Día 15: Rojo

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Este OS es un extra de uno de mis fanfics "Los chicos también llevan labial". Sin embargo, no hay problema si no lo has leído porque Draco te pone al tanto de su vida durante el escrito.

Gracias por leer!

Día 15: Rojo

De cuando Narcissa y Lucius Malfoy conocen a Anastasia Velour

Cuando Harry entra a la habitación que compartía con su novio, se percata de que la puerta del armario está abierta y las luces de éste encendidas. Una sonrisa se dibuja en su rostro, sabiendo de antemano que el rubio se encontraba ahí, probablemente reacomodando por milésima vez la organización de sus cientos de atuendos.

Se asoma para mirar, y en efecto, Draco Malfoy estaba en el centro de este, pero a diferencia de lo que imaginaba, está sentado en el suelo con las piernas cruzadas y con la apariencia de llevar ahí varios minutos. Frente a él había tres largos, brillantes y elegantes vestidos en sus respectivos colgadores, y bajo cada uno de ellos había un par de zapatos con tacos que, pese a los años, a Harry le seguían pareciendo de muchos centímetros.

— Draco -le dice, sentándose a su lado luego de besar sus labios a modo de saludo. El rubio le sonríe apoyando la cabeza en su hombro. —¿Qué haces?

—Escojo entre una de estas tres opciones -responde, con un suspiro. —El rojo es diseño de mi madre. Es el que más me gusta, pero se volvería loca si supiera que su vestido es para lucirlo en un club y no en alguna de las pasarelas de Paris. -agrega riendo, pero Harry ya lo conoce demasiado bien como para advertir cierto tono de resignación.

Harry lo rodea con los brazos y le da un cortito beso en la frente, de esos que a Draco le encantaban, pero le gustaba fingir que no, porque si no sería taaan cursi como Harry.

—También me gusta mucho el rojo.

El rubio suspira y asiente.

—Supongo que es el que usaré mañana.

Draco se incorpora para guardar los dos restantes en su lugar y dejar en el colgador con ruedas el otro.

Era un vestido hermoso, largo y con esos detalles delicados de su madre que Draco reconocería en cualquiera de sus diseños tan solo con verlos una vez. Él le había hecho una pequeña modificación, claro, al hacer una abertura desde la cadera hasta abajo. Y es que era un vestido demasiado sobrio para una Drag queen, pero no importaba. De todas formas, su madre jamás se enteraría porque ni se imaginaba que su hijo de jueves a sábado era parte del club con las Drag Queens más exitosas de Londres.

La relación de él con sus padres había atravesado altos y bajos desde que él había salido del armario. Siempre habían sido una familia muy unida, pero cuando Lucius Malfoy se enteró de que a su preciado hijo le gustaban los chicos le resultó tan decepcionante que no podía estar en una misma habitación con él sin reprenderlo, sin dejar de decirle que no se explicaba qué habían hecho mal para que él escogiese ese camino y otras tantas cosas más que calaron hondo en su pecho. Y no se le hizo nada fácil afrontarlas cuando veía que su madre iba y venía con los ojos enrojecidos, porque a diferencia de su padre, a ella la noticia la hizo sentir una culpa que Draco jamás pudo entender.

Entonces sus padres se encargaron de dejarle todo lo necesario para que comenzara sus estudios de medicina en Londres, mientras que ellos se fueron a Francia a continuar con sus vidas. Su padre un exitoso empresario y su madre una talentosa diseñadora de vestuario, que últimamente estaba alcanzando las mejores pasarelas del país.

Fictober | Drarry y otros ships.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora