Mukuro dejó el cuerpo dormido de Tsuna en la cama después de asegurarse de dejarle impregnado su aroma. Había aguantado todo el tiempo que ella había estado llorando, pero si no hacía algo para relajarse iba a terminar asustándola.
Tomó un cambio de ropa y se metió a dar una ducha de agua fría, no podía dejar sola a Tsuna en esos momentos para ir a desestresarse con alguna alimaña del bajo mundo. Ella no le había dado ningún detalle sobre el hombre que la violó, así que tampoco podía buscarlo. Cosa que tampoco era recomendable mientras ella estuviera vulnerable.
—Maldita sea... —Masculló mientras tiraba de sus húmedos cabellos frustrado.
Estuvo casi una hora en la ducha, ahí dejó ir todas las feromonas agresivas que había retenido por Tsuna y se aseguró de ventilar el baño para que no quedará rastro del aroma después de lavarse. Cuando salió Tsuna seguía dormida, así que preparó algo más de fruta con jugo natural para desayunar y lo llevó a la habitación en una bandeja.
—Tsuna... Despierta amore... —Le susurró liberando su aroma y acariciando su mejilla con cariño.
—Mmm... ¿Mukuro..?
—Ya es hora de desayunar atún dormilón. —Ella frunció el ceño ante el apodo.
—No me llames atún, piña. —Ella se deleitó con la vena molesta y el ceño fruncido que acompañaron a la sonrisa de Mukuro.
Desayunaron en silencio, Tsuna iba de a poco espabilándose. Hacía años que no dormía tan bien y por eso aún estaba adormilada. Mukuro se había asegurado con sus llamas de que las pesadillas no la atacaran esta vez, y planeaba seguir haciéndolo.
—Mukuro... —Lo llamó cabizbaja tras haber recordado todo lo que pasó ayer—. ¿No vas a rechazarme?
—Tsuna, te he cortejado por diez años y te he amado doce. ¿De verdad crees que eso cambiará porque un maldito te lastimó? —Su voz salía con algo de reproche, la verdad se sentía ofendido de que aún no confiara en él.
—No es tan simple... —Le dijo masajeándose las sienes.
—¿Hay algo más que no me has dicho a parte de los detalles de tu salud nula?
Ella mordió su labio al recordar lo que faltaba por confesar, lo más importante. Pero el sonido de su celular le impidió hablar al entrar en pánico cuando reconoció el timbre personalizado de ese contacto.
—¿¡Mukuro dónde está mi celular!? —Le preguntó casi tirando el desayuno, si él la llamaba podía ser por un problema con ella.
—Ahora te lo traigo. —Ni siquiera preguntó el por qué de su actitud, sacó de una gaveta el celular de Tsuna y se lo entregó.
—¿¡Papá qué pasó!?
Mukuro recogió en silencio los restos del desayuno y salió para darle su espacio, no iba a espiar ni presionarla por respuestas, las obtendría de a poco y sin dañarla.
Guardó la fruta que sobró y limpió los platos mientras revisaba su propio celular, Nagi y Lambo se habían quedado a cargo del resto de la reunión cuando él salió a buscar a Tsuna ayer. Según el reporte resumido, no hubieron mayores problemas y cada guardián volvió a casa para pensar en su decisión después de saber cuales eran sus opiniones.
Mientras estaba escribiéndole una respuesta a Lambo, Tsuna salió de la habitación vestida con uno de los trajes que Nagi había dejado en su casa, estaba mirando su celular cuando él la interceptó.
—¿Tsuna a dónde vas?
—Tengo que volver a Italia...
—¿¡Qué!? ¿¡Te das cuenta del estado en el que estás!? ¡No deberías ni siquiera estar de pie!
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Il Destino Negato
FanficLos destinados son como los calcetines. Un calcetín es una unidad, ya existe, cumple su función sin necesidad de otro, un calcetín para un pie. No necesitas un calcetín enorme para ambos pies, es uno para cada pie. Así que eres tu propia persona y t...