Sentía su cuerpo pesado y débil. Si antes sentía que su corazón iba a estallar, ahora sentía que podría detenerse en cualquier momento.
El frío de su piel y la debilidad en sus pulmones, junto con la gran bruma de su mente no resultaban para nada alentadores.
¿Cuándo comenzó a torcerse todo?
Los recuerdos se reproducían en su mente uno tras otro, ¿tal vez era cierto que veías tu vida como una película antes de morir?
Recordó cuando era molestada en la escuela a medida que crecía, al inicio fueron comentarios de burla porque su padre nunca estaba con ella y su madre. Al pasar el tiempo, la criticaban por su torpeza, la humillaban por su idiotez, y la minimizaban por su apariencia.
Su único consuelo era ser beta, lo sabían porque su aroma había desaparecido por completo a los 6 años, cosa que solo pasaba en los cachorros beta. De haber sido una omega, estaba segura que su vida hubiera sido mucho peor.
Ella no tenía fé en si misma, al igual que su madre, se había rendido y se conformaba con lograr tener un empleo que le permitiera comer, no pedía nada más. Ni amigos, ni éxito, ni amor.
Y aún así, ese bebé con chupete amarillo y traje llegó para volcar su vida por completo.
De repente se volvió la jefa de la mafia más poderosa del mundo, dinero y poder eran cosas que venían en grande junto con el título.
Obtuvo fuerza para luchar, amigos en los que confiar, y una familia incondicional, incluso el prefecto demonio de Namimori, aquél que misteriosamente nunca la había agredido, se volvió su amigo, o al menos así lo consideraba ella. Tras superar la batalla de los representantes pensó que podrían vivir en paz, pero el momento llegó cuando finalmente despertó de ese sueño.
Su intuición había estado molestándola por días, su cabeza parecía a punto de explotar casi todo el tiempo y esto había comenzado cuando Reborn partió a Italia para hablar con su abuelo.
Ignoró su dolor, pensando que tal vez el estrés de su entrenamiento había salido ahora que estaba en calma. Pero una noche el dolor fue demasiado fuerte, así que obedeció un impulso de su cuerpo y salió de su casa, no le importó estar en pijama y descalza, solo corrió hacía donde su cuerpo le pedía.
—¿Mukuro...?
La imagen frente a ella era atroz, sangre y viseras esparcidas por el suelo o brotando de los cadáveres que yacían en ese callejón. Y parado en medio de la masacre con su tridente y ropas salpicados en sangre, estaba Mukuro que suspiró al verla.
—Pensé que podría mantener el teatro por un poco más...
Cualquiera en su lugar habría corrido lejos de él pensando que había sido traicionado, pero ella, aturdida por el repulsivo olor de la sangre solo caminó, paso tras paso, salpicando sus pies en el líquido que pisaba, se acercó a Mukuro y tiró de su brazo temblando.
—¿Qué te hicieron?
El rostro del mayor mostró sorpresa por sus palabras, Tsuna misma no entendía por qué las dijo, pero no se esperó su respuesta.
—Trataron de arrebatarme a mí cielo, así que yo tomé sus vidas.
Él no la dejó procesar sus palabras, materializó una manta que usó para cubrirla y tomó su mano tras decirle que no mirara abajo otra vez.
Lentamente la guío fuera de ese callejón y la llevo a su guarida, donde limpió sus ensangrentados pies mientras le explicaba lo que pasó.
Aquellas personas eran mafiosos que iban tras el cuello de la Décima Vongola aprovechando que su tutor estaba ausente, no eran los primeros ni tampoco serían los últimos.
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Il Destino Negato
FanficLos destinados son como los calcetines. Un calcetín es una unidad, ya existe, cumple su función sin necesidad de otro, un calcetín para un pie. No necesitas un calcetín enorme para ambos pies, es uno para cada pie. Así que eres tu propia persona y t...