—¿Te sientes mejor?
—Un poco...
Ambos estaban recostados en la cama de Mukuro abrazados, Tsuna mantenía su rostro oculto en el cuello del ilusionista mientras que él no había detenido las caricias en su cabello.
Se siente tan bien...
¿Hacía cuánto que no se sentía tan a gusto con el toque de alguien exepto ella?
—Tsuna... Deberías comer algo. —Ella negó con su cabeza, aún no creía poder alimentarse sin vomitar—. Al menos come algo de fruta, necesitas recuperar fuerzas o empeorarás.
—¿Tengo que soltarte? —Aunque fuera egoísta, realmente lo necesitaba en ese momento.
Él solo suspiró y se incorporó en la cama sin romper el abrazo para después cargar a Tsuna al estilo nupcial y llevarla a la cocina de su casa. Fue entonces que ella se percató de que llevaba puesto un pijama de Mukuro, el cual le quedaba graciosamente grande y estaba impregnado en su aroma.
—¿Me cambiaste?
—Sí, no podías descansar con el traje. —Le dijo antes de sentarla en la barra de la cocina. —Te traeré unas manzanas.
Ella solo asintió y dejó ir las manos de Mukuro para que buscara la fruta, él se puso a lavar un par de manzanas mientras observaba como Tsuna se encogía en el asiento y olfateaba sus ropas. De no estar en una situación tan delicada ese acto le habría parecido tierno, pero ahora sabía que ella lo hacía para sobrevivir.
—Aquí tienes.
Colocó el plato con las manzanas ya picadas frente a ella y se sentó a su lado, ella no tardó en buscar su contacto cuando lo tuvo cerca.
—Lo siento... —Se disculpó al percatarse de sus acciones.
—No lo hagas y come, necesitas fuerzas para que podamos hablar. —Le dijo mientras besaba su coronilla y la abrazaba.
Ella sintió un hueco en el estómago al escuchar que hablarían, pero aún así asintió y comenzó a comer lentamente. La fruta era suave y refrescaba su paladar, por lo que fue capaz de comer casi toda.
—¿Mejor?
Le preguntó después de lavar el plato para darle tiempo de reposar un poco, ella solo asintió y extendió su mano hacia él para que se acercara, él lo hizo de inmediato. Aún no se acostumbraba a verla así... Tan rota. Y no quería hacerlo tampoco.
—¿Podemos hablar ahora o prefieres descansar?
—Hablemos... ¿Pero... Podemos permanecer abrazados mientras lo hacemos? Por favor.
Mukuro observó como su cuerpo temblaba ligeramente, ahora que lo pensaba, Tsuna no lo había mirado a los ojos desde que despertó, había mantenido la cabeza gacha en todo momento.
—Tsuna... —La llamó antes de tomar su mentón para alzarlo y dejar un beso en su frente—. Volvamos a la habitación, ahí estaremos más cómodos.
Le sonrió mientras acariciaba su maltratado labio inferios, ya no habían rastros de maquillaje que ocultaran su estado deplorable, y ella lo sabía.
Pasó sus brazos por el cuello de Mukuro cuando este volvió a cargarla para volver a la habitación, al entrar se sentó en la cama recostándose a la pared y colocó a Tsuna entre sus piernas, rodeándola y liberando un poco más de sus feromonas para ella.
—Tsuna... Necesito saber qué ocurrió cuando estabas en Italia. Perdí el contacto contigo hace cuatro años y cuando nos reencontramos estás tan mal. Necesito respuestas para ayudarte.
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Il Destino Negato
FanfictionLos destinados son como los calcetines. Un calcetín es una unidad, ya existe, cumple su función sin necesidad de otro, un calcetín para un pie. No necesitas un calcetín enorme para ambos pies, es uno para cada pie. Así que eres tu propia persona y t...