PRIMERA IMPRESIÓN

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Es sorprendente como el pasado puede convertirse en una carga tan pesada para algunas personas, una carga que algunas veces los hace cambiar totalmente y aislarse de los demás por miedo a ser lastimado o lastimar los a ellos. Muchas veces no queda más que enfrentar a aquellos demonios para poder descansar de una vez, sin importar el costo, sobre todo cuando aquella carga tiene que ver con la pérdida de toda tu familia...

-¡oye amigo, despierta, el autobús está por llegar a la estación!-Dijo un hombre, con apariencia despreocupada a un joven que se encontraba dormido en el asiento de a lado, parecía de al menos dieciocho años, con cabello oscuro y abundante,de estatura media, un poco delgado, pero aun así se veía que estaba en buena condición física, vestido con un pantalón deportivo y una sudadera color vino.

-¡ohhh rayos!- Aquel joven se despertó de manera precipitada, de forma apresurada tomó una mochila que había tirado en sus piernas cuando este se había quedado dormido -Gracias-.

-No hay de que, ¿Sabes?, una vez me paso lo mismo, pero a mi nadie me despertó, bueno si, el chófer, ya todos habían bajado del autobús y yo seguía dormido...- Empezó a contar el hombre dejando escapar una risa de vez en cuando, sin importarle que era ignorado completamente por quién estaba a lado suyo ya que este estaba sumergido en sus propios pensamientos, no sabía cuánto tiempo le tomaría completar su objetivo, no esperaba el día para que pudiera volver a su hogar.

Sin importar todas las veces que había viajado, estos recorridos cada vez le resultaban más cansados y tediosos, al contrario de lo que hubiera imaginado, pensaba en cuando llegaría el día en que por fin se pudiera relajar, sin preocuparse de que sus problemas lo alcanzarán, pero esto resulta difícil de mentalizar con un pasado que constantemente volvía a ser, un pasado que deseaba olvidar pero la culpa e ira que sentía lo hacía imposible.

- Todavía tengo una tarea pendiente- Habló en voz baja, como si fuera para sí mismo, y con un tono que dejaba ver que estaba cansado, tal vez del viaje.

-¿Que?- dijo el hombre confundido con la frase del joven.

-No, nada ¿Sabes cuanto falta para que lleguemos a la estación?-pregunto tratando de evitar que el hombre hiciera mas preguntas y sobretodo para tratar que dejara de hablar un poco.

-Si, en unos 5 minutos llegamos- contestó mientras se ponía unos audífonos y así por fin dejó tranquilo a aquel chico.

Después de un corto tiempo, el autobús llegó a la estación del centro de la ciudad.

-Sean todos bienvenidas a Metrópolis-

Se escuchó al momento de entrar dentro de la gran estación de la ciudad. Al salir de esta, pudo ver la gran ciudad de Metrópolis iluminada por las luces que se empezaban a encender por la llegada del anochecer , a primera vista parecía ser como cualquier otra gran ciudad, grandes edificios, cines, teatros, centros comerciales etc., demasiado tranquila, algo que pareció raro al principio, ya que esta ciudad tenía la fama de albergar una gran cantidad de superhéroes.

"Será mejor que valla al departamento",Pensó el joven en lo que buscaba un transporte que lo llevara a su nueva vivienda. Al cabo de un rato, llegó a su nueva habitación la cual era pequeña, ya que solo tenía un cuarto, una pequeña cocina y un baño, pero lo suficientemente cómoda. Entonces empezó a desempacar sus cosas. Después de que se terminó de instalar en aquella pequeña habitación y de darse un descanso del todo el viaje, se asomo por la ventana que daba a la calle, parecía una noche común, gente trabajando, tráfico, familias saliendo a comer o divertirse, nada que indicara que algo en particular sucedería, sobre todo para alguien nuevo en esa ciudad,algo que le parecía confuso ya que si era verdad que la ciudad contaba con una gran cantidad de superhéroes,imaginaba que las personas actuarían de forma más cautelosa, tratando de evitar juntarse muchas en un solo sitio.

UNA LUZ COLOR MORADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora