[Joaco]
Lo primero que ví al despertarme fue la marcada mandíbula de Leo.
Al abrir mis ojos me separé un poquito de él por accidente, pero me dió frío al no sentir su cuerpo pegado al mío, así que volví a juntarme.
Enredé mis piernas con las suyas, que son muy suaves, de hecho. Me metí bajo su brazo y posé mi cabeza en su pecho, rodeándolo con un brazo.
Esta noche fue simplemente mágica.
Yo siempre quise que mi primera vez fuera especial. Y vaya que lo fue.
Leo es simplemente la mejor persona que podía haber existido.
No sé cuánto tiempo estuvimos así, pero mi celular comenzó a sonar y recordé que coloqué una alarma a las 7:00 para levantarme más temprano.
Leo soltó un gruñido de disgusto.
-Perdón, no quise despertarte- Susurré mientras levantaba mi cabeza para mirarlo.
Abrió lentamente sus ojos castaños. Al verme, me dedicó una amplia sonrisa.
-Despertarme para verte a mi lado es mejor- Dijo.
Él me rodeó con sus brazos y me atrajo a sí. Su cuerpo desnudo se pegó al mío y él trajo sus labios a los míos.
Se suponía que Leo tenía que terminar de cumplir el encargo de su hermana (el de robarme el anillo cartier de mi padre, además de las otras 4 joyas), pero no lo hizo, evidentemente. Él me eligió a mí antes que a su hermana. Aunque me parece un poco malo, no puedo evitar sentirme especial por eso. De todas formas, desde hoy yo lo ayudaré con esos trabajos para que su hermana pueda librarse de todo esto.
Sus ojos siguieron medio cerrados, lo cual me hizo esbozar una sonrisa.
-¿Qué hora es?- Preguntó con la voz ronca.
-7 de la mañana.
-¿Cómo te despiertas tan temprano?- Preguntó sonriendo.
-Es un don que tengo, sí- Respondí.
-Será mejor que vaya a mi habitación- Dijo con un toque de tristeza- Se supone que no dormimos juntos.
-Sí, verdad...- Dije- Pero quédate un poco más.
-No puedo, nos pidieron llegar temprano al desayuno hoy para ir a ese lugar.
-¿No prefieres quedarte aquí?
Él me miró estudiándome un momento. Me sonrió, me dió un beso y dijo:
-No.
-Bien- Accedí- Pero serás mi pareja e iremos de la mano todo el viaje.
-Trato.
Nos separamos él se frotó los ojos y se levantó de la cama. Comenzó a caminar hacia el baño y yo solo pude decir una cosa:
-Lindo trasero.
-Lo sé- Respondió.
Escuché que la ducha se abría y, honestamente, sentí muchas ganas de entrar para ducharme con él, pero me contuve. A Leo le gusta tomarse las cosas con calma.
Así que me quedé allí en la cama, esperando a que Leo termine de ducharse para que pueda ir yo.
Cuando los dos estuvimos listos, salimos a desayunar. Mientras caminábamos lo tomé de la mano y entrelacé nuestros dedos. Leo me miró con un poco de sorpresa, pero luego me sonrió y fortaleció nuestro agarre.
Nunca antes habíamos hecho algo así en público, pero, después de lo de anoche, creo ambos creemos que ya no importa.
Lo único que importa es que yo lo amo y él me ama.
Entramos al comedor del hotel y nos dirigimos a la mesa de siempre con nuestros amigos, quienes nos miraron sorprendidos.
-Esto es nuevo- Dijo Jason señalando nuestras manos.
-Qué lindo que se hayan reconciliado- Dijo Mica sonriendo.
Yo me senté al lado de Agus y Leo, al lado de Mica.
-Y ni me imagino cómo se habrán reconciliado, ¿eh?- Susuró Agus en mi oído- Las paredes hablan, Joaco. Las paredes lo saben todo.
Lo miré con los ojos como platos y totalmente sonrojado mientras él se reía sólo.
Desayunamos como cada día y luego nos llamaron para comenzar la excursión a las aguas termales.
Fue un viaje en bus de 2 horas. Antes de entrar a la cueva nos dieron cascos de protección a todos, por si acaso. Luego tomé a Leo de la mano como dijimos y entramos juntos, con un guía turístico por adelante.
La verdad, era muy bonito. Las paredes de roca tenían colores brillantes entre rojo, naranja y amarillo y habían interesantes grabados en ellas.
Habían espacios por donde se podía salir, donde se veía el brillante sol sobre un mar verde azulado precioso.
Hacía un calor del demonio, pero no solté a Leo ni cuando nuestras manos comenzaron a sudar. Ahí simplemente lo miré y me acerqué más a él. Él apoyó su cabeza en mi bícep (porque hasta ahí llega, es un poco chiquito como saben) y seguimos caminando así.
Fueron como 2 horas de caminar y observar hasta que almorzamos. Los profes habían traído unos sandwiches de pollo para repartirlos entre todos.
Al final del almuerzo era hora de volver (sí, otras dos horas de caminata para llegar a la salida), pero no podía irme sin sacarme una foto con Leo.
Los dos nos paramos en una roca que daba al mar y Jason nos sacó una foto mientras nos besábamos. Nuestras siluetas se veían frente al mar y me encantó.
Finalmente volvimos al hotel y nos dejaron pasar lo que restó de la tarde haciendo lo que queríamos.
En la noche decidimos ir a la discoteca otra vez, y esta vez Leo no tomó nada. La pasamos perfecto. Después de todo, al día siguiente teníamos que volver.
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3.- Siempre Serás Tú
Romance*[Leer solo si se ha leído la primera y segunda parte de la saga]* 《La persona perfecta para mí, la que coloqué en mi libro hace dos años... definitivamente eres tú. Y siempre serás tú.》