La tarde pasó tranquila ese día, a pocas horas de la cena Tsuna decidió que era tiempo de despertar a Renge, cosa que Mukuro se ofreció a hacer encantado, así que ahí estaba, entrando por primera vez a la habitación de la pequeña.
Por un momento espero una habitación más monótona por la ceguera de Renge, pero estaba decorada con cientos de peluches junto a una alfombra y sillas muy acolchados y de tonos pastel. Al acercarse a la cama vio que habían varias cajas de música en las cómodas.
Sonrió al ver como Renge abrazaba un peluche de león mientras dormía y acarició con cuidado su cabeza, notó rápidamente que sus párpados estaban un poco hinchados por el llanto que le comentó antes Tsuna, así que colocó una ilusión en ellos para que los demás no lo notaran y la incomodaran.
Renge se removió al sentir las llamas de Mukuro y comenzó a despertar.
—¿Mukkun?
—Buenos días princesa, ¿descansaste bien? —Le preguntó mientras la ayudaba a salir de las mantas sin enredarse.
—Soñé que Mukkun hacía un castillo de chocolate y nos lo regalaba a mamá y a mí. —Respondió sintiendo que se le hacía agua la boca.
—Kufufufu, un castillo es difícil pero puedo hacerte chocolates siempre que quieras.
—¿De verdad? —Le preguntó abriendo al fin sus ojitos y extendiendo sus brazos hacia él.
—De verdad. —Dijo mientras la tomaba en brazos para ir al baño y ayudarla a lavarse.
Aprovechó y también peinó su cabello en dos coletas altas que la hacían ver aún más adorable, obviamente le tomó fotos antes de bajar con ella en brazos.
—R-Ren... —La llamó el pequeño rubio sonrojado al verla.
—Hola Lu. —Lo saludó agitando su manita y el nombrado se sonrojó aún más.
—¡I-iré a despertar a mis papás! —Anunció antes de salir corriendo.
La pequeña se extrañó por esto, más cuando escuchó la risa de su madre y de un desconocido.
—¿Quién está ahí? —Preguntó aferrándose a Mukuro y olfateando el aire, notó un aroma a manzana mezclado con otro que no sabía identificar.
—Yooooooo~. —Dijo el ilusionista de Varía mientras alzaba una mano como si estuviera en clases.
—Él se llama Fran princesa, es mi cachorro. —Le explicó Mukuro mientras se acercaba a la barra donde estaban ambos omegas.
—Ya no soy un cachorro papá~. Tengo 18 y un alfa.
—¡A ese no me lo menciones que sigo sin aceptarlo! —Exclamó Mukuro mientras sentaba a Renge en el regazo de Tsuna.
—Pff, Renge-chan~. A este tipo de personas se les llama padre sobreprotector. —Dijo antes de ser golpeado en la cabeza por el mango del tridente de Mukuro.
Renge estaba sorprendida por la interacción, así que Tsuna decidió distraerla un poco.
—Bebé, ¿te peinó Mukuro? —Ella la miró y al instante sonrió al recordar ese echo.
—¡Sí! ¡Lo hizo muy rápido y no dolió nada de nada!
—Kufufufu, estoy acostumbrado a domar el cabello de tu madre, así que el tuyo fue muy fácil de tratar.
Tsuna quiso quejarse, pero sabía mejor que nadie cuan problemático era su cabello.
—Pues yo los respeto por mantener el pelo largo, yo solo llevo unas semanas en esto y ya estoy desesperado. —Dijo Fran señalando su cabello que le llegaba por debajo de los hombros.
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Il Destino Negato
FanfictionLos destinados son como los calcetines. Un calcetín es una unidad, ya existe, cumple su función sin necesidad de otro, un calcetín para un pie. No necesitas un calcetín enorme para ambos pies, es uno para cada pie. Así que eres tu propia persona y t...