Mi esposo, mi amante y mi puta

741 66 55
                                    


Capítulo dedicado a Rocioclarkz .

 
Capítulo dedicado a

   Mientras terminaba de orinar observé por el espejo a Madara ingresar a la última cabina sanitaria lejos de la puerta del baño y lavado de manos. El par de hombres que se devoraban detrás de mí, hicieron lo mismo, antes que dos hombres ingresarán al baño haciendo comentarios sobre los culos de un grupo de mujeres que recién llegaron al 40/40. La música sigue sonando igual de bien, rap norteamericano «DJ Khaled ft. Drake: Popstar», esa canción alborotó a todos allá afuera, de pronto Kisame sale de la cabina sanitaria hacia los lavados, después viene hacia mí cuando subía la bragueta del pantalón.

—Nos vemos allá afuera —dijo, y a su vez, depósito dos palmadas sobre el hombro.

Asentí con la cabeza, sin perderlo de vista hasta que cruzó la puerta. Antes de ir con aquel hombre cuarentón, me lave las manos y rostro, y aliste mi mente por lo que iba a hacer en una cabina sanitaria. ¿Y si nos descubren?, probablemente nos echarán del club, sin embargo, las ganas de sentir otras caricias despertó la curiosidad de saber cómo se siente un polvo a escondidas en el baño de hombres. Me encamine hasta aquella cabina, y cuando abría la puerta miré que ahí estaba Madara sentado sobre la tapa del inodoro con las piernas abiertas revisando su celular. Debo admitir lo bien que luce con pantalón de lino ajustado a sus piernas tonificadas, haciendo que su monstruoso bulto resalte demasiado bien, la camisa de vestir hace que resalten sus brazos musculosos. El color negro le queda perfectamente. Cerré la puerta detrás mí, toda su atención cayó sobre mi delagado cuerpo.

—Ven aquí... —dijo seriamente, mientras lleva el Iphone al bolsillo de su pantalón, y con una mano da dos golpecitos sobre el muslo de su pierna izquierda.

Deduzco que no vamos a tener sexo, que solo vamos a agasajar nuestros cuerpos varoniles en busca de la adrenalina que debe proporcionar este tipo de encuentros en sanitarios de clubes. Enredar nuestras lenguas, mientras metemos manos por debajo de nuestros pantalones para proporcionar un vaivén placentero. Todo eso suena deliciosamente interesante, sin embargo, quiero dejarle en claro aquel hombre que me ve con lascivia, que no siempre haré lo que el demande. Estoy por aplicar la del Miclo de Sangre por Sangre: «Yo me cogo al que quiero, cuando quiero», aunque será al revés.

—Que vengas, Itachi. —Madara se inclinó hacia adelante y toma los costados de mis vaqueros para atarerme a él, no obstante, tieso el cuerpo y le doy una mirada gélida. Una media sonrisa y una ceja en arqueada fue lo que recibí de su parte —. ¿Te haces el difícil, eh?

—No llegues a pensar que seré tu sumiso, que cuando quieras verme, yo voy a correr a tu disposición. Cuando no pueda, o no quiera, no iré hasta donde estés para que me folles a tu antojo. Que te quede claro, Madara, en el trabajo podrás mandarme, pero entre tú y yo, ambos somos igual, ¿entendido?, o aquí lo dejamos.

El semblante de aquel hombre omnipotente cambió instantáneamente, ante mí había un hombre con una mirada desafiante y una sonrisa arrogante, todo un Uchiha de pies a cabeza.

—Mi joven amante me ha desafiado, pero que delicioso momento vamos a tener. Ven, montarte, muero por devorarte y tocarte.

Con fuerza fui llevado hasta él y colocado en horcajadas sobre esos muslos tonificados, acto seguido, sus manos deslizaron rápidamente hacia mi trasero, mientras las mías entraron por el cuello hasta la parte trasera capturando su cabeza. Un apretón de ambas partes, y unos besos feroces y húmedos nos dimos sin tomar aire. Nuestras lenguas enredaron, y de pronto me folle su boca con la lengua, tratando de tocar la úvula para ahogarlo, mientras él saca gemidos tan suculentos que me hacen ponerme duro. Él guía los movimientos con sus gruesas manos conforme aprieta los glúteos, y lleva esos grueso dedos de la mano derecha al interior del pantalón. Sé lo que quiere, quiere prepara mi entrada. Supuse mal, Madara sí quiere follar aquí, con su esposa esperando allá afuera.

Mi esposo, mi amante y mi puta YAOI [Terminada/ ANTI ROMÁNTICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora