✧ cincuenta + 5.

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[10:10]

Kun despertó gracias a la sensación de querer liberar sus músculos de la cintura y piernas, ambos eran capturados por la misma persona, quién reconoció rápidamente como Lucas.

Miró con ternura y enamoramiento total a Lucas, quién dormía plácidamente bajó él, su rostro con facciones infantiles descansaba tranquilamente, suspiraba entre sueños y podía escuchar el sonido de su corazón latir con serenidad. Dejó un beso sobre su mandíbula y decidió por levantarse al baño y un vaso de agua.

Con sumo cuidado se deshizo de los brazos cálidos de Yukhei, sin embargo cuando quiso escapar de sus piernas, Lucas comenzó a despertar y balbucear cosas cuál bebé.

-No, sh... Vuelve a dormir, lo siento cariñito.

-¿A dónde vas?

Lucas preguntó entre balbuceos mientras trataba de abrir sus hinchados ojos mientras palpaba la cama en busca de llevar a Kun nuevamente a dormir.

-Voy al baño y por un vaso con agua. No me tardo, vuelve a dormir, apenas son las tres de la mañana.

Kun se sentó sobre la cama y dejó salir quejidos al sentir aquél dolor sobre sus caderas, cintura y piernas. Escuchó a Lucas reírse y lo miró con el ceño fruncido.

-¿Te lastimé? Lo siento, tú dijiste que estabas bien.

-Cállate Yukhei, no conoces el auto control, ¿verdad?

-Mm, puede que sí y pueda que no, depende de la situación.

Kun rodó los ojos y golpeó con suavidad el hombro de su pareja, se levantó de la cama a la velocidad que sus tumidas piernas y adoloridas caderas le permitían para después cambiarse y salir de la habitación con dirección a su baño, seguido de bajar a la cocina y tomar el vaso de agua que su seca boca le estaba pidiendo.

Lucas había cerrado de nuevo los ojos, dispuesto a volver a dormir, pero cuando escuchó una melodía salir de un celular, se sentó de inmediato y pudo observar la pantalla de Kun encenderse, mostrando el nombre de "Tía 🧡" en la pantalla, Lucas tardó unos segundos en dudar si tomar la llamada o no, probablemente sería algo urgente debido a qué seguramente sus tíos estaban por llegar quizá en la mañana o ahora mismo, quizá hubo una emergencia o quizá se aman tanto que decidieron mudarse a París y la casa quedaba ahora a cargo de Kun.

Pero cuando Lucas tomó el celular, había sido demasiado tarde. Sin embargo; un minuto después recibió un mensaje.

Tía🧡: ¿Kunnie estás dormido? Llegaremos en menos de una hora, no te asustes si escuchas a alguien entrar, somos nosotros.
tita-boom!: ¿sigues en éste número? ya dile la verdad, qian.
Grupo 992: Kun, no sé besar, ¿me enseñas finanzas?
+1 555 800 2167: lo siento, seguro molesto mucho.

El corazón de Lucas dió un vuelco al reconocer su número y con el alma casi salida del cuerpo, deslizó el dedo por la pantalla para insertar el código que Kun le había confesado una vez que le pidió buscar un tutorial de cocina.

Lucas entró en wechat y con el dolor de su corazón, dió click en el chat de su propio número.

Los mensajes que él mismo había estado enviado a su consejero secreto, los miles de secretos y miedos que había confesado y desahogado con esa persona durante un año estaban en la bandeja de mensajes de Kun.

Kun era su mensajero secreto, había pasado meses hablando con él, confesando cualquier cosa minúscula, confensando su amor por el chico de adorabls hoyuelos y sus deseos de un futuro con él, que al final era sí mismo.

wrong number;「lukun。」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora