[Leo]
-Me duele todo.
Eso fue lo primero que dije al despertar a la mañana siguiente.
¿Quieren un consejo? Emborracharse para olvidar no es bueno.
Además que no funciona, porque yo de todas formas me acordaba todo lo que había hecho.
Así que, niños, no tomen alcohol nunca.
-¿Dormiste bien?- Preguntó Jason.
-No- Respondí.
Luego recordé por qué se supone que estoy aquí y abrí los ojos.
-¿Dónde está Joaco?- Pregunté, con un poco de histeria.
-Bueno, él...
-Jason, dime- Pedí- Necesito explicarle.
-Bueno...- Dijo- Fui a hablar con él en el desayuno y me dijo que no quería verte por ahora y...
-Y qué.
-Y se fue- Respondió- Solo me dijo eso.
Volví a cerrar los ojos y me puse a llorar.
Arruiné todo y soy un estúpido por eso.
No sé cuánto tiempo estuve ahí ni me importó. No podía pensar en nada más que no fuera él.
Necesito arreglar las cosas. Simplemente no puedo vivir sin él.
Ese día no salí de mi habitación. Jason me hizo el favor de traerme un poco de comida, pero no quise comer.
El día siguiente fue horrible. Me crucé con Joaco muchas veces y él simplemente me ignoró. Fingía que yo no existía.
Esa noche, de nuevo, no quise salir de mi habitación. Solo me tiré en mi cama y no planeaba hacer nada más.
-Leo...- Dijo Jason.
-¿Hm?
-¿Quieres hablar?- Preguntó- Sabes que puedes confiar en mí.
Negué con la cabeza.
Jason suspiró, se levantó de su cama y se paró al lado de la mía, mirándome fijamente.
-Leo, levántate- Ordenó.
Yo no respondí. No tenía intenciones de levantarme.
-Leo, te levantas tú o te levanto yo. Tú decides.
Entendí que él estaba haciendo lo mismo que hice yo cuando él estaba mal.
La diferencia es que él sí puede levantarme porque soy más liviano, así que me cargó en sus brazos y me removió hasta que yo dije:
-Jason, voy a bajar de aquí y te daré una patada en los huevos.
-Claro, claro- Dijo bajándome al suelo- Lo siento.
Yo solo asentí y miré al piso.
-Leo, mírame- Ordenó y lo miré- Tú estuviste para mí cuando te necesité. Ahora es mi turno de devolverte el favor. Así que no voy a dejar que sufras tanto. Vas a ponerte tu mejor ropa y vamos a ir a cenar, tú y yo solos.
Lo miré y asentí con resignación. Necesitaba liberarme un momento.
Así que fuimos al restaurante de comida asiática esta vez.
Pedimos un mix de sushis para dos personas y comenzamos a comer.
-Leo- Dijo al cabo de un rato- Tienes que hablar con Joaco.
-¿Crees que no lo intenté?- Pregunté- Él se la pasó ignorándome hoy. Y tampoco es que se haya visto muy triste.
-Pero es tu novio- Replicó él- Y se aman.
No. Ya no creo que lo que él siente por mí sea amor.
Negué con la cabeza y él respiró con un poquito de impaciencia.
-Leo, por favor- Pidió- No me gusta verte así. Joaco y tú están simplemente destinados a estar juntos, y no lo digo porque eres mi amigo. Lo digo porque es verdad. Tú me gustabas, pero entendí que tu chico era él y no yo. Debes ir a recuperarlo.
No sé qué le pasó que hoy estuvo bien para dar discursos motivacionales.
-Primero déjame terminar mi sushi- Dije.
Él se rió.
Terminamos de comer y nos dirigimos a la habitación de Joaco para que yo hable con él, pero me lo crucé en el camino.
-Joaco- Dije, pero él me ignoró.
Así que cuando pasó por mi lado agarré su brazo e hice que se detuviera.
-¿Qué quieres, Leo?- Preguntó- ¿Mi anillo? Porque es lo único que no me robaste, ¿no?
Me dolió como nunca todo eso que dijo.
-Joaco, lo siento demasiado. En serio.
-Sí- Respondió- También yo, Leo.
Siguió caminando, y yo traté de detenerlo pero él me dijo:
-No, Leo. Lo siento, pero tú querías que esto termine, así que esto termina.
Antes de que se dé la vuelta, noté que una lágrima bajaba por su mejilla.
Yo me quedé ahí llorando en los brazos de Jason.
Esa noche no dormí. Me quedé pensando en él.
"Esto termina"
No, definitivamente no termina. No puedo terminar mi relación con él.
Así que en la mañana fui con Jason y le expliqué mi plan para que Joaco me disculpe y, a la hora del atardecer yo me dirigí a la playa para esperar.
A la hora que le pedí, todos mis amigos aparecieron allí.
Y Joaco salió entre ellos.
-Joaco- Pedí, pero él me ignoró.
Los demás sabían por qué estaban ahí, así que Agus le susurró a Joaco algo en el oído.
Él suspiró con pesadez y se dio la vuelta.
-Qué- Dijo sin mirarme.
-Necesito explicarte todo, ¿OK?- Dije- Y necesito que me escuches.
-Ajá.
Así que le expliqué todo el tema de mi hermana y su empresa, esta vez con más calma y sin alcohol.
Luego saqué de mi bolsillo los cuatro objetos que le robé para devolvérselos.
Él me miró fijamente.
-Joaco, no me importa esto- Dije- Me importas tú y solo tú, así que te los devuelvo.
No decía nada. No se movía ni un pelo. Solo miraba fijamente sus cuatro pertenencias.
-Así que...-Murmuró- ¿Me estás diciendo que me escoges a mí en vez de tu hermana, Leo?
No me lo había planteado así, pero era cierto.
-Sí- Confirmé- Tú eres la persona más importante para mí, Joaco. Tú estuviste cuando necesité a alguien. Tú eres a quien yo quiero.
Él por fin levantó la mirada a mis ojos. Me miró evaluándome un momento y luego, sin retirar la mirada de mí, dijo:
-Agus.
-¿Sí?- Respondió este.
-Necesito que me prestes la habitación un momento- Pidió Joaco- Tengo algunas cosas que hablar con Leo.
Luego me dirigió una sonrisa juguetona, me guiñó el ojo y yo supe que todo se había solucionado.
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3.- Siempre Serás Tú
Romance*[Leer solo si se ha leído la primera y segunda parte de la saga]* 《La persona perfecta para mí, la que coloqué en mi libro hace dos años... definitivamente eres tú. Y siempre serás tú.》