LOS INTERROGATORIOS ERA LA PRINCIPAL acción que se debía hacer después de capturar al enemigo. Normalmente, con los ladrones comunes y corrientes se les encierra directamente hasta cumplir una condena, pero esta vez sería la excepción.
Los Verdes no sólo eran unos ladrones comunes y corrientes, tenían un hilo que los conectaba con El Sistema y eso era una gran oportunidad para saber más de ellos, quería averiguar quiénes eran los culpables como para entrometer a Detroit.
Gavin decidió acompañarme a entrevistar a los pocos que quedaban vivos, quería estar seguro de que no me hicieran algún tipo de daño pero su compañía solamente sobraba.
—No es necesario que me acompañes a la comisaría, Anderson.— Mencioné dándole una mirada rápida, ya que yo era la que estaba conduciendo.
—Tampoco era necesario entrometerte en el asalto teniendo una herida reciente en el estómago.— Contraatacó ahora mirándome.— Fue un acto estúpido de tu parte hacer eso.
Supongo que tenía razón en ello, ya que después de salir del atraco tuve que ir por el hospital por el fuerte dolor que sentía en esos momentos.
—Creo que tienes razón pero aún tengo el caso abierto, ellos están involucrados con El Sistema y no iba a dejar escapar una gran oportunidad.
Gavin soltó una pequeña risa mientras dejaba de mirarme.
—Casi olvidaba que prefieres completar tu misión que interesarte en tu propia salud.
No era mentira lo que decía, múltiples veces arriesgaba mi propia salud cuando tenía alguna misión.
—No hay muchas razones para no arriesgarme.— Y no mentía, no había muchas razones. Como no quería hablar mucho sobre ese tema, decidí cambiarlo.— ¿Le pedirás la transferencia a Jeffrey?
—No veo porqué no.— Respondió sacando su celular para empezar a revisarlo, lo cual poco me importaba ya que siempre lo hacía.
—No lo hagas, regresaré tal vez en tres meses. No pienso quedarme en Los Santos.
—No pienso que hagas eso.
Fruncí el ceño confundida pero cuando quise decir algo me di cuenta que ya habíamos llegado al CNP.
Salimos del auto y mientras nos dirigíamos hacia la entrada, noté que Gavin estaba murmurando y maldiciendo.
—Deja de maldecir, Anderson.
—¿Cómo quieres que no lo haga cuando quieres que entre en una estación como ésta? es deprimente y parece que lo único que hacen los policías es jugar entre ellos.— Señaló a un par a lo lejos, los cuales se estaban dando porrazos entre ellos dos.
—Deja de llorar que nos iremos pronto.
El castaño solamente gruñó ante mi comentario.
Los dos entramos a la estación y con la mirada busqué a Jack, pero no había ninguna señal de él.
Vi que cerca de ahí se encontraba un policía, por lo cual me dirigí hacia él sin dudarlo.
—Disculpe, ¿sabe dónde se encuentra el...
Sin embargo no pude continuar ya que cuando el oficial se había dado la media vuelta, noté que se trataba de Torrente.
—Heather...
Una gran sonrisa se formó en mi rostro cuando escuché mi nombre, y sin dudarlo lo abracé con emoción y felicidad, él me correspondió mi abrazo con una sonrisa.
—Lo extrañé demasiado, Torrente.
—¿Crees qué yo no? Nadie sabía de tu paradero, te extrañé como no tenías idea.
—Me transfirieron a otro lugar sin dar aviso.— Mentí.— Espero que después tengamos la oportunidad de poder juntarnos y hablar.
—No es necesario que me mientas, quiero escuchar toda la verdad ahora de ti.— Se separó de mí con una sonrisa.— Por ahora tienes que decirme qué haces aquí.
Sabía que esta vez no tendría escapatoria para darle explicaciones al hombre que fue un padre para mí.
—Estoy aquí por un caso que involucra a Detroit y Los Santos.
—Creo que si me habían mencionado sobre ello, que una agente de Detroit vendría aquí pero no me dijeron con exactitud quién era pero ahora ya lo sé.
Sonreí ante su comentario.
—Por ahora estoy buscando al superintendente, ¿sabes dónde está?— Pregunté mirando al hombre de lentes.
—Aún no ha llegado, pero no tardará en llegar.
Intercambiamos un par de palabras hasta que nos despedimos ya que lo necesitaban.
Regresé hacia donde se encontraba Gavin, el cual estaba sentado enfocado en su celular.
—¿Qué fue lo que te dijeron?
—Aún no llega.— Me senté a su lado mientras lo miraba.
Anderson guardó su celular y me devolvió la mirada.
—Cuando estuviste en el hospital y ese hombre entró, ¿era el superintendente?
Sabía a qué venía esa pregunta pero conocía muy bien a Gavin como para saber que no se rendía fácilmente solamente para una respuesta.
—Lo es, es casi parecido a ti pero él es más agradable.— De respuesta recibí una mala mirada de parte de él.— Solamente digo la verdad, Anderson.
El castaño no me dio ninguna otra respuesta por lo cual pensé que después me haría un interrogatorio.
A lo lejos pude divisar a Jack entrando a la comisaría por lo cual me levanté en dirección a él.
—Es bueno verte, Jack.— Saludé con serenidad.
—Superintendente para ti, agente.— Que amable de su parte.— ¿Tu entrarás?— Asentí ante su pregunta.— Bien, sígueme.
Gavin se puso en un lado mío siguiendo a Jack hacia la sala de interrogatorios y éste no se había dado cuenta hasta cuando estuve apunto de entrar.
—¿Quién coño es éste, Reed?
Anderson miró con enojo a Jack al referirse a él de una manera que siempre odió.
Sabía lo que iba a contestar así que me apuré a hacerlo por él, no quería que surgiera una pelea entre ellos dos.
—Él es el detective Anderson, es mi compañero de Detroit.
El mayor me miró con el ceño fruncido.
—Jeffrey dijo que solamente eras tú la que vendrías, no tu puto compañero de Detroit que viene de coladito.
La manera en la que había respondido no solamente había enfadado a Anderson sino que a mí también: ¿Quién se creía el imbécil? ¿Dios?
—Por sí no sabías el caso involucra a Detroit y es mi caso, no tuyo ni de nadie más.
—Y por si tú no sabías, muñeca: en ésta puta comisaría mando yo, y si no quiero que éste gilipollas entre, no entrará.
—Me importa una mierda si en la comisaría mandas tú, él entrará porque es mi maldito caso y yo mando. Gavin, entra.— Abrí la puerta metálica y entré a la sala que estaba en un lado en donde interrogaban a los crimínales.
Sabía perfectamente que Jack estaba molesto por no acatar las órdenes que me daba, pero era mí caso y si quería que Gavin entrará, él lo haría.
Aunque sabía perfectamente que no me salvaría de los gritos de Conway después de que terminara.
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𝐇𝐄𝐀𝐓𝐇𝐄𝐑; JACK CONWAY
FanfictionNadie puede romperme ahora. Nadie puede enamorarme. Nadie volverá a hacerme daño. Nadie sabe lo que pasé. ¿Entonces por qué me siento así? El miedo y los nervios vuelven. Prometí no volverme a sentir así. El trabajo es más importante. La misi...