garita del colectivo. Llevó sus piernas contra su pecho para resguardarse del frío y acomodó su mochila entre estas. Rebuscó dentro de los bolsillos de la mochila el paquete de cigarrillos que recordaba traer con él, sacó uno y lo encendió en sus labios para así poder volver a ponerse en la misma posición de antes.

Llevaba días preocupado por Cielo y su repentino arrebato sensible, no quería tocar el tema porque la comprendía, pero el hecho de no verla eufórica como la gran mayoría del tiempo solo lo angustiaba. Además de que tenía una idea sobre de qué se trataba el asunto, y hacerla hablar solo sería hundir el dedo en la llaga.

Desbloqueó su celular para revisar sus mensajes, suspiró calmado en cuanto vio la respuesta de la chica, al menos sabía que no era nada en contra suyo.

•Valentín 7:35

hace frío
no te desabrigues

•Cielo 7:42

estoy abrigada, no me retes
💛

•Valentín 7:42

muy bien
no te reto

Suspiró tirando su cabeza para atrás, reposándola sobre el frío metal de la garita, pensando en una solución para poder ayudarla, pero no la encontraba. Era complicado buscar una salida de aquel pozo que la consumía, porque además de que su información era casi deficiente, también lo era su cabeza en este tipo de situaciones.

¿Cómo se suponía que debía actuar para no hacer un paso en falso y causarle más daño y miedo?

No quería eso, él también se encontraba aterrado al respecto, y eso solo empeoraba la forma de manejar las cosas.

Esperó largos minutos abrazando su propio cuerpo para camuflar el frío, el segundo cigarrillo estaba comenzando a acabarse, al igual que su resistencia para no quedarse dormido ahí mismo.

Para su suerte, el intenso ruido del colectivo retumbó alrededor de sus oídos, despabilando por completo todo ese cansancio que llevaba encima por las noches que llevaba durmiendo mal. Sacudió su cabeza despacio y llevó sus brazos detrás de esta para estirarse.

Un jadeo voló de entre sus labios cuando la vio bajar apurada, sin notar su presencia detrás de ella. Se puso de pie con velocidad y caminó a pasos rápidos hasta alcanzarla.

"¡Amor!"

Los dos se detuvieron. Ella al reconocer su voz, y él al haberse escuchado llamándola de ese modo.

Cielo se volteó inmediatamente con ambas cejas elevadas, sorprendida por ese apodo que había salido desde lo más profundo del muchacho.

"¿Qué hacés acá, Valen?, es re tarde ya."

"Te estaba esperando."

Aquella palabra había quedado retumbando entre los dos. Valentín no era muy demostrativo, incluso aunque se soltaba un poco cuando pasaban tiempo juntos, de vez en cuando se limitaba a hacer o decir alguna cosa que lo dejara posicionado en un lugar apresurado.

Nubes • 𝒘𝒐𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora