Día 3: Chocolate caliente

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Me inspiré en este bello fan art. No estoy segura quién es el ilustrador, porque estoy más ciega que Harry y no veo la firma t.t Muchaaaas gracias por leer.

Día 3: Chocolate caliente

A Remus le parecía que el sonido de las campanitas provenía desde algún lugar lejos de su habitación, e incluso llega a pensar que ni siquiera existe, y es parte de lo que soñaba. Pero se va haciendo más potente, y cuando parpadea perezosamente, se percata de que en realidad es el despertador.

Estira el brazo, lo suficiente para desactivarlo y luego se da una media vuelta para mirar a Sirius. No había rastros ni en su rostro ni en su postura de que hubiese escuchado el despertador. Por el contrario, dormía boca abajo, con un brazo sobre su cabeza, las sábanas enredadas entre sus piernas y el cabello en tantas direcciones que con algo de suerte se podía ver la punta de su nariz.

Remus sonríe, de pronto llega a su mente el recuerdo de la primera vez que habían compartido cama. Sirius despierto no se quedaba quieto, por tanto, debió haber supuesto que dormido tampoco lo haría. Pero para su sorpresa, no le había costado acostumbrarse.

Le hubiese gustado quedarse otro par de minutos más en la cama, bajo el calor de las sábanas junto al pelinegro, pero no podían, al menos no ese día.

—Sirius, ya es hora. -le susurra, acercándose a su oído para no despertarlo de golpe. —Hay que levantarse.

La respuesta de Sirius no es nada más que un quejido.

—¿Recuerdas que día es? Hoy es el día. Arriba. -insiste, dándole ahora un pequeño empujoncito.

Sirius cierra los ojos con fuerza, y se acurruca aun más entre el revoltijo de mantas.

—Cinco minutos más. -le dice, con voz ronca.

—No podemos llegar tarde. -le recuerda —Serás padrino. ¿Quieres llegar tarde para hacer el ritual de unión con tu ahijado?

Sirius se aparta torpemente el cabello de la cara, pero se niega a abrir los ojos.

Moony, sólo son cinco minutos. -pide. Remus está tentado a acercarse a él y abrazarse a su pecho para cerrar los ojos un instante. Cinco minutos, a decir verdad, no era mucho, pero sabía que si accedía, los minutos pasarían volando y despertaría con un James lazándoles agua y una Lily furiosa por su falta de responsabilidad.

—Nos quedaremos dormidos si no nos levantamos ahora.

—Harry es un bebé, tiene menos de una semana. -comenta, con voz adormilada —No recordará jamás que llegué tarde a su ceremonia.

—Pero Lily y James sí lo recordarán, y te lo harán saber siempre. -insiste.

Sirius se debe dar cuenta de que él tiene razón, pues, con un quejido se despereza estirándose cuan largo era. Pestañea y sus ojos grises con los párpados ligeramente caídos por el sueño, lo ubican.

—Bien, levantémonos.

Se incorpora lento y torpe, pero aun así convoca sin varita un par de mantas para que hicieran camino hasta la cocina.

Remus le sonríe agradecido y se envuelve con la suya.

En cuanto ya está de pie, Sirius deposita un beso flojo sobre sus labios, y lo sigue por el corredor.

—Remus ¿Quieres una taza de chocolate caliente?

—Como todas las mañanas -le confirma.

—Yo lo pre -bostezo- paro. -se ofrece.

Y con los ojos más cerrados que abiertos, atrae hasta a él dos tazones. Remus decide que lo mejor es que él se encargue del agua hirviendo, porque podía ser que Sirius se quedase dormido en la preparación.

Cuando ambos tazones humeantes están listos, Remus se apresura por tomar el suyo. Sirius, en cambio, se acerca a él y apoya cuidadosamente la cabeza sobre su hombro.

—¿Seré buen padrino, Remus?

—El mejor... -dice, pero al instante lo reflexiona —Le enseñarás más travesuras de las que debería aprender, pero sé que no lo dejarás solo nunca.

—Tendrían que llevarme a Azkaban para eso. -bromea. Remus rueda los ojos, dejando un beso cortito en su frente.

—¿Tomamos una ducha juntos? -propone. Sirius lo mira y le dedica una de esas miradas traviesas, que venían siempre acompañadas de una sonrisa de falsa inocencia. Parecía que de pronto, ya no tenía sueño.

—Creía que no podíamos llegar tarde, Lupin.

—Podemos tomarnos un poco más de tiempo en la ducha.

Sirius suelta una carcajada, de esas estruendosas que se pueden oír con facilidad por toda la casa. Y luego de guiñarle un ojo, esconde su mirada tras el enorme tazón de chocolate caliente.

***

Gracias por leer!!!!!

¡Acepto sugerencias de ships para las próximas historias que quedan!

Tengan una bella semanaaa!!!

Nos leemos

=Elie

Fictober | Drarry y otros ships.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora