LA NAVIDAD ERA LA ÉPOCA más esperada por la mayoría de personas. Regalos, galletas, nieve, chocolate caliente y principalmente los muérdagos.
Esa era la época favorita de Heather en esos años mientras que la de Jack era la más detestada, odiaba la navidad.
I'll Be Home for Christmas (If Only in My Dreams) de Frank Sinatra se escuchaba en un volumen bajo dentro del hogar de la feliz pareja.
Ese día, Jack estaba en la comisaría mientras que cierta pelirroja estaba decorando el departamento con adornos y luces de navidad, quería hacer de éste lo más hogareño posible.
Unas horas atrás, Heather estaba horneando galletas de chispas con chocolate para recibir a su pareja con una de ellas.Una sonrisa escapó de sus labios cuando recordó a Conway. Estaba profundamente enamorada de ese hombre con aspecto duro y arisco, pero que en realidad era alguien que solamente merecía ser amado.
La alarma del horno se escuchó a lo lejos, por lo que rápidamente dejó de hacer lo que estaba haciendo y fue directamente a la cocina para sacar esas galletas que dejarían un olor delicioso por toda la casa.
Tomó los guantes para cubrirse del calor del horno, procediendo a abrir el horno y sacar la primera bandeja de galletas perfectamente cocinadas, colocándolas en la encimera para después proceder a hacer lo mismo con la segunda bandeja de galletas.Escuchó como la puerta principal estaba siendo abierta, así que supuso que se trataría de Jack llegando de la comisaría.
—¿Qué tal te fue, cariño?— Preguntó en voz alta mientras se retiraba los guantes de cocina y se dirigía hacia la sala de estar, ahí estaba su novio sentado en el sofá.
—Como todos los días.
El mayor se veía cansado, por lo que ella creía que había ido a una clave 1.
—Horneé galletas, ¿quieres comer una?— En ese entonces su voz era delicada cuando se dirigía a Conway, pero eso lo provocaba el gran enamoramiento que tenía con su superior.
En esos años, Jack amó a Heather cómo nunca lo había hecho con alguien. La amó profundamente aún después de haberse ido de Los Santos y aún así seguía creyendo firmemente que fue el amor de su vida. Pero había razones por las cuales había hecho eso, ese acto que había destrozado a Reed por completo.
El mayor soltó un suspiro pesado y negó, no quería comer nada en esos instantes porque no tenía nada de hambre. No le sorprendía demasiado a Heather.
La única mujer en el departamento se acercó al hombre y colocó ambas manos en sus mejillas mientras lo miraba con una sonrisa tierna, comprendiendo el estado de su novio.
—¿Me sigues amando aunque sea un hijo de puta?— Murmuró, colocando sus grandes manos en la cintura de ella.
—Te amo con toda mi alma, Jack.
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𝐇𝐄𝐀𝐓𝐇𝐄𝐑; JACK CONWAY
FanfictionNadie puede romperme ahora. Nadie puede enamorarme. Nadie volverá a hacerme daño. Nadie sabe lo que pasé. ¿Entonces por qué me siento así? El miedo y los nervios vuelven. Prometí no volverme a sentir así. El trabajo es más importante. La misi...