18. Termino exponiendo mi peor vergüenza.

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[Joaco]

Agus, Mica, Jason, Leo y yo nos colocamos en grupo para conversar (como dije, Andy estaba atendiendo los postres, así que no estaba con nosotros).

Yo me llevé a Agus aparte para conversar un rato con mi mejor amigo.

-Oye- Susurré a Agus- ¿No quieres hacer compañía a tu novia?

Él me empujó por el hombro.

-No es mi novia- Dijo.

No sé si estaba loco, pero noté un dejo de tristeza en esa frase.

-Pero quisieras que lo sea- Apunté.

Él solo me miró de reojo y no dijo nada.

Eso es un sí obvio.

-Ya lo lograrás- Lo animé- Yo te ayudaré el día que te declares para que no pueda decirte que no.

-No sé- Dijo- Pero sería lindo hacerlo en el viaje.

-Amigo, faltan 3 meses para eso- Señalé.

-Sí, por lo que tengo 3 meses más para enamorarla.

Era un punto válido, así que no le discutí.

-Y tú la pasaste perfecto con Leo, ¿no?- Dijo.

No puedo mentirle a mi mejor amigo.

-Perfecto- Dije sonriendo.

Él suspiró y me miró con una media sonrisa.

-Nunca me habría imaginado verte así de enamorado por alguien- Dijo- Casi me dan ganas de estar solo el resto de mi vida.

-¿Ahora el que será sacerdote eres tú?- Bromeé- Digo, Mica de repente dejó de querer ser monja por Germán. Tal vez tú quieres tomar su lugar, ¿no?

-No, ni pensarlo- Se apresuró a decir- Realmente quiero estar con Andy.

-Lo lograrás.

Fue ahí cuando observé que Germán se estaba acercando a Mica, Jason y Leo y quise ir a ver de qué se trataba.

Me llevé a Agus conmigo, nos saludamos, y Germán solo se paró al lado de Mica, casi pegado a ella.

-Oye- Le susurré en el oído- ¿La pasas bien con tu novio?

Ella me miró con los ojos como platos, pero luego apareció una sonrisa boba en su cara y asintió.

-Es increíble- Dijo con un suspiro.

Yo miré a Leo que estaba frente a mí con los brazos cruzados. Me sonrió y levantó una ceja como diciendo: "Te lo dije".

Sí, Mica está completamente perdida por Germán. La chica dura y determinada que yo conocía flaquea cuando él está cerca. Pero, en cierto modo, es muy tierno.

Comenzamos a charlar de algunos temas de la vida, contar anécdotas y reír un momento.

-¿Comenzaron sin mí?

Andy apareció por atrás mío con una gran sonrisa de satisfacción en el rostro.

-¿No tienes que estar trabajando?- Preguntó Jason.

-Sí- Respondió.

Yo esperé a que diga algo más, pero se quedó con una sonrisa de suficiencia y no dijo más.

-¿Pero?- Dije.

-Pero nada...- Respondió- Simplemente vine aquí un momento.

-Ah...

-Deben pensar que estoy en el baño, así que no importa- Dijo sin darle importancia- Y bueno, ¿de qué hablábamos?

-Yo estaba a punto de contar la vez que Joaco se hizo un desastre con la comida en primero- Dijo Agus.

-Agustín, no- Advertí.

-Sí- Me sonrió con picardía mientras se reía de mí.

-Fue genial- Dijo Mica, que, por dos segundos, se olvidó del chico guapo que estaba a su lado.

Pero no le duró y, mientras ella volvía a perderse en los ojos de Germán, Agus comentaba una de las anécdotas más vergonzosas de mi vida.

Más o menos, yo estaba en primero, tenía 12 años, y me había traído fideos con carne que preparó mi madre.

Lo que ella no me dijo es que esa carne estaba demasiado jugosa y podía derramarse todo.

Cuando saqué el tupper de mi mochila, estaba goteando y me encontré con que todos mis libros estaban manchados de rojo por la salsa.

Pero eso no es todo. Dejé el tupper sobre un papel en la mesa para que chorree todo ahí mientras trataba de limpiar un poquito mi mochila. Y toda la salsa comenzó a resbalar por la mesa y caer en mis pantalones.

Así que estuve hediendo a carne molida con tomate toda la tarde hasta que pude volver a mi casa.

-Sus pantalones estuvieron oliendo así durante casi toda la semana- Añadió Agus.

-Bueno- Dije- En mi defensa, no sabía que la salsa de tomate con carne pudiera ser tan tóxica, ¿eh?

-Sí, claro.

Terminamos riéndonos por eso. Pero, ya que Agus contó algo vergonzoso sobre mí, yo decidí vengarme.

-Bueno, yo tengo otra historia.

-Ah, ¿sí?- Preguntó Agus sonriendo.

-Sí- Respondí sonriéndole- Les contaré del día que Agus trajo ropa que no debía.

Su sonrisa se borró.

-No, por favor- Me suplicó.

-Si no la cuenta Joaco, la cuento yo- Dijo Mica- Ese día fue genial.

Bien, estoy descubriendo una forma de hacer que Mica se olvide de Germán.

-Todo comenzó un día, en la mañana, cuando Agus estaba utilizando un buzo muy grueso y una chompa muy gruesa...

"Los profesores le pidieron que se cambiara la ropa ya que se veía ridículo y no podía usar eso en el colegio. Agus tuvo que sacárselo y, debajo de todo ese túmulo de ropa, había un lindo jean con toques rosados que le quedaba apretadísimo. Y su polera era morada, también ajustada. Y bueno, estuvo modelando su atuendo Vogue el resto del día hasta que pudo volver a su casa."

-Sigo sin entender por qué viniste con esa ropa- Dijo Mica.

-Mi mamá me obligó a utilizarla, tampoco entiendo por qué- Respondió Agus- Lo de los toques rosas fueron cosa de mi hermana menor.

-Eso hubiera querido verlo- Dijo Jason.

-Oh, si quieres el Lunes traigo esa ropa- Se ofreció Mica- Agus trató de deshacerse de ella, pero yo la guardé como recuerdo.

-Micaela, te odio- Dijo Agus.

-En fin- Dije- Agus es toda una diva.

3.- Siempre Serás TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora