15. 𝑅𝑢𝑖𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑠𝑖𝑙𝑒𝑛𝑐𝑖𝑜

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pequeño aviso: capítulo bastante largo y un poquito sensible depende de la emoción de cada que lo lea. lean con paciencia y tiempo.♡



Ahí estaban los dos, sentados en silencio en sus respectivos lugares.

Cielo masticaba con cautela el alfajor de chocolate que Valentín le había comprado a pesar de su discusión. Lo miraba de reojo la mayoría del tiempo, lo notaba triste, perdido, y sentía culpa de que hubiera sido por esas palabras que le había dicho antes.

Tenía la mirada baja, puesta en sus dedos que jugaban entre sí sobre sus piernas. Su boca parecía estar apretada, sus dientes tensos al igual que el resto de su cuerpo.

No podía sacárselo de la cabeza, no podía dejar de pensar en la barbaridad enorme que había escuchado. No quería creerlo, porque no quería aceptar que ella tuviera que haber pasado por una cosa como esa.

Levantó la vista hacia la puerta, perdiéndose en observar el patio iluminado por la luz del día. Así se quedó por un buen rato, con el ceño fruncido mirando hacia afuera, sin prestar atención a lo que sea que el profesor estuviese gritando, o a lo que sea que las molestas voces de Luz y Marina cuchicheaban a su espalda.

Una bola de papel voló desde el fondo, cayendo justo sobre las hojas que tenía en la mesa y causando que estas cayeran al suelo. Se levantó bruscamente de su silla asustando a la chica a su lado, tomó con rabia el papel arrugado y lo revoleó con toda su fuerza hacia el banco de donde sabía que provenía.

"¡Oliva!" El profesor llamó su atención, haciéndolo girarse con una expresión de furia que delataba que todos sus cables estaban cruzados. "Sentate en tu lugar, una más y te mando a dirección."

"¿Y a estos boludos no le vas a decir nada?" Se molestó, apuntando hacia Facundo y su grupo de amigos.

"Sentate."

Obedeció sin ganas volviéndose a tirar sobre su silla, sin preocuparse por levantar las hojas que yacían en el piso.

Cielo se preocupó, hacía mucho tiempo que no lo veía tan irritado. Desde que su confianza había mejorado, Valentín no había vuelto a demostrar ser seco o estar del malhumor la gran parte del día, solo se sentaba ahí y la escuchaba hablar por horas sin callarla o quejarse.

Dejó el envoltorio vacío del alfajor sobre la mesa y se sentó recta, aún sin dejar de mirarlo. Masticó sus uñas comenzando a sentirse inquieta, sin saber si debería hablarle o simplemente esperar a que lo que sea que le estaba pasando se le fuera. Sin embargo, su culpa seguía aumentando, y estaba segura por completo de que se trataba de eso que ella pensaba.

"Perdoname..." Murmuró casi en un hilo de voz, pero suficiente como para que él llegara a escucharla. "Lo que te dije hace un rato, no lo quise decir."

Valentín no respondió, solo asintió restándole importancia y continuó con la mirada baja.

Comenzó a mover las piernas con exasperación, intentando relajarse de una buena vez porque, de lo contrario, juraba que llegaría a enloquecer y no responder de sí con respecto a reaccionar a todo lo que su cabeza le gritaba. No debía hacer un escándalo, al menos no antes de poder hablar con ella y aclararlo.

En el momento en el que el timbre que anunciaba el final de clases sonó, Valentín no dudó ni un segundo en levantarse a toda velocidad de su banco y salir del aula, dejando a Cielo absolutamente confundida y sin lograr comprender por qué de repente estaba actuando de esa forma.

Se sentó en el banco de en frente del colegio tratando de controlarse. Respiró hondo incontables veces para mantener la cordura, quería tranquilizarse y bajar la temperatura de su sangre que estaba en el punto máximo. En lo posible, también quería descargar toda la ira que tenía cargada, pero no podía hacerlo, no quería causar un desastre y que la chica se sintiera incómoda porque tal vez él había entendido todo mal. Rogaba haber entendido todo mal.

Nubes • 𝒘𝒐𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora